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De Guindos y Garzón, las dianas de un debate económico sin claro ganador

El líder de IU, en representación de Unidos Podemos, ha recibido casi tantos ataques en el debate sobre economía de La Sexta como el ministro de Economía. Sevilla, el economista del PSOE, acusa al ministro de "no pisar la calle" y a Garzón de querer salir del euro. Garicano (C's) compara las propuestas de Unidos Podemos con las del Gobierno griego insinuando que no se podrán aplicar y apuesta por bajar impuestos, como De Guindos

Los representantes de Unidos Podemos, PP, PSOE y Ciudadanos en el debate económico de la La Sexta

JAIRO VARGAS

Es difícil encontrar un ganador entre los cuatro contrincantes del debate sobre economía organizado por el programa El Objetivo, de La Sexta, presentado por Ana Pastor. La contienda ha sido aburrida, como suelen ser las discusiones sobre economía, y muy bronca. Tanto que durante unos minutos los telespectadores sólo han podido ver a Luis de Guindos, ministro de Economía en funciones de Rajoy discutiendo con Jordi Sevilla, el economista de referencia del PSOE y, en particular, de su candidato, Pedro Sánchez. Sólo han podido ver, porque entender a dos personas que hablan a la vez, con las voces solapadas y elevadas, sobre complejos asuntos financieros es una misión imposible. Le costó poner calma a la moderadora, pese a su fama de buena interruptora, pero lo consiguió finalmente. 

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Como era previsible, fue De Guindos quien acaparó la mayor parte de los ataques por su condición de ministro durante la legislatura de los mayores recortes sociales de la democracia española. Aunque él ha intentado negarlo: "En España no ha habido recortes sociales", aseguró acompañando la dudosa frase con un dato: "Se han gastado en protección social 50.000 millones de euros más". Nadie daba crédito.

Pero es destacable que Alberto Garzón, representante de la coalición Unidos Podemos y coordinador federal de Izquierda Unida, haya acompañado al ministro en el rol de diana contra la que PSOE y Luis Garicano ─poniendo voz a Ciudadanos─ han lanzado buena parte de sus dardos. Pareciera el pacto entre Albert Rivera y Pedro Sánchez siguiera vigente, porque Sevilla y Garicano no se han atacado en ningún momento.

Quién le iba a decir al otrora portavoz económico de IU en el Congreso que volvería a debatir con De Guindos pero desde una posición infinitamente más fuerte: la de representar a la segunda fuerza política del país en votos y escaños, según profetiza el último barómetro electoral del CIS. Garzón ya no es irrelevante según la aritmética parlamentaria, y se ha notado.

Empleo

Como es norma para cualquier miembro del Gobierno, De Guindos empezó hablando de "realidades concretas": desde que gobierna el PP se han creado más de 600.000 empleos, España ha dejado de ser la mayor preocupación para la economía desde el punto de vista del Fondo Monetario Internacional y se ha reducido el déficit. Ha lanzado el mensaje de que se está yendo por el buen camino y de que cualquier cambio en estas políticas supondría un paso atrás en lo avanzado. No se ha querido creer el dato que ha puesto sobre la mesa el equipo de El Objetivo, de que el 90% de los nuevos contratos son temporales. "Es un error metodológico", ha afeado a Ana Pastor, para a continuación justificar que "es lógico" que haya tantos contratos temporales debido a la rotación en las empresas.

A eso ha respondido Jordi Sevilla con otra cifra de empleo. Una que el Gobierno nunca utiliza: desde que gobiernan los conservadores se han destruido un millón de puestos de trabajo. Y ahí ha llegado el primer choque entre PSOE y PP, cuando De Guindos le ha recordado los tres millones de parados que "fabricó" el Gobierno de Zapatero. Sevilla ha acusado a De Guindos de "no pisar la calle" y de no aceptar que ese crecimiento económico no llega a las personas. Por eso ha defendido el ingreso mínimo vital que propone el PSOE como primer paso para atajar la desigualdad.

Garzón ha criticado a De Guindos que el Gobierno sólo se ha preocupado por recortar, no por ingresar más, ha propuesto un cambio profundo del modelo productivo español invirtiendo en reindustrialización e investigación y desarrollo para competir en valor añadido, no en precios y así generar empleos y de calidad, no "con sueldos de Bangladesh". Para eso Garzón ha puesto el foco en que hay que centrarse en recaudar más para invertir en planes de estímulo. Por eso su programa, el de Unidos Podemos, habla de aumentar el gasto público en más de 30.000 millones. ¿De dónde sale ese dinero? De una reforma fiscal progresiva en la que se suba impuestos a grandes fortunas y empresas y no a la "mayoría social". 

Ha sido entonces cuando se ha formado la pinza entre De Guindos y Sevilla contra el joven comunista, hoy encargado de defender un programa socialdemócrata. El ministro en funciones ha recurrido a Grecia y al gobierno de Alexis Tsipras, "su compañero de ideología", de quien ha dicho que ha instaurado "los recortes automáticos" en función del PIB y han recortado ya 30.000 millones. Garzón se ha defendido alegando que en Grecia se llevan aplicando recortes sin éxito desde hace siete años, mientras que Syriza lleva apenas año y medio en el gobierno.

