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El PP teme que el 'choque de trenes' en Catalunya se le vuelva en contra en plena campaña electoral

Aumentan las voces internas que cuestionan la estrategia inmovilista de Rajoy durante la legislatura tras declarar la Generalitat que no frenará el proceso independentista. Los conservadores tratan de no activar una movilización ciudadana.

Mariano Rajoy y Artur Mas.- EFE

ANA PARDO DE VERA

MADRID.- El Partido Popular ya no está tan seguro de que el asunto catalán vaya a beneficiarle electoralmente al trasladar a sus potenciales votantes el mensaje de que es este partido el "único" que garantiza la unidad de España y el cumplimiento de las leyes. De hecho, a algún miembro destacado del PP se le ha oído en las últimas horas la pregunta de "¿Cómo hemos llegado hasta aquí?".

Los conservadores asumen que el temido 'choque de trenes' en Catalunya se produjo en las últimas horas con la suspensión por parte del Tribunal Constitucional de la declaración independentista aprobada por el Parlament y la inmediata respuesta de la Generalitat en funciones asegurando que seguirían adelante con la 'desconexión' catalana de España para cumplir el mandato que el pueblo de Catalunya dio en las urnas del pasado 27 de septiembre.

El Gobierno se prepara ahora para "lo peor", admite incluso el presidente, aunque más allá de advertir sobre la inhabilitación de 21 dirigentes catalanes por un delito de desobediencia en el recurso presentado ante el TC, y que incluye al president en funciones, Artur Mas, y la del Parlament, Carmen Forcadell, ni Mariano Rajoy ni sus ministros ni los dirigentes del PP avanzan acción alguna, si bien todas se englobarían en la aplicación de la nueva ley del TC, el Código Penal o, incluso, la ley de Transparencia. De momento, nadie cita el artículo 155 de la Constitución, que supone de facto la suspensión de la Autonomía. Mucho menos, el estado de excepción.

El error del recurso contra el Estatut

En el PP explican, precisamente, que la prudencia en este caso impera más que en cualquier otro, pues un paso en falso daría al traste con todo el compromiso de actuar con "proporcionalidad" que se ha venido repitiendo estos días desde todos los rincones del Gobierno. Con todo, los conservadores no son optimistas y en las últimas horas, algún dirigente ha retomado en privado la reflexión que Xavier García Albiol, portavoz del PP catalán en el Parlament, lanzó en varias entrevistas durante la campaña del 27-S: "Ahora yo no lo habría recurrido", en referencia al recurso que el PP interpuso ante el TC contra el Estatut aprobado por el Parlament en 2006.

De momento, nadie cita el artículo 155 de la Constitución, que supone de facto la suspensión de la Autonomía.

Rajoy asegura en público y en privado que la ley se va a cumplir "sí o sí", pero en el PP empiezan a dudarlo ante la cerrazón de los independentistas a cualquier resolución que venga de fuera de Catalunya. Y aunque ahora son cada vez más numerosas las voces que se lamentan por que esto no se hubiera atajado antes con medidas políticas (por ejemplo, adelantando el debate sobre la reforma del sistema de financiación), en el PP son conscientes de que, en estos momentos, cualquier acción fuera del ámbito de los tribunales será intepretada como una victoria del secesionismo que Rajoy no se puede permitir.

Entre los diez días que el TC ha propuesto para presentar alegaciones y el debate para conformar su respuesta al recurso del Gobierno, el PP confía que pase la campaña electoral para el 20-D, aunque a la vista de las palabras de la vicepresidenta de la Generalitat, Neus Munté, si los puntos recogidos en la declaración de independencia aprobada el pasado lunes comienzan a desarrollarse, es ahora cuando empieza "lo peor". Incluida una posible movilización ciudadana en Catalunya que el PP prefiere no pronunciar siquiera.

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