Resulta chocante que la oposición tenga que llegar a estos extremos para que el Gobierno dé explicaciones sobre el caso de corrupción que afecta a su partido, es decir, el caso Bárcenas. Pero no ha quedado más remedio después de que el pasado martes el Grupo Parlamentario Popular volviera a atrincherarse en la Mesa del Congreso y vetara dos interpelaciones de PSOE y la Izquierda Plural (IU-ICV-EUiA-Cha) sobre el tema. Ambos grupos volvieron a probar este jueves presentando al presidente del Congreso, Jesús Posada, sendos textos generales -en los que obviamente no aparece el nombre del extesorero - con los que solicitan al Gobierno tener un debate sobre corrupción y regeneración democrática.

'El texto no es que sea aséptico, pero pide tener un debate sobre corrupción y regeneracion política, sin nombrar claro está a Bárcenas, por lo no le ha quedado más remedio que aceptarlo', dijeron fuentes de IU a Público. En su interpelación la Izquierda Plural hace referencia a 'los casos de corrupción, delitos fiscales [...] el goteo de irregularidades en distintas Administraciones Públicas y la acumulación de graves escándalos de corrupción vinculada a la financiación ilegal de partidos políticos' que están dañando 'la credibilidad de las instituciones y de la política'.

Asimismo, incide en que 'la corrupción en España ha sido y es inseparable de los desvaríos de un modelo productivo, económico y financiero que ha alimentado la especulación y las prácticas delictivas' y que 'tal y como se afirma en el Convenio Penal sobre la Corrupción, del Consejo de Europa, esta actividad delictiva constituye una amenaza para la primacía del derecho, la democracia y los derechos humanos [...] y pone en peligro la estabilidad de las instituciones democráticas y los fundamentos morales de la sociedad.

Por último, y 'ante una situación como la descrita, nuestro Grupo Parlamentario presenta esta interpelación urgente sobre regeneración democrática y lucha contra la corrupción política'.

Posada aceptó a primera hora de la tarde tramitar la interpelación y desde IU se felicitaban porque esta vez sí o sí el tema Bárcenas volverá al Congreso y no estará sólo en la boca de los diputados de la oposición. El reglamento de la Cámara establece que Posada debe ser el encargado de hacer este trámite y tan sólo en los casos en los que infiera que puede haber algún tipo de irregularidad, convoca a la Mesa para debatir.

La Mesa, por 'el juego de las mayorías' como dijo el martes con tono de superioridad el portavoz del PP, Alfonso Alonso, acabaría eliminando cualquier posibilidad de debate que pueda incomodar al presidente, Mariano Rajoy. Hasta ahora habían argumentado que ninguna de las interpelaciones anteriores se ajustaba al Reglamento de la Cámara porque no trataban sobre 'los motivos o propósitos de la conducta del Ejecutivo' en las cuestiones de política general.

A última hora, el PSOE también volvió a la carga y con otro texto general, consiguió que Posada aceptara la interpelación. En cualquier caso, es de esperar que el PP aproveche también la oportunidad y ataque por el flanco de los ERE en Andalucía, con lo que el Pleno de la semana que viene se antoja encendido.

Lo que ocurrió el martes es la prueba irrefutable de que el PP se ha conjurado para que el Congreso no hable de Bárcenas porque además de vetar las interpelaciones de PSOE e Izquierda Plural, también se opusieron a aceptar los recursos de ambos grupos contra la decisión del órgano de Gobierno de la Cámara de enterrar otras dos demandas presentadas en agosto. Al mismo tiempo se cerraron en banda a abrir una comisión de investigación sobre el accidente en Santiago y a que Rajoy explicar la posición oficial del Gobierno sobre el conflicto en Siria.