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Ignacio Fernández Toxo: "No me preocupa en absoluto un sindicato de Podemos"

CRISTINA S. BARBARROJA

Dice que todavía no sabe qué va a hacer, si seguirá o no el camino de Cándido Méndez que la semana pasada confirmaba su próxima retirada. Si bien es cierto que, en comparación con su colega de la UGT, este ferrolano de 62 años es casi un recién llegado, los tiempos, la corrupción o el descrédito institucional generalizado les han equiparado a ambos cual punching ball del hastío ciudadano.

No lo niega el secretario general de CCOO que este mismo fin de semana tenía que hacer frente al rechazo de las Marchas de la Dignidad que acusaron a las centrales mayoritarias de 'contraprogramar' sus concentraciones en demanda de 'pan, trabajo y techo'.

Ignacio Fernández Toxo no tiene cuenta en Twitter, pero toma prestada la de CCOO para nuestra conversación que -difícil contener a un sindicalista- se prolonga mucho más allá de los 140 caracteres...

¿Qué les ha pasado con las Marchas de la Dignidad? ¿Por qué no les querían en el 29N?

Ellos sabrán. Pero hay organizaciones sindicales muy minoritarias en nuestro país que compiten. Y estamos en proceso electoral. CCOO no puede hacer dejación de sus funciones y el 29 estuvimos en la calle con todo nuestro potencial.

Contra los Presupuestos Generales del Estado, que son...

Que NO son los presupuestos que necesita este país para salir de la crisis. Continúan una tendencia de ajuste de la economía y de ajuste del modelo social que ya se ha reducido sensiblemente en este periodo. Son los presupuestos de la resignación, con regalos fiscales a los sectores más ricos, que van a debilitar aún más nuestras posibilidades de generar empleo.

De todas formas, el sindicalismo atraviesa sus horas más bajas. Los trabajadores necesitamos más que nunca de su esfuerzo y sin embargo...

Eso se afirma, pero yo no lo estoy viendo en las elecciones sindicales. Evidentemente estoy preocupado por el nivel de descrédito institucional que también afecta a los sindicatos. Y por eso hace tiempo que nos estamos repensando. En CCOO estamos en pleno proceso de transformación.

En el ámbito del trabajo, que es la parte menos visible de la acción sindical, los trabajadores sí valoran y mucho el hecho sindical. El problema es que tenemos 6 millones de parados que son un lastre para todo y que dificultan también la acción sindical.

¿En ese lastre no habría que meter también a los 6 de CCOO que se lucraron con las tarjetas black?

Claro que sí. Nos afecta. Y aunque hemos sido radicales a la hora de tomar las medidas que creíamos que había que tomar, nos ha erosionado. Pero estos días, por ejemplo, he visto a los trabajadores de Bankia votando de forma consecuente y muy responsable. Lo que se valora -supongo- es la acción de los sindicalistas que están directamente en el ámbito de la empresa.

¿Saldrá CCOO de los consejos de administración de las empresas, como propuso?

Propuse otra medida de mayor calado, aunque sé de las dificultades que tiene. Se trata de sustituir el actual sistema de participación sindical en la empresa, que es muy limitado, afecta al 00,1% de las empresas, por un sistema renovado de presencia sindical en la empresa. Por simplificar: el modelo alemán podría ser una vía.

Además, con lo anunciado la semana pasada por Rajoy en el Congreso, la corrupción igual ya es historia....

Desde luego que no. España necesita una catarsis y abordar una reforma de la Constitución para dar un nuevo impulso democrático al país.

¿Es usted pues de la teoría de que el modelo de la Transición está agotado?

Lo vengo diciendo desde hace 2 años, aunque no reniego de aquel periodo. Se hizo lo que se pudo hacer dentro de lo que convenía, con una Constitución avanzada para su tiempo que, sin embargo, dejó asignaturas pendientes...

¿Cómo cuáles? ¿Por dónde hay que empezar a cambiarla?

Primero: integrar la idea de Europa. España elaboró una Constitución cuando faltaban 8 años para entrar en la UE. Hoy ya estamos allí. Hay que dar oportunidad a la ciudadanía para que elija si quiere vivir en una monarquía u otro tipo de sistema Y hay que profundizar los elementos de participación ciudadana que han quedado muy limitados.

El programa económico de Podemos ¿le gusta?

No he tenido ocasión de leerlo, sólo he visto las referencias de los medios de comunicación. Pero hay cosas que me gustan, suenan bien, y otras que van a tener que ajustar mucho aún. Me quedo con una cosa: antes se hablaba de renta básica, ahora de algo parecido a lo que CCOO viene reclamando desde hace tiempo: la renta mínima garantizada sometida a prueba de rentas

¿Es usted de la opinión de los que creen que la izquierda debería converger?

Sería muy conveniente. Alejada de viejas historias, de frentes populares, una confluencia ciudadana me parece importante...sobre todo teniendo en cuenta el vaciamiento democrático que se está produciendo en nuestro país. Gobiernan entes que no se someten al escrutinio popular. Y creo que la regeneración vendrá por la izquierda o no vendrá.

¿No le preocupa Somos... u otro sindicato de Podemos?

No me preocupa en absoluto. Hay espacio suficiente para seguir afiliando trabajadores y trabajadoras. Bienvenido sea quien agrupe a la gente y le anime a organizarse. Pero en el mundo sindical también convendría hacer una reflexión.

Más que la vuelta a fórmulas del pasado, de sindicatos próximos a partidos, habría que preguntarse si no estamos en el momento de iniciar un proceso sindical constituyente que rompa esta dinámica de atomización tradicional en el mundo del trabajo en España.

¿Cuánto va a echar de menos a Cándido Méndez?

Que yo sepa aún le quedan dos años, o un año y medio. Para ese tiempo habrán pasado muchas cosas. No creo llegue a echarle de menos porque va a seguir trabajando.

¿No irá a seguir Fernández Toxo el camino del líder de UGT?

No. Tenemos el Congreso ordinario en las proximidades del adelantado de UGT. Aún no sé lo que haré; es muy pronto.

Es el fin de una época....

Sí. Hay un nivel de agotamiento de una generación que viene de la época de la Transición. Estamos en pleno proceso de renovación, pero esto no es malo. Todo lo contrario.

A Ana Mato igual la echaba de más...

Hemos tenido mucha menos relación de la que hubiera sido necesaria por la importancia del sistema sanitario de este país. No sé si serán mejores quienes lleguen. Ella deja como herencia el desmontaje del sistema público español

Ajústese a los 140 para una última reflexión. El futuro de este país es...

El futuro será el que quiera la gente. Y si la gente decide organizarse y provocar dar un salto cualitativo lo logrará. Porque este país tiene potencial suficiente para aspirar a un futuro bastante más luminoso que este aciago presente que tenemos.

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