MADRID.- Una gran mujer y una gran jurista. Así describió María Dolores de Cospedal a Concha Esquejel -como cariñosamente se refirió a ella- en el acto de imposición de la máxima distinción judicial, la Gran Cruz de San Raimundo de Peñafort, que Castilla-La Mancha decidió otorgar a la jueza en marzo de 2014.

Hoy Concepción Esquejel preside la Sala Segunda de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional -dominada por jueces conservadores-, a la que por reparto le ha tocado juzgar la trama Gürtel instruida por el juez Ruz. Hasta el año pasado, Esquejel fue vocal del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) a propuesta del PP, después de presidir la Audiencia Provincial de Guadalajara.

Salvo sorpresa, será ella misma la que presida el juicio, ya que cuando accedió a la presidencia de la sección decidió presidir todos los juicios que llegaran a ella. Este criterio no es habitual, pero fue el que Espejel impuso cuando llegó al puesto.

Cospedal y Espejel no han ocultado la cercanía entre ambas; la presidenta de Castilla-La Mancha calificó de "honor y privilegio" imponerle la condecoración por los servicios prestados a su comunidad al frente de la Audiencia Provincial de Guadalajara a la jueza en el discurso que dio en el acto.

En la sección que juzgará la Gürtel se encuentran además el exportavoz del CGPJ Enrique López, quien fue designado por el PP para dicho cargo y, posteriormente, como magistrado del Tribunal Constitucional hasta que cesó por ser descubierto conduciendo ebrio una moto.

Otros de los magistrados que podrían formar parte del tribunal son Julio de Dieg y Ángel Hurtado, así como José Ricardo de Prada, el único miembro progresista y asociado a Jueces para la Democracia.