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"PP y PSOE proponen grandes pactos para taparse unos a otros"

Los coportavoces de Equo celebran la integración de su formación en el Partido Verde Europeo y anuncian que mantendrán su respaldo a todas las movilizaciones ciudadanas. Imaginan con sorna la cara de Cifuentes cuando ayer, varios acti

IÑIGO ADURIZ

Les espera un fin de semana ajetreado, pero están decididos a afrontarlo con satisfacción. Tras dos años de andadura, Equo consigue integrarse en el Partido Verde Europeo, la gran referencia ecologista del continente, que celebra su Consejo de primavera en Madrid. El siguiente objetivo de Juantxo López de Uralde (Donostia, 1963) y Reyes Montiel (Madrid, 1970), coportavoces de la formación ecosocialista, es convencer a sus socios alemanes de que hay alternativas a la austeridad. La conversación tiene lugar en medio de una reunión de jóvenes verdes organizada por la Red Equo Joven en el mismo local madrileño en el que el partido comenzó su andadura.

¿Qué supone para Equo la integración en el Partido Verde Europeo?

Reyes Montiel (R.M.): Es la culminación de un objetivo que nos pusimos desde el principio. Queríamos nacer, y queríamos construir ese espacio verde en España inspirado en esos valores y en esos principios. En este camino de dos años hemos pasado nuestras pruebas, hemos hecho nuestros deberes y este fin de semana comprobaremos que hemos hecho las cosas bien y que ya somos parte de la familia verde europea.

¿Tendrá esto algún reflejo en los ingresos de su partido?

Juantxo López de Uralde (J.L.U.): Nosotros tendremos que pagar una cuota por pertenecer al Partido Verde Europeo. Para nosotros estar dentro tiene un interés meramente político. El interés no es más que el de hacer campañas comunes y de hacer programas conjuntos.

R.M.: También queremos llevar nuestra voz y nuestro enfoque desde el sur de Europa a las discusiones y a los debates que se tienen en el Partido Verde Europeo.

¿Qué panorama de España le van a dibujar a sus compañeros europeos?

R.M.: Un panorama de crisis económica brutal, absolutamente reforzada por las políticas de austeridad que se están llevando a cabo en toda Europa y que están incidiendo especialmente en las condiciones de vida de las personas. Queremos aportar la posibilidad de cambiar el rumbo y presentar una alternativa que tenga en cuenta que se puede salir de la crisis, que hay alternativas, que son viables, que son ilusionantes, que no solamente tienen resultados económicos en las condiciones de vida de la gente, sino que también se traducen en más democracia y en más derechos para las personas.

¿Perciben esa mejoría de la que hablaba el miércoles el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy?

J.L.U.: En absoluto. Los indicadores sociales son demoledores. Los seis millones de parados de la EPA, el aumento de las diferencias sociales entre ricos y pobres, el aumento de los índices de pobreza, la cantidad de familias que están siendo desahuciadas... Realmente la situación es dramática y hace falta una política que ponga la lucha contra el desempleo en primer plano. Y para nosotros, como verdes, la lucha contra el desempleo desde la economía verde.

El otro día se dio a conocer una encuesta en la que uno de ustedes, Juantxo, aparecía como una de las personas en las que más confianza podía tener la ciudadanía para salir adelante. ¿A qué atribuyen estos resultados?

J.L.U.: Las encuestas no nos están tratando bien. El CIS, la encuesta que pagamos entre todos, excluye a Equo. Y para nosotros, una de las dificultades además de la de jugar en el campo político sin créditos bancarios y sin subvenciones es la de darnos a conocer. El hecho de no aparecer en las encuestas es, por tanto, un handicap. Pero sí que nos produce cierta satisfacción que empecemos a emerger. Esto es lo más importante, que nuestra propuesta empieza a ser conocida. El esfuerzo colectivo está dando resultados. 

En el último Consejo de los verdes europeos, que se celebró en noviembre en Atenas, quedaron de manifiesto las diferencias existentes entre los verdes alemanes y los del resto de los países en torno a la austeridad. 

