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Iglesias enfría las expectativas de Podemos Andalucía de ganar autonomía

La dirección estatal advierte a Teresa Rodríguez de la “complejidad legal, técnica y organizativa” para delegar la gerencia de las finanzas a los territorios y el acceso a su censo.

El secretario general de Podemos, Pablo Iglesias (c), junto al secretario de Organización del partido, Pablo Echenique (d), y la secretaria general de Podemos Andalucía, Teresa Rodríguez (i), participa en un acto público en Córdoba. EFE

DANIEL CELA/ ALEJANDRO L. DE MIGUEL

Hace cinco meses que Teresa Rodríguez fue reelegida coordinadora regional de Podemos Andalucía por abrumadora mayoría, en unas primarias a las que concurrió con el “mandato” de las bases de desgajar la organización andaluza de la estatal, para así obtener más autonomía política, orgánica y financiera. No se fijó un plazo para lograrlo. Su adversario en aquellas primarias, el exsecretario de Organización estatal, Sergio Pascual, sí lo hizo: en el documento de su candidatura aparecía un plazo de “tres meses para obtener un número de CIF propio, y que Podemos Andalucía empezase a funcionar como una organización política autónoma”. Rodríguez no se puso fecha, pero tampoco esperaba que el asunto se “eternizase en el tiempo”.

La dirección estatal reconoce que los avances en materia de descentralización están siendo “lentos”, pero advierte de “la gran complejidad técnica, organizativa y jurídica”

Podemos Andalucía creó tres comisiones para negociar con la dirección de Pablo Iglesias: una jurídica, otra organizativa y la tercera política. En cada comparecencia pública, Rodríguez se enfrenta a preguntas de los periodistas sobre los avances hacia la autonomía política plena de su organización, compromiso firme de su candidatura, y suele responder que existe un diálogo permanente con Madrid. Finalmente, hace unos días anunció que la Secretaría de Organización estatal de Podemos había autorizado un primer “traspaso de poderes”, en palabras de un miembro de su directiva, que les permitiría gestionar sus propias finanzas y acceder al censo de inscritos en su región.

Rodríguez sostiene que desde esta semana Podemos Andalucía ostenta la gerencia de sus cuentas, a cambio de aportar una parte de sus fondos a la bolsa común de solidaridad para los territorios con menor financiación. Se trataría de una cesión de poderes acorde al modelo organizativo que se aprobó en Vistalegre II, según la propuesta ganadora de Iglesias, la más centralista de las tres que concurrieron a la Asamblea Ciudadana de Podemos -según la propia Rodríguez-.

La coordinadora andaluza cree que han avanzado un paso más hacia la descentralización, pero aún lo considera “insuficiente”, puesto que su compromiso con las bases fue lograr “el máximo de competencias posibles". Una fórmula de partido similar a la de Izquierda Unida convocatoria por Andalucía, o el propio PSOE andaluz, que funcionan como federaciones autónomas, ligadas a una organización estatal.

Sin embargo, la dirección estatal de Podemos ha enfriado las expectativas de la gaditana, y asegura que ni la cesión del censo ni el control de las finanzas propias por parte de los territorios se han hecho efectivas aún. Desde la dirección estatal reconocen que los avances en materia de descentralización del partido están siendo “lentos”, sobre todo en la cesión del control financiero y del censo, y advierten de “la gran complejidad técnica, organizativa y jurídica” que requiere este proceso.

La Secretaría de Organización está diseñando un programa legal e informático que permitirá a cada territorio el acceso a su parte del censo de inscritos a través de un sistema de permisos para todas las comunidades, pero insisten en que los respectivos censos no estarán disponibles para cada región hasta que dicho programa informático esté operativo. “Se hará, pero llevará un tiempo hacerlo”, advierten estas fuentes.

Respecto a la autonomía financiera, la complejidad es más jurídica que técnica. Cualquier delegación territorial de Podemos podría tener una cuenta corriente, pero ésta pertenecerá en última instancia a la dirección estatal y a sus responsables legales, puesto que ningún territorio está registrado con número de CIF propio, y por tanto carece de personalidad jurídica propia para abrir su propia cuenta bancaria. “Sin un CIF propio, dependes en todo de Madrid”, avisan desde la dirección estatal. Podemos Andalucía sí tiene CIF propio como grupo parlamentario.

En busca de la plurinacionalidad

El problema principal para avanzar hacia la descentralización se ubica en la comisión política. Ahí sí hay “un atasco”, reconoce Rodríguez, por la dificultad de encontrar la fórmula para encajar el modelo organizativo de Iglesias, que tiene el respaldo mayoritario de la Asamblea Ciudadana estatal, con la fórmula autónoma de Rodríguez, que obtuvo el apoyo abrumador de la Asamblea Ciudadana andaluza. Ambas mayorías son legítimas, pero en este momento los documentos se contradicen, al menos en parte. En este punto está anclada la negociación, y de esto se habló el viernes en la reunión de trabajo entre la ejecutiva de Rodríguez y la secretaria de plurinacionalidad de Podemos, Meri Pita.

La visita de Pita a Sevilla fue la primera de otras muchas que hará por los distintos territorios, como parte del arranque de la actividad del Consejo Plurinacional, en la gira "Un país de países". Fuentes de la dirección estatal subrayan que el proceso se encuentra “en una primera etapa de debate”, en la que se trata de ir construyendo el modelo de “país de países”, y de esbozar la “configuración entre territorios”, para cuando lleguen al Gobierno. Andalucía abrió el debate, porque aquí la organización ya ha celebrado primarias y se acaba de renovar la ejecutiva. Pita acudió a Sevilla, sobre todo, a “escuchar” las inquietudes y distintos puntos de vista de los territorios. Pero las mismas fuentes advierten de que la Secretaría de Plurinacionalidad “no se va a extralimitar” del modelo organizativo que se aprobó en Vistalegre II.

El pasado febrero, la corriente de Teresa Rodríguez dentro de Podemos -Anticapitalistas- concurrió a la Asamblea Ciudadana, conocida como Vistalegre II, con una propuesta de partido muy descentralizado, instando a la dirección central a delegar en los territorios la capacidad de elegir a sus propios candidatos en las elecciones, decidir sus alianzas políticas con otras formaciones, administrar sus recursos, tener acceso directo al censo de inscritos en su región y potestad para comunicarse con ellos. Este formato no sólo no venció en Vistalegre II, sino que fue rotundamente aplastado por la candidatura de Iglesias, la que menos apostaba por una estructura de partido descentralizada.

Con estos mimbres, Teresa Rodríguez abrió la negociación con Madrid para obtener la ansiada autonomía para Podemos Andalucía. Otros territorios la secundaban, como Navarra, Asturias y La Rioja. En Catalunya, la historia era distinta, porque allí Podemos iba a rebufo de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que finalmente ha optado por mantener su independencia respecto a la formación morada, y crear un partido propio.

El diálogo entre la dirección andaluza y la estatal, conducido por el secretario de Organización, Pablo Echenique, no ha logrado hasta el momento plantear un calendario claro para dotar de autonomía a Podemos Andalucía. La posición de Rodríguez es firme y no deja lugar a dudas -“Lo vamos a hacer sí o sí”- pero los tiempos se dilatan, y el entorno de Echenique trabaja más en una fórmula para “compartir poder con los territorios” que para conceder autonomía política plena a las regiones.Según el relato de la dirección andaluza, podrían ganar margen de maniobra y capacidad de decisión, pero la dirección estatal seguiría tutelando de alguna forma a los territorios desde Madrid.

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