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XVIII Congreso nacional del PP Rajoy se divierte en un Congreso sin corbatas y sin “chisgarabises”

El líder del PP se arroga el protagonismo en la segunda jornada del cónclave de la formación conservadora, que le ofrece carta blanca para tomar cualquier decisión

El presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, con unas gafas de realidad virtual tras su llegada a la segunda jornada del XVIII Congreso nacional del partido en la Caja Mágica, en Madrid. EFE/Javier Lizón

JUAN ANTONIO BLAY

Mariano Rajoy es conciente de que en estos momentos es el mejor activo del PP en estos momentos. Y en el partido conservador no hay nadie que ponga en tela de juicio esa evidencia. En consecuencia, el líder de los populares ha asumido ese papel como solo él sabe hacerlo: recibiendo las adhesiones en un tranquilo y relajado paseo por la amplio espacio de recepción del cónclave.

Rajoy se ha parado con todo aquel que se lo pedía, se ha dejado hacer fotos y selfies con jóvenes y personas entradas en canas, y sobre todo con mujeres. En medio de una permanente marabunta que se ha alargado algo más de una hora incluso ha tenido tiempo para ofrecer un par de canutazos para calmar las ansias de los medios de comunicación.

Como juega en casa, se ha limitado a lanzar mensajes obvios, pero suficientes para las crónicas de la mañana. El paseíllo de Rajoy tenía otro objetivo: mostrase cercano a compromisarios y acompañantes, consciente de que en este cónclave se encuentra el “aparato” del partido. Y Rajoy es, sobre todas las cosas, un político de “aparato”. Él mismo ha recorrido todo el “aparato” del PP, en provincias y en Génova, durante 40 años de su vida.

Y en su recorrido no se ha tropezado ni con una sola corbata. La derecha española cuando se va de congreso ya no se pone corbatas, sean dirigentes nacionales o territoriales, o simples compromisarios de provincias; ni mayores ni jóvenes. Es una muestra de la transversalidad que ha logrado el PP.

El presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, firma en una bandera española a su llegada a la segunda jornada del XVIII Congreso nacional del partido en la Caja Mágica, en Madrid. EFE/Javier Lizón

El presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, firma en una bandera española a su llegada a la segunda jornada del XVIII Congreso nacional del partido en la Caja Mágica, en Madrid. EFE/Javier Lizón

Bueno, en realidad Rajoy si ha encontrado a alguien que llevaba corbata: tres invitados al congreso en representación del partido demócrata cristiano de Venezuela. ¿Diputados?: "No, allí somos la oposición, los diputados no valen nada (sic)”. Pero esa excepción, si acaso, resaltaba la ausencia de esa parte de la vestimenta tan apreciada en el vestuario más tradicional como denostada en el de los progres. Hasta ahora.

Mariano Rajoy no se ha dejado a nadie en su paseo: el mostrador de Cristina Cifuentes, donde ha cogido una cinta para la muñeca con los colores de la bandera española –(un abalorio de porte casi obligado para todo militante del PP), la Fundación Humanismo y Democracia (la hermana pobre del PP desde siempre), el chiringuito del European Popular Party (EPP), en el que se reparten bolsas y bolígrafos a mansalva, el stand de Mujeres e Igualdad e incluso el mostrador en el que se “alimenta” sus cuentas en Twitter y Facebook.

El presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, a su llegada a la segunda jornada del XVIII Congreso nacional del partido en la Caja Mágica de Madrid. EFE/Javier Lizón

El presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy, a su llegada a la segunda jornada del XVIII Congreso nacional del partido en la Caja Mágica de Madrid. EFE/Javier Lizón

Pero sin duda donde se ha hecho la foto del día ha sido en el rincón del mostrador de la empresa Kabel, una mercantil española que desarrolla con éxito la realidad virtual compartida, es decir que recrea imágenes sobre la realidad e invitada ex profeso para el cónclave.

Rajoy se ha colocado una de sus gafas en la que le han proyectado la imagen de un corazón latiendo sobre el escenario real. “Sabíamos que le gusta la medicina”, ha dicho uno de sus responsables. “Este es el futuro”, ha acertado a decir Rajoy tras la experiencia.

Durante todo el tiempo que ha durado el paseíllo del líder, casi simulando el círculo de un coso taurino, algo más de un centenar de jóvenes de Nuevas Generaciones (NN GG), la rama juvenil del partido, han estado sentados en un pequeño anfiteatro bautizado con el nombre de speaker´s corner. Lo han hecho de forma disciplinada y estoica a la espera de la llegada del líder.

Finalmente lo ha hecho, sonriente, para recibir los elogios de Beatriz Jurado, la presidenta de NN GG, una joven madre de familia de verbo apasionado. Rajoy ha estado distendido y paternal –(“Libros, camino y vida es donde radica la sabiduría”, les ha dicho). Pero también les ha lanzado un mensaje europeísta para atacar a Podemos: “Ahora está de moda hablar de Europa y hay partidos nuevos chisgarabises que hablan mal de Europa (…) que quieren destruir Europa”.

El presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy,con los miembres de las Nuevas Generaciones (NNGG) ,durante la segunda jornada del XVIII Congreso nacional del partido que se celebra en la Caja Mágica, en Madrid. EFE/Javier Lizón

El presidente del Gobierno y líder del PP, Mariano Rajoy,con los miembres de las Nuevas Generaciones (NNGG) ,durante la segunda jornada del XVIII Congreso nacional del partido que se celebra en la Caja Mágica, en Madrid. EFE/Javier Lizón

Dicho lo cual, en apenas los seis minutos que ha dedicado a los jóvenes, ha vuelto al ruedo de las fotos y selfies para desaparecer en dirección a sus aposentos. El relevo, brevemente, lo han tomado María Dolores de Cospedal, Cristina Cifuentes y hasta Soraya Sáenz de Santamaría junto a Fátima Báñez que también han tenido su ración de sesión fotográfica.

En estas cuitas ha transcurrido la mañana de la segunda jornada del cónclave conservador. Otros compromisarios atendían a los debates de las cuatro ponencias sometidas a escrutinio. Esta vez, para evitar el susto de la noche anterior, bien repletas de compromisarios aleccionados por los “aparatos” correspondientes y evitar desvíos de votos no previstos.

Que de este congreso ha de salir lo que estaba previsto, que para eso es el congreso del PP por mucho que Javier Arenas afirme en público que “es el congreso más abierto y participativo en la historia del partido”. Son cosas de Arenas, ya se sabe.

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