Pedro Sánchez tiene prisa o, tal vez, la seguridad ya de que podrá contar con ERC en la investidura y salir elegido, al tercer intento, como presidente del Gobierno. Sólo eso explica haber fijado su encuentro con el jefe del Estado para la designación de un candidato a la Presidencia del Gobierno veinticuatro horas después de la reunión clave que las delegaciones del PSOE y de ERC mantendrán el próximo martes, día 10 de diciembre.

Lo más probable es que el mismo miércoles, día 11 de diciembre, el monarca designe a Pedro Sánchez como candidato a presidente del Gobierno, por lo que el dirigente socialista tendrá varios días ese semana para mantener contactos de carácter ya oficial con los dirigentes de los principales partidos en la Cámara Baja.

De ser fructíferas esas reuniones y contar con los apoyos necesarios, se podría fijar el pleno de investidura para la semana del 16 de diciembre. Eso sí, lo que aseguran desde fuentes del Gobierno es que no se irá a otra investidura fallida y sólo se dará el paso si se tienen cerrados los votos suficientes.

Todo esto puede aumentar la presión sobre ERC, aunque de hecho en círculos del Gobierno y del PSOE se cuenta ya con la abstención de los republicanos catalanes en la investidura. Es más, según fuentes consultadas, Sánchez recibió información desde distintos ámbitos, antes de la conferencia de prensa que celebró el miércoles en Londres, de que tendría el respaldo de los republicanos catalanes a su investidura, lo que vino a evidenciar en su intervención ante los medios de comunicación.

Cambio en la agenda del jefe del Estado

Es tan clara la operación política diseñada por La Moncloa y el convencimiento de que saldrá adelante la investidura, que el jefe del Estado se ha visto obligado a suspender su viaje a Buenos Aires para asistir a la toma de posesión del nuevo presidente argentino, que estaba previsto para el 10 de diciembre.

No obstante, desde algunos sectores del PSOE se quiere rebajar el optimismo que se ha instalado desde la última reunión con ERC y se sigue optando por la prudencia en cuanto a la fecha de investidura y el apoyo de los republicanos catalanes, que habitualmente suelen ser imprevisibles en sus decisiones finales.

Además, toda esta situación está provocando gran malestar en las filas de ERC que, además, afronta su 28º Congreso el próximo 21 de diciembre. Hay preocupación entre algunos dirigentes de Esquerra que dicho cónclave pueda convertirse en un controvertido debate sobre el apoyo a la investidura de Pedro Sánchez, si finalmente los republicanos optan por la abstención. En las filas de ERC hay opiniones muy encontradas.

ERC ha llegado hasta amagar con suspender la reunión del próximo martes con los socialistas, pero al final se calmó la situación y, según confirmó el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, ambas delegaciones se volverán a ver el 10 de diciembre. Todo dependerá del resultado final de este tercer encuentro.