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El PP respalda una "intervención militar" en Siria sobre la que el Gobierno no se pone de acuerdo

Margallo y Hernando instan a la comunidad internacional a actuar y la vicepresidenta pide "prudencia". Cospedal niega "lío" alguno en la gestión del Ejecutivo.

El portavoz del PP en el Congreso, Rafael Hernando, durante la rueda de prensa realizada hoy en el Congreso tras la junta de portavoces. EFE/Juan Martinez Espinosa

ANA PARDO DE VERA

MADRID.- El portavoz del Grupo Parlamentario Popular, Rafael Hernando, ha confirmado hoy que los diputados del PP respaldarán la "intervención militar" en Siria que el ministro de Asuntos Exteriores ha anunciado como apuesta del Gobierno. José Manuel García-Margallo, en una entrevista ayer lunes en la Cadena Ser, ha asegurado que el Ejecutivo de Mariano Rajoy busca "desesperadamente" apoyos internacionales para que se proceda a la incursión armada en Siria.

El jefe de la Diplomacia española, de viaje en Irán con los ministros de Industria, José Manuel Soria, y Fomento, Ana Pastor, ha insistido mucho en que tal intervención se hará siempre que esté cubierta y autorizada por la ONU ("Queremos respetar la legalidad internacional al milímetro; experiencias contrarias las hemos tenido con el resultado que todos conocen"). Margallo trata de espantar así, y de inicio, el fantasma de la guerra de Irak sobre la opinión pública española y sobre los conservadores.

Desde que Rajoy se pronunció la semana pasada sobre la crisis de refugiados y lanzó el mensaje de que el "origen" del problema es Siria, los dirigentes del PP han incluido en su argumentario esta tesis, aunque ninguno hasta ayer se había pronunciado con la claridad del titular de Exteriores sobre la intervención militar. Margallo, que también empezó reconociendo que hay que sentarse a hablar con Bashar Al Assad, el dictador sirio ("La paz se hace con los enemigos"), aseguró horas más tarde estar de acuerdo con la solución de bombardeos propuesta ya por Alemania o Francia, una estrategia que, en principio, iría encaminada a acabar con el Estado Islámico.

Al Assad, "principio del problema"

Las palabras de Margallo, para el PP, son las palabras del propio Rajoy, con quien el ministro de Exteriores habla directamente y sin intermediarios. Sin embargo, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría ha matizado horas después sobre el "diálogo" con Al Assad, que el dictador sirio "fue el principio del problema y no puede ser la solución principal". La número dos del Ejecutivo, en una entrevista en 'Al Rojo Vivo' (La Sexta), ha pedido ser "prudentes con estos temas" y "hablar con cada uno de los foros" para conocer todos los intereses regionales. La también portavoz del Gobierno ha evitado respaldar a Margallo y concretar medida alguna de actuación sobre Siria, asegurando, únicamente, que el Ejecutivo trabajará "sobre los acuerdos de la legalidad internacional" haciendo "lo que le corresponda".

El debate sobre cómo actuar en Siria no resuelve, sin embargo, la compleja gestión de la acogida de refugiados de este país y otros a la que se enfrenta el Gobierno. Mientras unos apuestan por dar prioridad a las condiciones del Ministerio de Hacienda (el "presupuesto" disponible para los asilados), como el ministro Margallo o el portavoz Hernando, otros insisten en trasladar a las ONGs que el dinero no será una traba para acoger a quien tenga derecho de asilo, según han asegurado algunos de los portavoces de estas organizaciones (Acnur, entre otras) tras reunirse ayer con la secretaria general de Inmigración y Emigración, Marina del Corral. "Hacienda sí es importante", replicó hoy Hernando en la rueda de prensa posterior a la Junta de Portavoces: además de acoger a la gente, hay que "integrarla", subrayó.

Por su parte, la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, defendió hoy la gestión del Ejecutivo en la crisis de los refugiados asegurando que ella no ve "lío" alguno entre los distintos departamentos. La expresidenta de Castilla-La Mancha se ha reunido esta mañana con la dirección del Grupo Parlamentario Popular para trasladar a los diputados las líneas de actuación de cara al último trimestre de la legislatura, aunque el mensaje principal se ha dirigido a Catalunya, donde el PP está convencido de remontar los resultados con respecto a las municipales de mayo y pasar de 9 hasta 15 escaños con el nuevo candidato, Xavier García Albiol. Su objetivo es atraer a los votantes del PSC, que no termina de remontar en las encuestas.

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