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PSOE Podemos, tras retirarle Sánchez la consideración de "socio preferente": "¿Cuándo lo fuimos?"

Casi seis meses después del anuncio de la poco fructífera mesa de colaboración parlamentaria entre PSOE y Unidos Podemos en el Congreso de los Diputados, las posiciones de ambos sujetos políticos siguen distanciándose, y no hay iniciativas conjuntas en el horizonte. El partido morado interpreta los últimos movimientos de Sánchez como reacción a su mala situación en Catalunya, y le acusa de moverse únicamente a golpe de titular.

Los líderes de Podemos y del PSOE, Pablo Iglesias y Pedro Sánchez, ´respectivamente, en una reunión de delegaciones de ambas formaciones antes del verano en el Congreso de los Diputados.

Del blanco al negro, Pedro Sánchez ha pasado por todo el espectro cromático para referirse a Podemos: lo que en 2014 era una formación encuadrada en los "populismos", en la "senda de la Venezuela chavista", se convertía en septiembre de 2017 en "socio preferente", y sólo tres meses después volvía a ser un actor político como cualquier otro, logrando acomodo Sánchez en los tonos grises. "No tenemos ninguna sociedad [con Podemos]", afirmó el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, durante su balance del año político 2017, el pasado 29 de diciembre.

"¿Cuándo fuimos socios preferentes?", plantean con sarcasmo fuentes del grupo parlamentario Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea a 'Público'. La mesa de colaboración parlamentaria con los socialistas en el Congreso de los Diputados cobraba forma en julio, hace casi seis meses; hoy, los canales informales de comunicación entre ambos grupos siguen abiertos, pero no hay iniciativas conjuntas en el horizonte, y nada hace pensar que esta relación pueda estrecharse en un futuro próximo -menos, si cabe, teniendo en cuenta sus notorias diferencias sobre Catalunya-.

Desde el anuncio de la mesa de colaboración parlamentaria entre el grupo confederal y los socialistas, ambos se han acusado mutuamente de no hacer lo necesario para que esta relación -entonces "preferente"- fructificase. "Ha habido una única reunión de equipos [17 de julio], en la que además los diputados del PSOE daban versiones contradictorias", lamentan las citadas fuentes, insistiendo en que las maniobras de aproximación por parte del PSOE eran meros "fuegos de artificio".

De hecho, desde el grupo confederal encuadran dos de los movimientos más recientes del Partido Socialista en la misma estrategia: el alejamiento -dialéctico- de Unidos Podemos, y el anuncio de su propuesta para crear un impuesto a la banca, que perseguiría pescar en el caladero de votantes de izquierdas.

Según estas fuentes, esos gestos suponen la reacción de los socialistas al tibio resultado del PSC de Miquel Iceta el 21-D -logró un escaño más que en 2015, por debajo de las encuestas-, en parte atribuible al silencio de Sánchez sobre Catalunya: por una parte, las propuestas identificables con la izquierda servirían para alejar políticamente al PSOE de PP y Ciudadanos, así como de su respaldo al artículo del 155 de la Constitución; por otra, la retirada de la calificación de "socio preferente" a Podemos, IU y las confluencias, valdría para marcar distancia con quienes han sido percibidos como cercanos a los independentistas de cara a esos comicios -en los que también obtuvieron un mal resultado, perdiendo tres escaños en el Parlament-.

En última instancia, las fuentes consultadas apostillan que el anuncio de este nuevo impuesto -similar al que defendió Unidos Podemos en una PNL aprobada en la Comisión de Economía, en marzo-, llega en una semana marcada por las comparecencias de dos exministros de Economía socialistas, Pedro Solbes y Elena Salgado -también exvicepresidentes en los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero-, en el marco de la Comisión de Investigación de la Crisis Financiera, en el Congreso. "Es una cortina de humo; saben que van a quedar marcados por su connivencia con la gran banca y quieren evitarlo", inciden, recordando el pacto entre PSOE y PP para reformar el Artículo 135 de la Constitución.

Con todo, y aunque se muestren más contundentes en conversaciones informales, desde Podemos llevan meses subiendo el tono de sus críticas públicas al Partido Socialista. El último ejemplo se daba este miércoles, durante la comparecencia de la portavoz de la Ejecutiva, Noelia Vera: "Si la mesa de colaboración parlamentaria hubiese funcionado de manera sincera y honesta por parte del Partido Socialista, se podrían haber construido mayorías, se podrían haber hecho cosas", sostenía Vera. Añadía que el Sánchez que ganó las primarias "lleva mucho tiempo desaparecido". "Si aparece, desde luego nos pondremos todos muy contentos y contentas", apostillaba.

La crítica al impuesto bancario del líder del PSOE

Por otra parte, desde el grupo parlamentario confederal critican también que Sánchez haya anunciado su propuesta del impuesto bancario con intención de "generar titulares", en lugar de buscar la complicidad de Unidos Podemos para sacarla adelante en el Congreso de los Diputados. "Si tienes propuestas profundas y coincides con otro partido, lo lógico es hablar con el otro partido. No hace falta que lo tildes de 'socio preferente', pero habla con él, y no sólo generes titulares", esgrimen.

El martes, Podemos reaccionó al anuncio acusando a Sánchez de copiarle. El miércoles, el también portavoz de la Ejecutiva morada, Pablo Echenique, afirmó que el planteamiento del líder socialista "presenta notables defectos técnicos". "Sorprende que el secretario general del PSOE no sepa que en España hay una caja única y no se pueden establecer impuestos finalistas. Es ilegal, lo ha dicho la UE y es ilegal", zanjó.

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