Pedro Sánchez, por aclamación del millar de delegados al 38º Congreso Extraordinario del PSOE, ha sido elegido este sábado nuevo secretario general del PSOE, refrendando así la voluntad que la militancia socialista había manifestado hace dos semanas.

El primer día del 38º Congreso Extraordinario del PSOE ha transcurrido, en principio, como estaba previsto en el orden del día. Susana Díaz ha marcado territorio en su discurso inicial, Rubalcaba se ha dirigido a los asistentes con un discurso emotivo de despedida y ha recibido su gran ovación correspondiente, y Sánchez, por la tarde, ha sido proclamado líder del partido y ha emitido un breve discurso. Las líneas políticas las marcará en su intervención de este domingo.

En principio, todo correcto. Pero, entre bambalinas, la formación de la Ejecutiva ha derivado en un gran malestar por parte de los sectores de los dos adversarios de Pedro Sánchez a las primarias: Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias.

Ferraz ha confirmado otra serie de nombres que estarán en la dirección del partido y ha querido camuflar con dos de ellos el discurso de la integración. Se refería a Manuel de la Rocha Vázquez y a Maritxell Batet. El primero colaboró con Madina en la campaña y la segunda le apoyó claramente. Pero no eran los nombres que el diputado vasco quería poner encima de la mesa.

De hecho, Madina ni siquiera los ha podido proponer porque sigue sin recibir respuesta a las llamadas y mensajes que lleva enviando toda la semana a Pedro Sánchez. En una comparecencia tras la proclamación de Pedro Sánchez, Madina ha dicho que, en su opinión, 'no ha habido integración, ni siquiera he podido hablar con Sánchez-Castejón'. El diputado vasco ha asegurado que no se arrepiente de no estar en la Ejecutiva, 'porque mi proyecto es muy diferente del suyo'.

Otro tanto de lo mismo pasa con José Antonio Pérez Tapias, que camino del Congreso ha colgado un tuit en su cuenta personal que decía: 'Al Congreso del PSOE. ¿De integración? Mmmmm'. Hasta última hora, Tapias parece quedarse también fuera de la Ejecutiva, porque quiere incorporar a otra persona además de él mismo a la dirección del partido, lo que no ha sido aceptado.

A este malestar se han sumado los asturianos. La salida de Javier Fernández de la Presidencia del Consejo Territorial —en favor de Susana Díaz— y la escasa presencia en la dirección ha enfadado y mucho a esta federación. Incluso, hay rumores que amenazan con irse del Congreso. Madina dio su respaldo al presidente del Principado. Por ello, en la votación nominal y secreta de este domingo para elegir a la Ejecutiva podría darse un cierto voto de castigo al nuevo secretario general, bien a través de la abstención o de no acudir a las urnas.

El ambiente de malestar se percibe en el Congreso y se intenta arreglar en las últimas horas que restan para formar la Ejecutiva y en los pocos puestos que aún quedan por repartir. Algunos dirigentes de peso están aconsejando a Sánchez que descargue la dirección de tanto secretario general —puede llegar a tener hasta siete— y dé juego a dirigentes que apoyaron a los otros dos candidatos que lograron más del 51% de los votos de la militancia en aras de la paz interna. Pero el líder socialista se resiste.

Además de Susana Díaz —que presidiendo el nuevo Consejo Territorial se garantiza casi una Ejecutiva al mes—, el otro ganador del cónclave socialista ha sido Tomás Gómez. Se ha colocado en la Ejecutiva y ha metido a dos miembros más: Pedro Zerolo y Eva Moratín.

Se espera una noche de sábado larga cerrando flecos, porque es la tradición del PSOE y, sobre todo, para evitar una decepción este domingo. Lo cierto es que mucha ilusión no se respira en las filas del PSOE, pero los más sensatos del partido, aunque no coincidan con Sánchez, creen que no se pueden permitir el lujo de volver a salir divididos como en el Congreso de Sevilla.

Pedro Sánchez, tras ser proclamado, ha hecho un breve discurso arengando al PSOE a 'apretar el paso' y lograr que Rajoy sea un presidente de una sola legislatura. Ha pedido a su partido que salga a la calle y se ha comprometido a recorrer los territorios, 'no podemos cambiar España si la miramos desde una ventana'. Ha prometido un PSOE abierto, transparente y casi asambleario, donde la militancia siga teniendo un papel protagonista en todas las decisiones que se tomen. Además, ha proclamado que quiere un partido limpio, 'quiero una honradez intransigente, y no me va a temblar el pulso en echar a los corruptos', ha asegurado.

Finalmente, sabedor que las cosas internas no están calmadas, ha proclamado: '¡Os necesito a todos!'.