J.L.U.: Cada vez hay un mayor consenso en toda Europa pero, desde luego, en la familia verde, de que las políticas de austeridad han sido un fracaso. Esto lo reconoce ya hasta la propia Comisión Europea. El consenso es grande y también hay acuerdo en cuanto a las medidas para salir adelante. Los procesos de diálogo, de conversaciones, que hemos tenido y que estamos teniendo ayudan. Por eso destacamos la importancia de que en el Partido Verde Europeo haya partidos que llevemos la realidad del sur de Europa a Europa central. El nivel de entendimiento hoy es mucho mayor que hace un año.

¿En qué no discrepan?

R.M: La apuesta por tener otras políticas económicas que cambien el tejido productivo no sólo en Europa sino también en todo el mundo. No sólo que desarrollen y creen empleo, sino también para enverdecer el resto de los sectores. Hacer la economía más sostenible y que genere la actividad suficiente que permita sostener el Estado del bienestar del que siempre hemos estado tan orgullosos en Europa. También compartimos el reconocimiento de una serie de derechos que nos hagan sentirnos orgullosos de un modelo político europeo: la democracia, la transparencia, el respeto a los derechos humanos...

J.L.U.: Una idea que nos une mucho es que somos profundamente europeístas. Somos favorables de una Europa diferente y coincidimos en que el problema no es Europa sino los que mandan y cómo mandan. Queremos incidir en la idea que la apuesta verde es una apuesta por Europa.

R.M.: Porque la salida de la crisis no va ser nacional. Europa tiene que jugar como un equipo. 

Ustedes quieren impulsar un Green New Deal. ¿No es un planteamiento utópico?

R.M.: No. Es posible aunque simplemente tiene que haber una voluntad. Afortunadamente hay verdes que gobiernan y que contrastan estas políticas. Hace poco se ha hecho público un informe que explica cómo se puede financiar este Green New Deal. Sólo hace falta sentarse y tener voluntad. Porque al final no es verdad que no haya una apuesta. Elegir qué se hace en economía es una elección, como también lo es seguir apostando por las energías sucias etc. 

J.L.U.: Si lo que vamos a hacer ahora es volver al modelo de invertir en ladrillo, en carreteras, o en cosas que no sirven para nada, estamos en lo mismo. El Green New Deal lo que dice es: vamos a invertir, pero vamos a hacerlo en futuro. En sectores que nos permitan salir de la crisis económica, y de la crisis ecológica. Es invertir en sentido común y no repetir esquemas de autopistas sin coches, trenes de alta velocidad sin pasajeros y aeropuertos sin aviones. Creer en eso sí que es una utopía.

 ¿Se ha puesto en práctica esto en algún lugar? Pónganme un ejemplo.

J.L.U.: Desgraciadamente los verdes, hasta el momento, sólo hemos participado en gobiernos de coalición y de manera minoritaria. Se han puesto algunas políticas a nivel local como en Friburgo. Allí llevan años de gobiernos verdes y muchas de nuestras propuestas de energía o de transporte sí se han puesto en marcha. Pero todavía estamos empezando.

R.M.: En la legislatura pasada, con la política tan tímida que hizo el Gobierno de Zapatero con respecto a sectores sostenibles España no tuvo ninguna dificultad en liderar los estándares de empleo verde. Si eso hubiera sido una apuesta en serio podíamos ser líderes en renovables o en gestión de residuos. Eso crea empleo en los sitios, no hay que traerse ingenieros ni hay que construir grandes plantas, ni hacer grandes inversiones. Con poco se hace mucho. 

Parece que estamos en el momento de los grandes pactos de Estado. Así lo proponen partidos como el PSOE, que han pedido un gran acuerdo al PP o algunos sindicatos. ¿Cómo lo ven?

