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Núria Parlon: “Está en juego quién dirige la alternativa del cambio en Catalunya”

La alcaldesa de Santa Coloma de Gramenet opina que ahora mismo a lo máximo a lo que podrían aspirar los catalanes “es a la apertura de un proceso de reforma constitucional”.

“Nuestros militantes han entendido que, en momentos de crisis e inestabilidad, Miquel Iceta era una opción más fiable, porque 'ya sabemos lo que hará'., dice Núria Parlon. / PÚBLICO

MARIÀ DE DELÀS / MARC FONT

SANTA COLOMA DE GRAMENET.- Hace dos meses perdió las primarias contra Miquel Iceta, que continúa como primer secretario del partido, pero Núria Parlon se mantiene como una de las principales referentes de un PSC que acumula años de un fuerte declive electoral. Alcaldesa de uno de los bastiones socialistas del antiguo cinturón rojo, fue una de las exponentes del rechazo de la formación a la investidura de Mariano Rajoy. Parlon no se sale del discurso oficial de los socialistas catalanes frente al soberanismo y opina que ahora mismo en el “máximo a lo que podríamos aspirar es a la apertura de un proceso de reforma constitucional”.

“¿Cuál será el partido dirigente de los cambios en Cataluña?”¿Quién hará de director de orquesta?” Se lo pregunta la dirigente socialista, que apuesta por un entendimiento con una nueva formación política, el “nuevo sujeto” que promueven Podem, Iniciativa per Catalunya (ICV), Esquerra Unida (EUiA) y En Comú, el espacio que lidera Ada Colau; pero al mismo tiempo piensa que unos y otros compiten por “dirigir la alternativa del cambio”, “para ocupar este espacio, ahora huérfano, que es el espacio del socialismo”.

“Creo que hay que entendernos, porque no hay tantas diferencias. Hay tradiciones políticas diferenciadas. Hay una agenda compartida que es importante que seamos capaces de socializarla, además de poderla materializar “, explica en esta entrevista concedida a Públic.

“A mí me gustaría que el PSC no renuncie a ocupar este espacio, trabajando las alianzas evidentemente con En Comú y con las fuerzas que se definen como de izquierdas, como progresistas. A ver cómo evoluciona todo, pero de hecho en Barcelona ya nos estamos entendiendo, ya estamos compartiendo”.

¿Cómo ha quedado el PSC tras el proceso de primarias?

"Al principio las primarias generaban mucha desconfianza porque había gente que tenía miedo de que nos pudiéramos partir. Esto no sólo no ha sucedido, sino que la diferencia ha sido pequeña y ahora lo que hace falta es que el partido pueda superar la crisis de representatividad tan grave que tiene en Catalunya. Somos un partido al que nos vota muy poca gente y especialmente la gente joven no ve al PSC como un partido capaz de liderar o crear las condiciones del cambio. Y esto nos lleva a tener que tomar decisiones desde el punto de vista orgánico que nos permitirán participar de los debates ciudadanos de una manera diferente.

Dentro del equipo [la Ejecutiva] a última hora y después de negociar un buen rato se logró un buen equilibrio de renovación y de experiencia. Nosotros reclamábamos que necesitábamos renovar las estructuras del partido para volver a ser competitivos desde un punto de vista ideológico, no tanto para tener más afiliados o con campañas de marketing potentes. Pero hay un aspecto relacionado con el empoderamiento ideológico del partido que no podemos tardar demasiado tiempo en hacer".

Núria Parlon afirmó durante el proceso de primarias que Miquel Iceta es el “garante de un régimen que toca cambiar”, el llamado “Régimen del 78”. Lo sigue pensando y cree que este es el motivo por el que ganó:
“Nuestros militantes han entendido que, en momentos de crisis e inestabilidad, Miquel Iceta era una opción más fiable, porque 'ya sabemos lo que hará'. En mi caso tal vez arriesgaba más de la cuenta y ahora mismo la estructura política y territorial del partido no está enfocada en esta línea. Pues muy bien, hagámoslo paso a paso. Yo intentaré desde el ámbito donde tengo responsabilidad hacerlo de la mejor manera posible y conseguir que nuestro partido se fortalezca territorialmente, que vuelva a ser un referente de los grandes debates, como el ecologismo, el feminismo, la nueva economía o la política fiscal, que son elementos que se han de poder trabajar desde la proximidad, y por otro lado en los aspectos de formación. A veces desde los medios se juega a la confusión y se decía que Núria Parlon aportaba juventud y renovación y quizás esto contrastado con una experiencia de muchos años es un elemento que te juega en contra. Y no se tuvo demasiado en cuenta ni se supo proyectar desde mi equipo todo el bagaje que tenemos en gestionar situaciones críticas, como fue este ayuntamiento y la realidad vinculada a la ciudad de Santa Coloma”.

