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Organización criminal El 'pequeño Nicolás' afronta hasta 15 años de cárcel por una sola de las causas contra él

El juez considera que el joven estafador dirigía una auténtica "organización criminal" dedicada a sustraer información confidencial de los bancos de datos policiales con el fin de obtener beneficios empleándola para ofrecer servicios ilícitos a cambio de dinero. La gravedad de los delitos cometidos, y al serlo de forma continuada, indica que él y sus cómplices serán condenados a altas penas de prisión sólo en la pieza 1 del caso Nicolás, según fuentes judiciales consultadas por 'Público'.

Fragmento del auto del juez Zamarriego en el que considera probados los delitos de "organización criminal" y de "cohecho", cometidos por el 'pequeño Nicolás' y sus cómplices.

Creía que se iba a enriquecer rápidamente, incluso que llegaría a ser el 007 español, pero el pequeño Nicolás va camino de dar con sus huesos en la cárcel durante muchos años, a pesar de haber logrado convertirse en una figura mediática, casi icónica, del famoseo más cutre de la telebasura.

Tras el auto dictado por el Juez Arturo Zamarriego este 17 de marzo, al que Público ha tenido acceso, Francisco Nicolás Gómez Iglesias se arriesga a ser condenado hasta a 15 años de prisión (cuando aún no ha cumplido los 23) por una sola de las causas judiciales abiertas contra él, la llamada "Pieza 1". Terminada la instrucción, el magistrado ha decidido procesar al asiduo de Gran Hermano y a seis de sus cómplices por la Ley de Enjuiciamiento Criminal y tramitar la causa mediante procedimiento abreviado, considerando que han sido cometidos tres graves delitos: organización criminal, cohecho y revelación de secretos.

Eso quiere decir que el pequeño Nicolás ya acumula imputaciones concretas por delitos que, según el Código Penal, deben ser castigados –tras el juicio oral– con las siguientes penas: de 2 a 5 años por organización criminal, de 2 a 6 años por cohecho y de 1 a 4 por revelación de secretos. Pero, además, el juez considera probado que el joven imputado actuó como el jefe de la banda y que los integrantes delinquieron de forma continuada, de forma que esas penas deben ser aplicadas en el tramo más alto previsto, según fuentes judiciales consultadas por Público.

El Juzgado de lo Penal número 25 de Madrid ha sentado este jueves en el banquillo de los acusados a Francisco Gómez Iglesias, el Pequeño Nicolás. E.P.

Francisco Gómez Iglesias, el 'pequeño Nicolás', a su salida del Juzgado de lo Penal número 25 de Madrid. E.P.

El 'modus operandi' de la banda del 'pequeño Nicolás' "siempre fue el mismo": obtener información de bases de datos policiales para "obtener beneficios ilícitos"  

Porque los hechos punibles reseñados por el magistrado fueron supuestamente cometidos "de manera coordinada, concertada y reiterada", y los presuntos delincuentes "accedieron en varias ocasiones a información de carácter confidencial perteneciente al Ministerio del Interior que obraba en las Bases de Datos policiales" (...) "para utilizarla con un propósito exclusivamente privado y con la finalidad de obtener beneficios ilícitos".

El modus operandi que identifica el juez "siempre fue el mismo: Francisco Nicolás facilitaba, a uno o varios de los investigados, placas de matrículas de vehículos, líneas de teléfonos o números de identificación, a la vez que les precisaba la información que necesitaba obtener al contrastarlas con las bases de datos policiales".

"Acto seguido, éstos, aprovechando su condición de agentes del Cuerpo de Policía Municipal del Ayuntamiento de Madrid, como es el caso de Jorge y Felipe, y de coordinador de seguridad y emergencias del Ayuntamiento de Madrid, en el caso de Emilio, procedían a extraer de dichas bases la información requerida y se la facilitaban a Francisco Nicolás a cambio de promesas y remuneraciones económicas".

Y el jovencito –entonces con sólo 20 años de edad– era el cabecilla: "Por tanto, se comprende que los investigados Jorge, Felipe y Emilio actuaban bajo la dirección superior de Francisco Nicolás. Durante este periodo Francisco Nicolás también contactó de la misma forma y con el mismo fin a otros agentes y funcionarios de cuerpos de seguridad del Estado".

Fragmento del auto del juez Zamarriego en el que considera probado el delito de 'revelación de secretos', cometido por el 'pequeño Nicolás' y sus cómplices.

Fragmento del auto del juez Zamarriego en el que considera probado el delito de "revelación de secretos", cometido por el 'pequeño Nicolás' y sus cómplices.

El jovencito se hacía pasar por un alto cargo del Estado y ofrecía  su ayuda para resolver cualquier problema a cambio de dinero

En cuanto a algunos de los actos delictivos concretos, "gracias a la información obtenida ilícitamente, Francisco Nicolás contactaba con los titulares de las placas de matrículas haciéndose pasar por un alto cargo del Estado, y les ofrecía su ayuda en la resolución de cualquier tipo de problema a cambio de contraprestaciones económicas", afirma el juez.

Pero el pequeño estafador acabó siendo objetivo de los servicios secretos, que empezaron a seguir sus pasos: "El día 29 de septiembre de 2014, Francisco Nicolás mantuvo una reunión con el empresario Javier de la Rosa Martín en el interior del vehículo marca BMW, serie 7 [número de matrícula] que se encontraba aparcado en las inmediaciones de la estación ferroviaria de Madrid-Atocha (...) En un determinado momento, el conductor se percató de que una pareja que se encontraba en la motocicleta matrícula [XXXX-XXX] estaba grabando la reunión y a los intervinientes".

A partir de ese momento, el pequeño Nicolás se empeñó en averiguar de quién era esa moto y se fue topando con que en las bases de datos policiales "no había datos, por lo que deducía que los ocupantes de la motocicleta eran policías o que se trataba de placas dobladas".

El joven insistió, reclamando que le diera información otro guardia, "quien prevaliéndose de la condición que en aquel momento ostentaba como Guardia Civil de la Casa de S.M el Rey, se la facilitó a cambio de que Nicolás influyera favorablemente en los exámenes de promoción interna que estaba preparando y que próximamente iba a realizar". Y, claro, resultó que "esa placa estaba reservada para la Secretaría de Estado para los Servicios Generales, tal y como consta en la base de datos de la Guardia Civil".

Es decir, le estaba siguiendo y grabando el mismísimo Centro Nacional de Inteligencia (CNI), algo lógico cuando llevaba tiempo haciéndose pasar por agente secreto al servicio de la Casa Real o de la Vicepresidencia del Gobierno.

Poco tiempo después, era detenido y estallaba uno de los escándalos más vergonzosos de los provocados por las cloacas de Interior.

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