Vio, no lejos del camino por donde iba, una venta, que fue como si viera una estrella que, no a los portales, sino a los alcázares de su redención le encaminaba.


Así describe Miguel de Cervantes la venta que Don Quijote toma por castillo y en la que se arma caballero tras velar armas. Esta venta, situada en las cercanías Mota del Cuervo, Cuenca, ha sido atractivo para turistas y curiosos. Una foto en el lugar donde Cervantes sitúa el nacimiento del caballero Don Quijote era el objetivo de conductores que paraban su coche en la carretera Nacional 301, a la altura del kilómetro 131, donde se ubica la venta. Pero ya no lo podrán hacer más.

Ahora la venta se encuentra acompañada de un guardarrail que impide el acceso a ella. El arcén ya no es accesible y los conductores no pueden parar. Manuel Fernández-Fontecha, actual propietario de la venta, ha presentado una denuncia, a la que ha tenido acceso el diario Público, señalando la arbitrariedad en la colocación de la valla frente a su propiedad que, dice, prácticamente precinta el acceso a la venta y al resto de parcelas colindantes. Además, la ermita situada enfrente de la venta no tiene una valla de esas características.

Este “moderno Alcatraz”, como define el demandante en sus escritos al ministerio de Fomento y al gobierno de Castilla-La Mancha, haría imposible que hoy Don Quijote velara armas durante toda la noche en esa venta que creía castillo. Además, en la denuncia se destaca el agravio comparativo sufrido por esas propiedades, ya que otras del entorno con características similares no tienen valla alguna.

Además, el perjudicado ha presentado dos querellas, ante el TSJ de Castilla-La Mancha y ante el juzgado de instrucción de Quintanar de la Orden, contra los responsables de la colocación de la valla, incluída María Dolores de Cospedal, presidenta de la autonomía, según la documentación a la que ha tenido acceso Público.

El denunciante siente toda esta operación como una “persecución” con el único objetivo de conseguir que ponga en venta su propiedad, que podría, dice, llegar a ser explotada comercialmente como un reclamo aprovechando su vinculación al Quijote. La valla no solo supone un perjuicio para los curiosos de la venta, sino que “ni siquiera se pueden realizar obras en la fachada”, se lamenta Manuel Fernández-Fontecha.

"La Venta a la que nos estamos refiriendo la mantengo yo a mi costa aunque ha ido sufriendo un encarnizamiento de Carreteras creciente, lo que es de notar sobre todo a razón de que yo comunicara que no vendía a un desconocido, que dijo representar a un fondo de inversión que llamo a mi móvil que yo no vendía", concreta.

El pasado mes de junio la venta quedaba acreditada como la que aparece en la obra de Cervantes por el archivero e historiador Francisco Javier Escudero y la arqueóloga Isabel Sánchez Duque el pasado mes de junio.