CÁDIZ.- En la Línea de la Concepción (Cádiz), conocen al Instituto Menéndez Tolosa como el Instituto Viejo. Su actual denominación recuerda a una figura del régimen. Tolosa fue gobernador militar en la zona a finales de los 50 y posteriormente jefe de la Casa Militar de Franco.

El Foro por la Memoria del Campo de Campo de Gibraltar lleva desde el año 2014 librando una dura batalla contra la administración para su cambio de nombre. “Estamos intentando que se haga justicia para que la Junta de Andalucía presione al Consejo Escolar del centro y cumpla la Ley de Memoria”, aclara a Público Juan León Moriche, miembro del grupo memorialista. Solo en la Línea hubo, al inicio de la guerra civil, más de 300 fusilados.

Moriche recuerda que el Instituto lleva toda la vida en la Línea de la Concepción. Casi 50 años. A pesar de la exigencia de muchos vecinos y del grupo memorialista, la Consejería de Educación no termina por zanjar el asunto. El Foro exige a Educación la aplicación del “artículo 15 de la Ley 52/2007 para la sustitución de la denominación del instituto Menéndez Tolosa, por otro nombre que no ofenda a las víctimas del franquismo ni a sus familiares”.

Tolosa ¿un héroes de cruzadas?

Ha sido tal la conmoción por este centro, que el propio ayuntamiento, gobernado por el grupo municipal La Línea 100x100, ha aprobado una moción para que este Instituto público de Enseñanza Secundaria tenga, de una vez por todas, un nombre constitucional. El comunicado del Foro argumenta: “Es hora de que se cumpla la ley. Por imperativo legal y por sanidad mental para las nuevas generaciones de estudiantes. No es posible que en España aún haya un instituto con el nombre de un general fascista que luego llegó a ministro de Franco. ¿Alguien ve concebible que en Alemania existiera un instituto con el nombre de Goebbels o Himmler? ¿Qué les dicen los profesores a los alumnos de La Línea que fue Menéndez Tolosa, un héroe de las cruzadas?”

Menéndez Tolosa ya participaría como militar durante la guerra civil española en la IV División de Navarra aplicando con dureza la política de exterminio a quienes se habían mantenido contrarios al golpe de estado. Finalizada la guerra, Tolosa ascendió en su carrera y se convirtió en uno de los jerarcas del franquismo. Primero gobernador y más tarde capitán general de las regiones militares de La Coruña y Burgos. Llegó a ser jefe de la Casa Militar de Franco y ministro del Ejército entre 1964 y 1969.

El “pasotismo” de la Junta de Andalucía

El mismo Foro se ha reunido en diversas ocasiones con el anterior Consejero de Educación, Luciano Alonso, quien le habría afirmado que tomaría partido. Ante la consulta directa a la Delegación de Educación en Cádiz señalan que no habrá cambio de nombre hasta que “el Consejo Escolar eleve la petición formado por padres, profesores, equipo directivo, y ayuntamiento. Tiene que haber una propuesta oficial. El Consejo Escolar propone nombre y los cambios de denominación”.

Sin embargo, Moriche aclara que se trata de una “falta de voluntad política”, ya que “si el centro ni el director toman cartas en el asunto, deberá de obligarlo el gobierno andaluz”, tal y como ocurrió con el centro de salud que llevaba el mismo nombre de Menéndez Tolosa.

El Foro por la Memoria reclama a la Junta la “urgente intervención” después de muchas cartas. “Al director del colegio le hemos dicho unas cuantas veces que si quiere vamos a hablar con los padres, los profesores, el consejo escolar o con quien haga falta para que se produzca el cambio de nombre, pero no nos han contestado nunca”.

La Línea, un municipio con especial sensibilidad a las víctimas

Más de 300 vecinos fueron fusilados en la Línea de la Concepción entre 1936 y 1939, cuando su población no superaba, por aquel entonces, los 35.000 habitantes. Sólo en las elecciones de febrero del 36, el 90% de los linenses votaron al Frente Popular lo que agudizó la feroz represión.

Historiadores locales recuerdan como en este municipio gaditano, pegado al Peñón, no hubo guerra civil, sólo genocidio. El mismo 19 de julio el pueblo de la Línea expresó su solidaridad a los militares leales a la República. Los concentrados seguían allí cuando irrumpió un grupo de tropas golpistas desde Algeciras disparando contra la multitud indefensa. Murieron casi un centenar de personas y otras tantas resultaron heridas. Fueron los primeros asesinados de un verano negro. La cifra aumentaría hasta 300 fusilados sin juicio previo, en ninguno de los casos.