R.M.: Es un ejercicio de hipocresía tremendo. Llevan años compartiendo la política económica, la financiación de los partidos, la burbuja inmobiliaria... ¿Y ahora resulta que hace falta un gran acuerdo nacional? ¿Para que nos olvidemos de los responsables? ¿Para que los bancos se sigan yendo de rositas? ¿Para que los grandes empresarios sigan actuando impunemente? Que para eso no cuenten con nosotros. Que se pongan a hablar de las cosas que de verdad importan y no a taparse unos a otros, que es para lo que lo están proponiendo esos acuerdos.

Equo ha participado en la cumbre social, en diferentes movilizaciones. Muchos de esos sectores piensan ya en la posibilidad de conformar candidaturas conjuntas en próximas citas electorales. ¿Estarían dispuestos a incorporarse a las mismas?

R.M.: Nosotros no vamos a dejar de estar allí donde haya una movilización o una reivindicación. Y en ese espacio ciudadano que la gente tome conciencia y actúe en política nos parecerá bien. Pero es prematuro hablar de estas cosas ahora.

J.L.U.: Estamos confluyendo en muchas causas y eso es lo que a nosotros nos interesa, fortaleciendo Equo que es por lo que apostamos.

Todos esos movimientos tienen diferentes ideologías. ¿Ustedes dónde se sienten más a gusto? ¿Con los anticapitalistas o con los socialdemócratas?

R.M.: Nadie entiende que las cúpulas de los partidos se reúnan y pasteleen sus listas. Nosotros estaremos donde estén los ciudadanos. 

Le preguntaba por su ideología. ¿Dónde se sitúan?

R.M. y J.L.U.: En la ecología política. 

Les pregunto por propuestas concretas. ¿Cómo conformar la ciudad verde que pregonan?

J.L.U.: Las ciudades son organismos vivos que son capaces de autoabastecerse de energía, e incluso de una parte de los alimentos que consumen, a través de la introducción de huertos urbanos. La recuperación de la ciudad para las personas, y que los propios edificios sean generadores de energía a través de la introducción de energías renovables, cambios en los transportes etc. Eso es lo que es una ciudad sostenible.

¿Qué opinan sobre la intención de la Dirección General de Tráfico de hacer obligatorio el uso del casco en la bici?

R.M.: Nos hemos pronunciado en contra de que en la ciudad sea obligatorio el uso del casco.

J.L.U.: Desincentiva la utilización de la bici. Se ve muy claramente, por ejemplo, en las ciudades que tienen uso público de la bicicleta: un señor que va a la oficina y quiere hacer un recado coge una bicicleta para dejarla en otro sitio. Ese es el secreto de estos sistemas de bicicleta. Y si tiene que ir con un casco, no la coge. 

¿Y sobre el puerta a puerta que se está poniendo en marcha en Gipuzkoa?

J.L.U.: Es un sistema que nace como alternativa a una propuesta de incinceración, que no es sostenible para la gestión de los residuos. El avance en los sistemas de recogida nos parece positivo. Independientemente de que se puedan introducir mejoras en el sistema estamos mucho más cerca del puerta a puerta que de la incineración, sin ninguna duda.

Finalmente quería conocer su opinión sobre la protesta protagonizada hoy (por ayer) por los activistas de Greenpeace en el Congreso de los Diputados.

R.M.: Ha estado estupendo. Sobre todo por imaginarnos la cara de Cristina Cifuentes después de que haya tenido durante un año el Congreso vallado. Que alguien haya podido encaramarse al friso del Congreso nos parece estupendo como método de denuncia. Primero, porque por muchas vallas que pongan, la gente va a seguir protestando, y segundo, porque es absolutamente irracional que cada vez que gobierna la derecha en este país se planteen pasos atrás. No están para deshacer están para avanzar, y si no van a avanzar que dejen el Gobierno.

J.L.U.: Si pretendían aprobar la Ley de Costas sin ningún tipo de protesta se equivocaban. Ha habido protestas. Y en ningún caso podremos aceptar que se trate de perseguir a esos activistas con acusaciones desproporcionadas, porque lo que han hecho ha sido una reivindicación totalmente pacífica y totalmente legítima. El problema ha sido de la seguridad. Que miren la seguridad y que no castigen a los activistas.

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