Para Parlon uno de los problemas del PSC es que está más pendiente de lo que hace Podemos que de lo que tiene que hacer el propio partido

La alcaldesa de esta ciudad pasó una complicada prueba de fuego hace siete años, cuando tuvo que pedir la dimisión de quien se encontraba entonces al frente del consistorio, Bartomeu Muñoz, por su presunta implicación en un escándalo de corrupción. Ahora a menudo le cuelgan la etiqueta de la “podemita del PSC”. Ella piensa que con este tema tienen un problema: “Estamos más pendientes de lo que hace Podemos que de lo tenemos que hacer nosotros. Si lo hiciéramos sería más fácil trabajar en las alianzas de la izquierda, siempre que Podemos haga también su proceso de autocrítica. En un futuro tenemos que trabajar conjuntamente para combatir a un neoliberalismo que el único objetivo que tiene es debilitar a la democracia y ridiculizarla para hacerse más fuerte”.

Susana Díaz, Felipe, Pedro Sánchez

Los socialistas catalanes pueden tener entre sí más o menos discrepancias, pero para todos es evidente que ahora el principal problema lo tienen en las relaciones con el PSOE, después de que sus diputados rompieran la disciplina y se negaran a abstenerse en la investidura de Mariano Rajoy.

El PSC apoyaba a Pedro Sánchez, que se vio obligado a dimitir como secretario general del PSOE, como consecuencia de una ofensiva en la que Susana Díaz y Felipe González tuvieron especial protagonismo.

Ahora Núria Parlon evita pronunciarse sobre la presidenta andaluza y se limita a pedirle que “como persona que evidentemente en el partido tiene un peso, y esto es innegable, posibilite que cuanto antes se haga este congreso [del PSOE], que se hagan primarias, que se presente quien quiera y que la militancia pueda escoger”. “Cuando se abra este proceso, el PSC será neutral, pero yo no seré neutral”, anuncia. Parlon sí subraya que para la democracia interna del PSOE no es bueno que la gestora continúe demasiado tiempo.

"De Felipe González prefiero quedarme con la imagen casi romántica que tenía de él mi abuela, Sole, cuando llevaba la chaqueta de pana y defendía alguna de las cuestiones que ahora defiende Pablo Iglesias, tanto que se le critica . Hay más similitudes entre Pablo Iglesias y el Felipe González de los 80 que con el Felipe González de ahora. ¿Qué quiero decir con esto? Que prefiero quedarme con su etapa política, que fue decisiva y transformadora por nuestro país, que con la etapa de hoy, que es una especie de OPNI, un objeto político no identificado, que evidentemente incide mucho en la política. No sé, yo ... No comparto mucho su papel. No me gusta”.

“Con un proceso de reforma constitucional podríamos reconducir nuestras relaciones y desbloquear una situación de crisis institucional”

“Pedro (Sánchez) ya dijo que iría por todo el territorio arriba y abajo y que iría hablando con la militancia. Tampoco sé si quiere presentarse a secretario general o quiere crear condiciones con otro candidato o candidata que pueda liderar el cambio. No lo sé. Pero me parece bien que lo haga. Si él cree que representa a una opción política de futuro, pues adelante. Yo quiero saber cuáles serán los candidatos. No me gusta firmar cheques en blanco. Ahora hay mucha gestualidad, mucha portada, muy sí pero no, mucho no pero sí”.