Después, Sevilla ha esgrimido el miedo al comunismo afirmando que Garzón es militante del PCE, cuya línea política pasa por la salida del euro. "¿Es compatible con el euro su modelo?", le ha preguntado. Garzón ha respondido que sí y que, además, es un modelo contrario al del PP, el enemigo de los socialistas también. "No se equivoque de enemigo", le ha pedido.

Garicano, que tardó en poder hablar, se centró en los autónomos y emprendedores, propuso  eliminar la cuota de autónomos que ingresan menos del salario mínimo y ayudar con un complemento salarial a "los sueldos de miseria", pero ninguna fórmula para evitar que estos existan. También dio importancia a potenciar la formaciones de desempleados y afeó que los fondos destinados a ello han servido "para robar".

PP y Ciudadanos quiene bajar impuestos

El bloque de impuestos comezó con otra econtronazo entre De Gindos y Sevilla. El socialista criticó la rebaja del IRPF del Ejecutivo, que ha lastado la reducción del déficit y ha conllevado un posible multa de la Comisión Europea a España. El ministro ha negado que vaya a haber tal multa y Sevilla le ha pedido que se comprometa a que, en caso de que llegue, corra a cargo del PP y no del Estado. No ha querido De Guindos asumir tan envite, pero sí ha afirmado que es posible bajar más los impuestos.

Sevilla ha acusado de "irresponsable" al Gobierno por reducir impuestos "a los ricos" cuando se recorta en sanidad, educación o dependencia y ha asegurado que el PSOE, de Gobernar, no subirá impuestos a las rentas del trabajo. Se centrará en recaudar más en fraude fiscal, reforzar el impuesto de patrimonio y a grandes capitales e impondrá un tipo mínimo del 15% a las grandes empresas.

Garzón ha resumido sus planes es algo tan simple como "cumplir el artículo 31 de la Constitución", es decir, un sistema fiscal progresivo en el que "pagan más los que más tienen", y ha cargado contra el modelo del PP, en el que "una empresa mediana paga el 17% mientras que una gran empresa puede pagar el 5% y, si es amigo de Montoro, un 2% o un 3%", y ha recordado que las últimas reformas fiscales "han dejado un agujero de 8.000 millones". Ha puesto como ejemplo el Ayuntamiento de Madrid, que ha reducido su deuda sin recortar en políticas sociales.

No ha aportado mucho Garicano en este bloque, se ha puesto bastante en la línea del Gobierno y ha asegurado que se pueden bajar impuestos "un poquito" en la segunda mitad de la legislatura.

Guindos: "No se ha rescatado a ningún banquero"

Las exigencias de Bruselas, que pide nuevas "reformas estructurales" que suelen llegar en forma de nuevos recortes han sido otro de los bloques donde De Guindos se ha llevado todos los golpes. "Parece que hay un tripartito o una troika contra mí", ha llegado a decir. Algo a lo que Sevilla ha respondido en forma de pulla a Garzón y a Pablo Iglesias: "Si lo hubiera habido no estaría usted aquí". Todos han cargado contra las políticas del PP y el ministro ha llegado a acusar de demagogo al representante socialista, que le ha afeado los recortes en dependencia.

Sevilla ha culpado a
Garzón de que De Guindos siga siendo minsitro

Le ha servido a Garzón para echar en cara a De Guindos que cuando habla de reducción de déficit no cuenta como gasto el dinero que se destinó al rescate bancario. "Ha rescatado a los bancos y no han querido rescatar a las personas", le afeó. A lo que De Guindos respondió con otra frase memorable: "En España no se ha rescatado a ningún banquero. Hemos salvado a los depositantes de las cajas de ahorros".

El PSOE pide un impuesto para pagar las pensiones

En materia de pensiones, el portavoz del PSOE ha advertido del riesgo que corren las pensiones públicas por a la caída de ingresos de las cotizaciones. Una consecuencia de las bonificaciones implementadas por el Gobierno y por las precariedad laboral, ha dicho. "Si se quieren pensiones públicas dentro de 20 años hay que buscar ingresos alternativos, ha dicho  Sevilla, por lo que ha propuesto un nuevo impuesto específico que complemente las cotizaciones a la Seguridad Social.

De Guindos: "Las pensiones están perfectamente garantizadas"

Para De Guindos, no hay nada de qué temer: "Las pensiones están perfectamente garantizadas", ha sostenido pese a que el fondo destinado a ellas se ha reducido a la mitad que en 2011. Sin embargo, afirma que esa hucha volverá a llenarse "a medida que se cree empleo". El problema para el ministro es demográfico, ya que el ultimo año hubo menos nacimientos que muertes en España. No hace falta, pues, el impuesto que propone Sevilla, sino "seguir creciendo económicamente".

Sobre la natalidad le ha contestado Garzón a De Guindos: "Con sus políticas es imposible desarrollar una vida digna", ha dicho en referencia a la caída de nacimientos. Para el candidato de Unidos Podemos, hay que revertir las ultimas reformas de pensiones, ya que al desligarlas del IPC los pensionistas pierden poder adquisitivo, ha explicado para prevenir de que dentro de 20 años el poder adquisitivo será un 20% o un 30% menor".

Para Garicano, el problema de las pensiones está ligada a los bajos salarios, coincidiendo con Garzón, pero ha aprovechado para atacarle. "Entiendo que sus votantes estén desanimados", le ha dicho comparándolo con el modelo de Syriza en Grecia. Le ha acusado de hacer "políticas de gasto a lo loco" y de hacer "castillos en el aire" que acaban frustrando a la sociedad.

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