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La otra vida de El Pocero

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José Luis Martín Jiménez fue alcalde de Seseña entre 1987 y 2003. Un sillón al que saltó desde el volante del taxi, un Renault 12 con licencia, que conducía antes de embarcarse en la vida política. Este vehículo era la única propiedad que tenía a su nombre cuando, con 39 años, accedió a la alcaldía de esta pequeña localidad, que por aquel entonces apenas contaba con unos 1.600 habitantes. Pero, en cuestión de dos años, la suerte de José Luis Martín cambió radicalmente.

Primero adquirió una vivienda de protección oficial (VPO), que todavía hoy es su primera residencia, y, poco a poco, fue construyendo un generoso patrimonio que, 19 años después, asciende a 14 propiedades. Una fortuna compleja de amasar, teniendo en cuenta que su sueldo como alcalde fue de 1.500 euros al mes durante los últimos 8 años que estuvo al frente del consistorio. Antes, se reducía a 1.100 euros.


Ladrillo a ladrillo

Cuando llevaba seis años en la alcaldía, el ex alcalde comenzó a construir su patrimonio. A pesar de que su mujer no trabajaba, y de que sus hijos eran adolescentes, en 1995 adquirió una finca urbana de 300 metros cuadrados a nombre de sus vástagos en Seseña. Fue el pistoletazo de salida a su particular aventura inmobiliaria, cuyo embrión es la sociedad Servicios y Desarrollos Culturales Norte.

En 1997, los dos hijos mayores José Luis Martín fueron nombrados administradores de esta empresa. Dos años después, el socio único de esa sociedad cambia y se hacen cargo de la empresa el por entonces alcalde y su mujer. Un momento que, además, coincide con un aumento de capital de 117.515,90 euros, 19,5 millones de pesetas de aquel entonces.

Esta empresa, en su memoria de constitución, lleva declarada la promoción inmobiliaria por cuenta propia. Sin embargo, en su objeto social aparece la asistencia a ancianos, niños, jóvenes, disminuidos psíquicos y físicos. Unas labores que siempre han quedado relegadas en beneficio del lucrativo negocio inmobilario. Sobre todo, desde que Francisco Hernando, El Pocero, aterrizó en Seseña.

De hecho, hasta 1997, la única propiedad a nombre de José Luis era la VPO donde vivía. Aunque su sueldo como alcalde era el único ingreso declarado que tenía la familia; ese mismo año sus hijos compraron un local comercial en Vélez-Málaga. El año siguiente, 1998, la familia se adentró en una espiral de adquisiciones: una vivienda de 87 metros cuadrados en Vélez-Málaga, a nombre de los hijos; una finca de 219 metros cuadrados en Seseña, a nombre de la empresa; y otra finca a nombre de José Luis y su mujer, de 490 metros cuadrados, en Seseña.

Suficiente, debió pensar el ex alcalde, que paró la compra de inmuebles hasta que irrumpió en escena Francisco Hernando Contreras, propietario de ONDE 2000, que también dio empleo a uno de los hijos de José Luis Martín, Óscar.


'El Pocero' entra en escena

Es precisamente en 2000 cuando José Luis recupera su apetito comprador: adquiere una plaza de garaje en Torre del Mar y una vivienda de 120 metros en Vélez-Málaga, a nombre de Servicios y Desarrollos Culturales Norte; un solar de 259 metros cuadrados con una vivienda de 157 metros cuadrados más a su nombre, el de su mujer y uno de sus hijos; y otro solar de 273 metros cuadrados con una casa de 157 metros cuadrados a nombre de otro de sus hijos. Estas dos últimas propiedades, curiosamente, corresponden a la primera promoción que El Pocero construyó en Seseña.

En 2001, José Luis adquirió una finca de 1.150 metros cuadrados en Borox, un pueblo cercano a Seseña, a nombre del más pequeño de sus hijos, que dos años después construyó una vivienda de 41 metros cuadrados en ese solar. En 2002, el ex alcalde compró otra vivienda, de 67 metros cuadrados, enfrente del paseo marítimo de Málaga, con sótano, trastero y garaje a nombre de la empresa.

A pesar de todas estas adquisiciones, el dato que más llama la atención sobre los beneficios que le reportaba a José Luis ser alcalde está en el depósito de cuentas de la sociedad Servicios y Desarrollos Culturales Norte. Casualmente, en 2003, año en el que se aprueba la construcción del Residencial Francisco Hernando, la empresa de José Luis alcanza un beneficio de 442.400 euros. Esta cifra supone multiplicar por tres el beneficio cosechado un año antes.