El PSOE, el PSC y la nación catalana

“Yo me conformaría con que el PSOE tenga la misma visión de Catalunya que la que tiene del País Vasco. Incluso de cara a plantear un proceso de debate constitucional, que nos lleve a mejorar una de las patas básicas de este sentimiento de singularidad, como es el modelo de financiación. Ojalá que a Catalunya se la reconociera al nivel de singularidad financiera que tiene el País Vasco. Y el sentimiento de nación está vinculado a una singularidad cultural lingüística e histórica. Más allá de la sentencia del Estatuto y del proceso que hubo detrás, es incuestionable que Catalunya es una nación. España sería mucho mejor como Estado si reconociera esta plurinacionalidad. Ya es un Estado plurinacional, pero lo triste es que no se reconozca como tal”.

Núria Parlon afirma que el PSC “ha actuado siempre con lealtad al PSOE” en relación a la cuestión territorial, a pesar de que esto les “ha hecho perder un espacio de centralidad muy importante en Catalunya”. Sin embargo, asegura que las decisiones que se tomen en relación a cuál es el posicionamiento del PSC sobre el modelo de Estado deben ser propias del PSC, y compartidas con el PSOE, “que debe ser un aliado en este proceso , pero evidentemente no supeditadas”.

¿Puede volver al PSC a reivindicar el derecho a decidir?

“Creo que a día de hoy, tal como están configuradas las fuerzas políticas en el estado, es del todo inviable que se pueda hacer una consulta en Catalunya que no esté pactada, y por tanto, si queremos una consulta pactada en Catalunya no puede ser sobre la independencia. Podemos engañar a la gente hasta las últimas consecuencias, podemos volver a hacer una consulta como la del 9N, sí, y además el gobierno del PP podrá ordenar al Estado que actúe, respetando la división entre poderes, judicializando la acción política ... todo esto se podrá hacer, y estará muy bien”, ironiza, “porque dará rédito al PP y a las fuerzas independentistas en Catalunya, pero no avanzaremos. ¿Qué podemos hacer con la actual configuración de fuerzas para resolver nuestro problema?”.

“Creo que a lo máximo a lo que podríamos aspirar, y tal vez alguien dirá que me quedo corta y que eso es conformismo, pero ya sería un avance muy importante, es forzar la apertura de un proceso de reforma constitucional, o abrir como mínimo el debate. Ahora, si queremos continuar con la tragedia griega, podemos hacerlo hasta las últimas consecuencias”.

No hay demanda popular para hacer la reforma de la Constitución”, admite la dirigente socialista, que al mismo tiempo argumenta que el debate sobre este tema “no se puede demorar” y “debe poder realizarse con cierta tranquilidad”, para que se pueda abordar también “la redefinición de las políticas y las competencias que deben desarrollarse dentro de un nuevo marco, que a nosotros nos gustaría federal”. “Más allá del tema territorial, hay toda una base que debería estar implícita en el proceso de reforma constitucional, como la mejora de la educación y la sanidad públicas”, la financiación de los ayuntamientos, el reequilibrio entre campo y ciudad...

La reforma constitucional como punto de encuentro

Núria Parlon reconoce que mucha gente ve inviable la reforma constitucional que defiende porque “con las mayorías que tiene el PP e incluso el PSOE, nunca podrá alcanzar el nivel de aspiraciones nacionales que tienen una parte muy importante de los independentistas”, pero advierte sobre las consecuencias que según ella puede tener el actual bloqueo: “Nosotros deberíamos poder contribuir, sin demasiada garantía de éxito, sin conseguir ni un tuit favorable, por decirlo [de alguna manera], a romper el juego de sumar cero. Cada uno está pensando su estrategia como si fuera el póquer, para tener la mejor baza para ganarlo todo y que el otro pierda, y eso no sucederá. Esto en política no sucede nunca, porque el azar no suele condicionar las grandes decisiones políticas, y cuando las condiciona, pues mal asunto, porque se paga muy caro...

