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Izquierda Unida insiste en una confluencia cada vez más estancada

Alberto Garzón busca la ratificación del máximo órgano de la coalición para concurrir a las primarias de Ahora en Común. Podemos no varía su postura a dos meses de las elecciones

Alberto Garzón./ EUROPA PRESS

MADRID.- El candidato de Izquierda Unida a la Moncloa, Alberto Garzón, presentará este sábado ante el Consejo Político Federal de la organización su informe sobre la convergencia para las elecciones generales del próximo 20 de diciembre. El diputado busca la ratificación por parte del máximo órgano de IU de su hoja de ruta para la convergencia, que pasa, invariablemente, por presentarse a la primarias de Ahora en Común.

Sin embargo, el incierto camino está lleno de obstáculos. El primero son los plazos previstos. Garzón tendrá que registrar su candidatura a Ahora en Común la próxima semana (el plazo termina el miércoles día 7) para unas votaciones que tendrán lugar entre el 16 y el 20 de este mes. Los resultados provisionales se conocerán el día 21 pero no será hasta el sábado 24 cuando se proclame oficialmente el candidato.

Por otro lado, la división en la izquierda; más acusada que nunca desde que comenzó la crisis económica y los distintos procesos de confluencia que se han intentado llevar a buen puerto desde entonces para llegar al Gobierno. 

¿Qué queda de Ahora en Común?

Ahora en Común (AeC) es el único espacio de confluencia en el que trabaja Izquierda Unida. De hecho, ya es la única formación más o menos relevante que queda en esta plataforma ─en el caso madrileño─ junto a algunos participantes independientes. Después del abandono de sus promotores, denunciado su utilización partidista; la renuncia de Equo a concurrir a sus primarias por suponer un obstáculo a la alianza con Podemos y la aparición de manifiestos que piden la superación de este espacio, Ahora en Común Madrid parece quedar más debilitada si cabe. Según afirma Emmanuel Rodríguez, uno de los promotores que abandonó AeC la pasada semana, "en este espacio sólo quedan las distintas familias de IU y algunos independientes. No es una candidatura de unidad popular. No hay movimiento ciudadano, sólo queda un partido en descomposición peleándose de forma ridícula".

Alberto Garzón, sin embargo, asegura que se presentará a sus primarias, de carácter estatal, una postura que choca frontalmente con la de Podemos, sólo dispuesto a llegar a acuerdos provinciales y a dejar algunos huecos en su lista electoral. En lugares como Andalucía, el acercamiento también se encuentra estancado, y ni siquiera los propios dirigentes federales de IU saben a ciencia cierta cómo va este proceso en otras regiones.

Según fuentes de IU consultadas por este periódico, esta hoja de ruta no se va a modificar, esté Podemos o no en ella. "Con nuestras cuentas y las encuestas, podemos tener al menos tres diputados en las generales, aunque no esté Podemos con nosotros", apunta una fuente en la organización. Otros critican la estrategia emprendida por Garzón y opinan que lo que realmente pretende es entregar lo que queda de IU a Podemos.

Es el caso de Izquierda Abierta, el partido de Gaspar Llamazares, que se integra en IU. Tras la expulsión de la Ejecutiva de IU de su coportavoz, Montse Muñoz, las relaciones están aún más tensas. Nunca fueron partidarios de la hoja de ruta de Garzón ni de confluir con Podemos. De hecho, en un acto por la unidad de la izquierda el pasado miércoles, el diputado asturiano de IU cargó con dureza contra la formación morada y sus "tics aprendidos de la vieja política". Ante de empezar también criticó a Garzón, de quien afirmó que "sólo mira a Podemos" y que es "incapaz de organizar su proyecto y a su propia gente". Es posible que este sábado, algunos de los militantes de Izquierda Abierta dejen sus cargos orgánicos en IU, según fuentes.

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