MADRID.- El presidente del Gobierno ha cortado este martes la última cinta inaugural de esta legislatura antes de la convocatoria de elecciones y la disolución de las Cortes, prevista para el lunes 26 de octubre con la convocatoria de un Consejo de Ministros extraordinaria.

Mariano Rajoy ha elegido para la culminación de su maratoniano 'tour' de inauguraciones su tierra de origen, Galicia, y la compañía de quien sigue sonando con fuerza como su sucesor, el presidente de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo.

El jefe del Ejecutivo ha estado esta mañana en Lugo dando luz verde a un tramo de la autovía A-54, que constata, en su opinión, el compromiso del Gobierno con Galicia. Núñez Feijóo, por su parte y como ha hecho este domingo en Toledo ante los principales dirigentes del PP de todo el país, ha aprovechado el acto para elogiar el trabajo de Rajoy en un momento en que su credibilidad sigue cayendo en picado y su liderazgo muy cuestionado internamente.

El presidente ha apostado por el sistema tradicional de cortado de cintas para hacer campaña estos últimos meses, sobre todo en octubre, aunque en agosto y aprovechando sus vacaciones en Galicia, Rajoy acudió a supervisar el tramo del AVE gallego en Ourense, el más complejo, y aprovechó para anunciar que la Alta Velocidad llegará a Galicia en 2018.

Obras con retraso

En septiembre, el presidente acudió a inaugurar la estación del AVE en León (día 29), con viaje incluido en esta línea Valladolid-Palencia-León, un proyecto del que el anterior Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero también sacó rédito electoral con viaje incluido para inaugurar el tramo Madrid-Valladolid en 2007.

Antes, en la jornada del 24, el jefe del Ejecutivo acudió a inaugurar el Puente de la Constitución en Cádiz, inmerso en la polémica, primero, de la obra, que llega con cuatro años de retraso y 850 millones de coste; segundo, por la invitación a última hora y presionado por la controversia al regidor de Cádiz, el miembro de Podemos, José María González 'Kichi'. Éste dio lugar a la primera foto institucional de Rajoy con un regidor de la formación de Pablo Iglesias.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tras asistir la puesta en servicio del tramo Gutín-Palas de Rei de la autovía A-54, en la provincia de Lugo. EFE/Eliseo Trigo

Octubre ha sido, sin embargo, el mes por excelencia de inauguraciones para Rajoy. Hoy ha estado en Lugo con Feijóo; el día 8 acudió a dar luz verde al embalse de San Salvador (Huesca), aunque el pantano llevaba funcionando seis meses.

La jornada anterior, el 7 de octubre, el presidente del Gobierno y el PP acudió a la provincia de Granada a abrir oficialmente el último tramo de la Autovía del Mediterráneo (A-7), entre Carchuna y Castell de Ferro.

La semana anterior, también este mes (día 2), Rajoy acudió a estrenar un tramo de la autovía A-32 entre Linares e Ibros de 11,3 kilómetros (105 millones de euros). Pasito a pasito (las obras comenzaron en 1996), Rajoy se ha comprometido a finalizar la autovía que conecta la provincia de Jaén con el Levante (Linares-Albacete, 225 kilómetros, 875 millones)