La presidenta de la Audiencia de Madrid, Ana Ferrer, ha sido elegida este jueves magistrada de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. Ferrer, una magistrada de prestigio que ejerce como jueza desde hace 30 años, ha sido elegida por el Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por 13 votos de los 21 miembros totales del Pleno.

Es la primera vez que una mujer llega a la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo en sus más de 200 años de historia. En España hay 5.037 jueces y juezas en activo y el 50,1% son mujeres con una edad media —ellas— de 44,7 años frente a los más de 50 años de los hombres. Sin embargo, a medida que se sube en la escala del poder judicial las juezas desaparecen. En el Tribunal Supremo sólo hay diez magistradas, de los 80 magistrados que lo componen. No hay ninguna presidenta de Sala entre ellos. Entre los 17 presidentes de Tribunales Superiores de Justicia, sólo hay una mujer, Pilar de la Oliva, la presidenta del TSJ del País Valencià.

De los 48 presidentes de las Audiencias Provinciales, sólo hay 9 mujeres. Una de ellas era Ana Ferrer, la nueva magistrada de la Sala de lo Penal del Supremo.

Miembro de Jueces para la Democracia, Ferrer ingresó en la carrera judicial en 1984. Ejerció en juzgados de primera instancia e instrucción de Linares, Aranjuez y Leganés. Fue nombrada titular del juzgado de instrucción 16 de Madrid en 1989, hasta que en 1996 pasó a integrar la Audiencia Provincial de Madrid, que juzga los casos más graves con penas superiores a cinco años de cárcel. En diciembre de 2008 fue nombrada Presidenta de la Audiencia Provincial de Madrid, cargo que ocupa en la actualidad.