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ICV apuesta por
un Estado catalán
soberano dentro de
una España confederal

La formación celebra una Convención Nacional en la que aprobará un marco programático que defiende la apertura de procesos constituyentes paralelos en Catalunya y en España. Apuesta por la confluencia de los partidos de izquierdas en los comicios catalanes, en un contexto de pérdida de apoyo electoral en parte por la irrupción de Podemos

La coordinadora nacional de ICV, Dolors Camats; el líder, Joan Herrera, y el portavoz en el Congreso, Joan Coscubiela. - EFE

MARC FONT

BARCELONA. - Una Catalunya soberana, pero no independiente, que cuente con su propia Constitución y tenga una relación de igual a igual con un Estado español que también debe activar un proceso constituyente. Ruptura del statu quo, soberanías compartidas y un nuevo modelo político, económico, social y territorial. A grandes rasgos así se puede resumir el proyecto político que Iniciativa per Catalunya (ICV) aprobará con toda probabilidad este sábado en su Convención Nacional, en marcha desde el viernes en Sabadell.

La propuesta de la formación ecosocialista hace especial hincapié en la cuestión nacional catalana, alejándose del federalismo descafeinado que defiende el PSOE pero sin apostar por la independencia, a pesar de que por primera vez no cierra la puerta a esta opción. El documento de ICV prioriza la creación de un polo de izquierdas para las elecciones catalanas del 27 de setiembre con la "ambición de disputar la hegemonía", en una llamada implícita a Podemos, y también defiende medidas de "cualidad democrática", como la "plena participación ciudadana", y la activación de un "plan de rescate social".

Alrededor de 900 delegados participan en la Convención Nacional de ICV, en un momento decisivo para la formación, que ha renunciado a sus siglas en Barcelona para confluir con otras fuerzas como Podemos, Equo, EUiA -su tradicional- y Guanyem en BCN en Comú, que ve como el partido de Pablo Iglesias se puede llevar gran parte de su electorado y que ha recibido críticas por la indefinición de su proyecto nacional.

Iniciativa per Catalunya llegó a la conclusión que el modelo autonómico "está agotado" y en el documento programático apuesta por que Catalunya sea un "sujeto político soberano que pueda determinar libremente su futuro" y pase de tener una relación de "subordinación" con el Estado a una relación de "igual a igual".

El partido encabezado por Dolors Camats -quien ha abierto la Convención exponiendo el balance de gestión- y Joan Herrera defiende que Catalunya se convierta en un Estado, que cuente con su propia Constitución, pero sin dejar de formar parte de una España dentro de un marco confederal, en la que una nueva Constitución establezca una posición singular y bilateral de Catalunya e incluya su reconocimiento específico como nación.

"Catalunya libremente tiene que establecer una relación con el Estado español, con quien tiene que poder compartir soberanía", expone el documento propuesto por la dirección y que se ha sometido a unos 60 debates territoriales. Para hacerlo posible, ICV considera que no basta con una "simple reforma de la Constitución española", sino que se trata "de un cambio profundo que implica un proceso constituyente en Catalunya, a la vez que un proceso constituyente en el Estado".

No cierra la puerta a la independencia

Según el último barómetro del Centre d'Estudis d'Opinió (CEO) -el equivalente catalán al CIS-, alrededor de un tercio de los votantes de ICV se declara independentista y esto explica, en gran parte, que el partido por primera vez no cierre la puerta a la independencia, a pesar de no ser su opción preferente. "Creemos que la mejor alternativa es un nuevo acuerdo con el Estado en base a una relación bilateral pero no cerramos la puerta a la independencia de Catalunya, como demócratas, si la sociedad catalana así lo manifiesta de forma mayoritaria y, como catalanistas, si persiste el cierre a modificar la situación actual y continua el proceso de recentralización y desmontaje del autogobierno", expone la propuesta que los delegados de ICV aprobarán este sábado. Con todo, el sector independentista del partido pretendía ir más lejos, como ha mostrado a través de sus enmiendas.

Como otras fuerzas, ICV opina que el régimen del 78 está en crisis y que ha llegado el momento de afrontar una reforma en profundidad de la Constitución española, que debería reconocer el "derecho a la autodeterminación". La formación catalana ve necesario implicarse en el probable proceso de cambio español, que también debe contar con la aprobación de una ley para regular -y permitir- el derecho a la secesión, "si es que una mayoría de una parte del estado así lo expresa en referéndum". En este sentido, el partido de izquierdas mantiene su apuesta por la celebración de un referéndum o una consulta para decidir el futuro político de Catalunya.

Polo de izquierdas el 27-S

El documento presentado en la Convención Nacional de los ecosocialistas defiende la celebración de elecciones anticipadas en Catalunya, porque después de la consulta del 9 de noviembre la "legislatura está acabada". ICV opina, además, que la consulta puso de manifiesto la "imposibilidad tanto del Estado como de la parte catalana de imponerse unilateralmente". A diferencia de lo que defiende el presidente de la Generalitat, Artur Mas, y su partido, CiU, los ecosocialistas ven las elecciones autonómicas del 27 de setiembre como "constituyentes" -en el sentido de que deben servir para abrir el proceso de elaboración de una Constitución catalana-, pero no "plebiscitarias".

Pero, sin duda, lo más significativo en el apartado dedicado a los comicios autonómicos, es la apuesta por constituir un "polo de izquierdas para una nueva mayoría", que tenga la ambición de "disputar la hegemonía" a CiU, a la vez que da por superadas las mayorías que se articulaban "alrededor del PSC". El partido aboga por la "confluencia de las izquierdas alternativas", en una llamada implícita a Podemos y en la línea de la candidatura que se ha construido en Barcelona con BCN en Comú, liderada por Ada Colau.

Más allá de su apuesta estratégica por la confluencia de la izquierda, la realidad es que las encuestas dibujan un escenario oscuro para el partido si concurre en solitario a las urnas. El último barómetro del CEO, publicado en diciembre, daba a ICV -en coalición con EUiA- entre 7 y 8 escaños, lejos de los 13 con los que cuenta ahora y también de los 9-11 que obtendría Podemos. Otros sondeos, como el publicado por La Vanguardia en diciembre, rebajan todavía más los resultados de ICV-EUiA.

Creación de un plan de rescate social

El documento programático que se vota en la Convención Nacional de los ecosocialistas también propone medidas para garantizar la "cualidad democrática", como una plena "participación ciudadana", que se debe conseguir mediante medidas como el referéndum revocatorio que permita la destitución de cargos públicos como los consejeros o hasta el presidente de la Generalitat, o el referéndum derogatorio, que permita suprimir una ley determinada.

A nivel económico la formación defiende la necesidad de crear "alternativas al capitalismo" y aboga por un suprimir los recortes en el sector público, por la reducción de la jornada laboral a 35 horas para repartir el trabajo y por la puesta en marcha de un New Green Deal, que define como un programa amplio para la inversión en "nuevas infraestructuras que ayudan a la transformación verde de la economía". Finalmente, también propone medidas inmediatas para abordar a las personas más necesitadas, a través de un plan de rescata social, que debe contribuir a reducir el paro, garantizar la seguridad alimentaria de toda los niños, garantizar el acceso universal a los suministros básicos y prohibición de los desahucios para "causas económicas sobrevenidas".

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