Pero todavía más sorprendentes son las cuentas de la sociedad del ejercicio siguiente. En 2004, el mismo año que José Luis Martín perdió la alcaldía y el Plan de Actuación Urbanizadora (PAU) de El Quiñón, donde se construye el Residencial Francisco Hernando, se aprueba, esa misma empresa registra unas pérdidas superiores a 30.000 euros.


Sigue la investigación

Todas estas propiedades fueron denunciadas por Izquierda Unida, partido que actualmente dirige el consistorio de Seseña, en la Fiscalía Anticorrupción, como anexo a la denuncia que presentó el pasado 14 de julio de 2006. Unos datos que han llevado a los investigadores a personarse en el Ayuntamiento de la pequeña localidad toledana para recabar más datos.

Unas pesquisas que amenazan con levantar todavía más sospechas sobre las supuestas irregularidades que ha habido en Seseña y que apuntan directamente hacia El Pocero y la ciudad de 13.500 viviendas que le aprobó el Ejecutivo de Martín en pleno desierto toledano. Sobre todo, porque el ex alcalde cuenta todavía con más propiedades, que hasta ahora no habían salido a la luz.

Según ha destapado elEconomista, José Luis Martín ha seguido engordando su patrimonio tras abandonar la alcaldía. Cuando salió del consistorio, cobró el paro durante una temporada. Pero los vecinos de Seseña están convencidos de que esos ingresos no explican sus nuevos beneficios.


Negocios inmobiliarios

Al poco de estar en paro, empezó a dedicarse a lo que realmente le gusta: el mundo inmobiliario. Nadie ha sabido precisar a elEconomista en qué consisten exactamente sus negocios, aunque la mayoría de las fuentes consultadas aseguran que es comisionista o que vende terrenos. También afirman que hace negocios con representantes de otras localidades cercanas a Seseña, como Borox, que se encuentra en plena expansión urbanística, o Carranque.

Independientemente del trabajo que haya realizado desde su destitución como alcalde, lo que sí reflejan los documentos es que su habilidad para adquirir inmuebles no cesa.

En febrero de 2004 se inscribe en el registro de Madrid la empresa Eurogestion Proyectos, cuyo administrador único es José Luis Martín Jiménez. El capital social pasa de 3.000 a 60.000 euros gracias a la aportación de la finca de 1.150 metros cuadrados de Borox a nombre del más pequeño de sus hijos. Al año siguiente, esta sociedad adquiere una finca de 8.090 metros cuadrados en Dosbarrios, localidad cercana a Seseña.

Pero, otra vez, los datos más relevantes se obtienen del depósito de cuentas de la sociedad: en el ejercicio 2004, la empresa registró unas pérdidas de 19.000 euros. Unos números rojos que no impidieron a la empresa adquirir, un año más tarde, la finca de Dosbarrios. Además, durante ese ejercicio, el activo de la sociedad pasa de 76.000 euros a€1.135.000 euros en 2005, sin haberse registrado ninguna operación.

Pero la operación más ambiciosa del ex alcalde se cerró en 2005 y se llevó a cabo a través de la empresa Servicios y Desarrollos Culturales Norte. Se trata de un terreno urbano situado en Colmenar de Oreja (Madrid), con una superficie de 2.401 metros cuadrados, donde José Luis Martín ha construido un precioso chalé.


Coches de lujo

El emporio inmobiliario que ha construido José Luis Martín en apenas una década no es el único interrogante que los vecinos de Seseña se plantean. El ex alcalde es conocido en su pueblo por su opulento estilo de vida. Han sido muchos los testigos que le han visto invitar en un bar a la barra entera, sin importarle el dinero. También muchos paisanos aseguran haberle visto pasear en coches de todo tipo.

Él mismo reconoció en una ocasión, a un periodista, que tenía un Audi A8. Sin embargo, en Seseña le han visto con un Mercedes, que algunos aseguran que le regaló Francisco Hernando, con un Mini, un Escarabajo y un Berlina familiar. Fuentes muy cercanas a José Luis también han comentado a elEconomista que, posiblemente, en Málaga tenga más coches.

Una lujosa flota automovilística, inalcanzable para un sueldo de 1.500 euros al mes. Sobre todo, cuando ningún otro miembro de la familia puede justificar grandes ingresos.

Sin embargo, en el pueblo de Seseña nadie ha sabido responder una sencilla pregunta. Aunque trabaje en el lucrativo mundo de las intermediaciones inmobiliarias, ¿quién le paga esas comisiones tan provechosas y, sobre todo, con base en qué operaciones?

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