No hubo sorpresas y el PSOE cerró filas con su nuevo líder, Pedro Sánchez. La Ejecutiva Federal que presentó el nuevo secretario general del partido fue ratificada en el Congreso Extraordinario con el 86,1% de los votos.

Del total de los 1019 delegados que participaban en el cónclave socialista, 849 le dieron su respaldo a Sánchez y 136 optaron por votar en blanco. El resto de delegados no acudieron a votar o fueron votos nulos.

Los líderes socialistas consideran al partido mucho más unido que tras el Congreso de Sevilla en el que salió elegido Rubalcaba

A pesar de que el Congreso se cerró con el malestar que sigue existiendo entre los seguidores de Eduardo Madina y José Antonio Pérez Tapias por no haber sido integrados, ninguno de los dos dirigentes que sumaron el 51% de los votos de la militancia, dieron consignas a los suyos para dar un voto de castigo al nuevo líder socialista.

Al resultado de Sánchez también ayudó el acuerdo alcanzado en la noche del sábado entre el secretario general y el presidente de Asturias, Javier Fernández. Esta federación estaba muy enfadada por su poca representación en la Ejecutiva y por haber sido apartado Fernández de la dirección del Consejo Territorial.

Asturias llegó a amagar con marcharse del Congreso, pero finalmente se llegó a una solución de consenso, que llevó a decir al secretario general de Asturias que 'tenía amnesia y no recordaba nada de lo que pasó el sábado', dando las diferencias por zanjadas.

El resto de órganos que se renovaron en el Congreso Extraordinario tuvieron un respaldo similar. Así, el Comité Federal tuvo un 87,44% de votos a favor y un 89,27% la Comisión de Ética y Garantías.

Las primeras lecturas que hicieron algunos dirigentes socialistas es que el PSOE se ha agrupado en torno a Sánchez y, en principio, sale mucho más unido que del Congreso de Sevilla.

Además, se cree que el malestar de los seguidores de Madina se irá diluyendo y no harán oposición interna a la nueva dirección del partido. Tapias, a través de la corriente Izquierda Socialista, mantendrá sus posturas críticas pero es algo a lo que está acostumbrado el partido.