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Ignacio González
y el mitin discreto

La tipología de eventos electorales acoge desde este miércoles una nueva modalidad recién patentada por el PP en Madrid: el mitin discreto. Consiste esencialmente en un acto semiclandestino del que la prensa se entera con menos de un día de antelación y al que los militantes son convocados por teléfono. Ni un anuncio, ni un cartel con un dibujo seductor del interviniente del estilo del de Cañete inspirado en Nueve semanas y media. El procedimiento, aunque eficaz, no es del todo perfecto.

-¿Quién actúa?-, le preguntaba a un joven de la organización uno de estos militantes, apoderado de toda la vida del partido.

-Ignacio González y Pilar del Castillo, que fue ministra-, responde.

-Es que me han contado que venía también una secretaria-.

-¿Cospedal? Pues para mí sería una sorpresa, pero no me han dicho nada-, contesta el chico, tan perplejo como el abuelo.

El salón del centro cultural Fernando Lázaro Carreter de Carabanchel, el barrio más populoso de Madrid y de toda España, se llenó con este boca a oreja 4G a la espera quizás del bombazo. Y es que el día anterior, con Esperanza Aguirre en la palestra, dos activistas de Femen le dieron a voces el recadito que llevaban escrito en sus tetas. Bastaba, sin embargo, con escrutar detenidamente a la concurrencia para concluir que esta tarde no caería esa breva, salvo que el grupo hubiese captado entre la tercera edad nuevas adeptas.

Todo se resolvió en apenas 45 minutos, porque lo bueno si breve es la leche aunque no esté Cospedal. Así que después de que la telonera Pilar del Castillo, quinta en la lista del PP a las europeas, leyera la propaganda del partido con una metáfora olímpica dedicada al PSOE -'nos han pasado un testigo de una tonelada y hemos tenido que correr por arenas movedizas'-, el público se dispuso a escuchar al presidente madrileño y su oratoria un tanto aznarina

González no visitaba Carabanchel desde la Navidad del año pasado, cuando la organización regional celebró allí una cena y las Nuevas Generaciones del distrito perpetraron una carta a los Reyes Magos en la que pedían a Melchor que le ayudara a conseguir Eurovegas, a Gaspar que acabara con la corrupción y a Baltasar que velara por la unidad de España. Una prueba más de que los Reyes Magos son los padres.

González tiene muchas virtudes, la principal su habilidad para comprar áticos de lujo a bajo precio

El presidente de Madrid tiene muchas virtudes, esencialmente su capacidad para comprar áticos de lujo a bajo precio a testaferros de empresas radicadas en paraísos fiscales. No obstante, entre ellas no está la de emocionar al auditorio ni aun en el día en el que el fiscal había informado de que lo de su ático no es delito sino pasión por las playas de Estepona, y se le presumía feliz como una perdiz.

Puede que González pretendiera llegar al mismísimo corazón de los allí presentes con sus mensajes, pero el hecho es que carece por completo de puntería. Así que se decidió por lo sencillo: el PSOE es malo y el PP bueno, o ésta otra variante: 'Los Gobiernos socialistas terminan siempre con más paro, más deuda y más ruina y los del PP resuelven el desaguisado y colocan a España donde se merece'.

Según el adjunto de Esperanza Aguirre ascendido a presidente, la prueba irrefutable de que el socialismo está periclitado es Hollande, 'que ha tenido que poner a un medio español -lo cual no está mal-, a un socialista liberal para aplicar las mismas políticas que hacemos aquí'. Con eso y con su 'no queremos una Europa que se parezca a Andalucía' estaba casi todo dicho.

En los actos del PP de Madrid, se cita más a Aznar y a Zapatero que a Rajoy, cuyo nombre sólo se pronuncia en defensa propia

Se cumplía el guión de lo que serán en esta campaña los mítines del PP, una especie de testamentaría donde sólo se habla de la herencia recibida. Y también de lo que serán los del PP de Madrid, en los que se cita más a Aznar y a Zapatero que a Rajoy, cuyo nombre únicamente se pronuncia en defensa propia. González, que está empeñado en ser el candidato a las autonómicas del próximo año y que lo tiene entre crudo y poco hecho, sólo le mencionó en una ocasión por eso del qué dirán.

O tal vez en dos. Fue casi al terminar, cuando afirmó que 'el fútbol está muy bien pero hay que ir a votar'. ¿Quiso afear a Rajoy cuando este martes afirmó que su obligación era viajar a Lisboa el día de reflexión para presenciar en directo la final de la Champions? Si fue una indirecta, el veterano apoderado del PP no la captó. Aún tenía esperanzas de que apareciera Cospedal, la secretaria.

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