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Jabugo, un paraíso para el cambio de chaqueta política

El trajín de chaquetas políticas en Jabugo (Huelva) en los últimos años ha terminado por difuminar el significado de las siglas de los partidos.

ÁNGEL MUNÁRRIZ

Ahora que el Pacto Antitransfuguismo acaba de reunirse, y con el PSOE y el PP arrojándose las vergüenzas ajenas a la cara y obviando las propias para no ceder ni una sola plaza purgando a sus traidores, el caso del pueblo del jamón, considerado oficialmente como transfuguismo desde julio de 2007, actúa como un pesado lastre para los socialistas, que mantienen el apoyo a su alcalde pese a que gobierna con un concejal díscolo del PP.

José Luis Ramos ganó las municipales con mayoría absoluta en 2003 bajo las siglas del Partido Andalucista (PA); en febrero de 2006, dejó este partido y pasó a ser independiente, estación previa a su ingreso en el PSOE con buena parte de su equipo; en mayo de 2007 se presentó por los socialistas y, pese a dejar a cero a las siglas andalucistas que antes representaba, su victoria no fue lo suficientemente holgada; IU, que en Huelva se declara exenta de la obligación que impone el “pacto de progreso” con el PSOE firmado en Andalucía, estudiaba apoyarse en el PP para obtener la Alcaldía; entonces, el que había sido candidato conservador, Manuel Carvajal, se opuso a votar a IU, en contra del criterio de su partido, y se integró en el Gobierno local socialista como edil no adscrito y primer teniente de alcalde, responsable del área de Comercio y Empresa.

El vodevil no se agota ahí. Carvajal, que niega ser tránsfuga, sigue declarándose pepero de pura cepa, e incluso abona las cuotas del partido y exhibe los recibos de la caja de ahorros El Monte para probarlo. Consultada por Público, la dirección provincial del PP afirma que fue expulsado tras integrarse en el Gobierno local. Carvajal, propietario de una empresa de derivados del cerdo, asegura que se presentará como candidato a la Alcaldía en 2011, pero no sabe representando a qué partido.  Su espantada lo ha enemistado abiertamente con el otro concejal del PP, Gabriel Bustamante, que permanece fiel a la disciplina de su partido.

“No es transfuguismo”, afirma la secretaria de política institucional del PSOE de Huelva, María José Rodríguez. La versión de los socialistas es que Ramos hizo una “propuesta global de acercamiento” a IU y PP, a la que sólo respondió un edil. “Se incorporó él como se hubiera incorporado a cualquiera dispuesto a trabajar por Jabugo”, dicen en el PSOE. Su secretario general en Andalucía, Manuel Chaves, también ha negado que haya caso.

Los socialistas, tras un año sin tomar cartas en el asunto, han logrado ahora que la comisión de expertos del Pacto Antitransfuguismo estudie nueva documentación. No obstante, Antonio Hernando, secretario de Ciudades y Política Municipal, llegó a admitir esta semana que su partido estaba “tardando demasiado” en actuar. Público intentó, sin éxito, contactar con el alcalde.

Los dos principales partidos nacionales se reparten la mayoría de los diez casos de transfuguismo declarados en la última reunión del pacto contra este fenómeno, así como de los cuatro certificados por la comisión de expertos. Jabugo pasa al PSOE una factura política notable, porque el PP usa el caso para ridiculizar las presiones los socialistas andaluces para que expulsen a los díscolos que les permiten gobernar en El Puerto de Santa María y Chiclana, que suman más de 160.000 habitantes y son dos de los mayores focos turísticos de Cádiz.  

Jabugo es un pueblo de apenas 2.500 habitantes cuya importancia radica en su condición oficiosa de capital del jamón, con empresas como Sánchez Romero Carvajal y numerosos mataderos. El Ayuntamiento aún no ha aprobado su Plan General de Ordenación Urbana, donde el suelo industrial despierta incendiadas codicias. Ángel Fernández, portavoz de IU, afirma que, en ese contexto, el PSOE “hubiera hecho cualquier cosa por gobernar”. “Todo el Gobierno es tránsfuga. La mayoría de los concejales del PSOE eran del PA”, denuncia Fernández.

La postura del PSOE se basa en que Carvajal no votó a Ramos en el pleno de investidura, sino a sí mismo. Cada grupo respaldó a su candidato: 5 ediles al PSOE, 4 a IU, 2 al PP. “No les hacía falta Carvajal para gobernar, pero ahora sí para la mayoría absoluta”, explica Fernández.

«Sobre mí no manda nadie»

¿Por qué desobedece al PP y gobierna con el PSOE?
Querían destruir Jabugo. ¡Cómo iba a pactar yo con IU, si llevan al pleno mociones contra los paraísos fiscales o contra el dinero nazi! ¿Qué tiene que ver eso con Jabugo? IU se dedica a destruir. No podía.

¿Ve compatible su condición de empresario con la de concejal de Empresa?
Claro. Yo uno lo que estaba desunido, el Ayuntamiento y las empresas. Y no cobro un duro en el Ayuntamiento. Se me eligió por la amistad que me une a los empresarios. Vine aquí hace 40 años a luchar por Jabugo. Y es lo que hago. Sin nadie que mande sobre mí, porque yo amo la libertad.

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