Aquí lo ideal sería, si somos capaces de romper este juego de suma cero, que significa salir de nuestras posiciones de máximos, que se abriera un proceso de reforma de la Constitución, que debería superar la lógica territorial identitaria y nos debería ayudar a fortalecer nuestro sistema democrático, el que sale del 78, que está a punto de caducar, si somos optimistas. A partir de este proceso podríamos reconducir nuestras relaciones sin que nadie pierda su autenticidad o sus planteamientos de máximos, acordando unas posiciones de mínimos que nos permitan desbloquear una situación de crisis institucional que si no se resuelve a medio plazo puede tener unas consecuencias, y ahora sí que con la cuestión más sociológica, irreparables, de frustración, de enfrentamiento, de malentendido. Hay una retroalimentación tóxica podríamos decir, derivada de la falta de acuerdo, o de la falta de voluntad de diálogo, que creo que está condicionando mucho todo este proceso y llegará un momento en el que por la propia escalada del conflicto habrá que encontrar un punto de encuentro”.

La crisis de la socialdemocracia

La alcaldesa de Santa Coloma apuesta el partido vuelva a posiciones claramente de centroizquierda, porque así se decidió en el reciente proceso congresual. “Hoy ya no somos un partido de gobierno y, por lo tanto, tenemos que hacer una oposición responsable y no pedir cosas que son imposibles, pero sí aquellas cosas que son posibles, con una oposición que sea combativa con elementos vinculados a una nueva política fiscal, para conseguir más recursos, y para garantizar la continuidad del estado del bienestar. Es muy importante la coherencia y lo que decimos en una campaña electoral debemos ser capaces de materializarlo en nuestra acción política y no entrar en contradicciones que nos lleven a estar cuestionados”, apunta.

“Desde la tradición de la izquierda socialdemócrata se tiene que ser capaz de plantear respuestas al neoliberalismo y ahora no se está haciendo”

Parlon también reflexiona sobre la necesidad de actualizar la socialdemocracia para combatir al neoliberalismo: “No nos podemos plantear los retos de la socialdemocracia del siglo XXI como nos los planteábamos el siglo XX, cuando combatíamos las políticas neoliberales de Margaret Thatcher. Las combatíamos con proyecto y ahora las tenemos que combatir también con acción política, porque están en plena expansión y se consolidarán las desigualdades vinculadas al proceso de globalización. Desde la tradición de la izquierda socialdemócrata se debe ser capaz de plantear una agenda de respuesta y ahora mismo no se está haciendo”.

Al respecto, considera que el PSOE tiene que “reinventarse” para continuar representando “el espacio del centroizquierda” y eso pasa también por “entender las relaciones de poder de aquellos que están condicionando la política de una manera diferente para que funcione en una dirección determinada, a favor de los intereses de los más poderosos, los intereses financieros, de la no regulación”. Y es que si no se entiende esto y no se desmarca de estos intereses opina que la formación estará “compitiendo por un espacio en el que el único lugar que nos quede será hacer de muleta de otras opciones de centro”.

Por todo ello, Parlon insiste en la necesidad de hacer una oposición clara al PP y subraya que “no encuentro las razones suficientes para entender la abstención” que permitió la investidura de Rajoy. “Las políticas que ha aplicado el PP en los últimos años van radicalmente en contra de lo que nosotros hemos defendido en la campaña, de las razones por las que nos presentábamos para ganar unas elecciones. Y que de repente se diga que es un mal menor para evitar unas terceras elecciones, pues lo puedes aceptar desde un punto de vista tacticista a corto plazo, pero tarde o temprano se harán elecciones para que nosotros no podremos suscribir de manera sistemática las políticas del PP. A no ser que tengamos una estrategia desde la oposición muy bien definida, que no sé si está trabajando, que nos permita tumbar al PP todas aquellas medidas legislativas que luego se traducen en acción ejecutiva que vayan en contra del modelo social, económico o ecológico que defendemos. Pero todo ello parece un poco ciencia ficción”.

Su futuro político

Aunque ya acumula casi una década como cargo institucional, Parlon afirma que no se siente una “profesional de la política”. Alcaldesa desde 2009, como mucho aspirará a una legislatura más al frente del consistorio. Y más allá de Santa Coloma? “No sé si en el futuro tendré otro tipo de cargo [institucional]. Ahora no me lo planteo. No quiere decir que después no lo haga, pero me gusta concentrarme en los proyectos con mucha dedicación. No gané las primarias del PSC, tengo la responsabilidad de política municipal y es en lo que me quiero concentrar”.

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