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Rajoy insiste en situar al
PSOE en la radicalidad y
estar en manos de Podemos

El socialista Óscar López asegura que el Gobierno del PP "ha sido duro con los pobres y débil con los ricos", mientras que el portavoz de CiU, Josel Lluis Cleries, le acusa de "atacar a la lengua y los intereses catalanes" durante un agrio debate

Rajoy, en la sesión de control celebrada en el Senado. / EFE

MADRID.- Tal vez la presencia este martes en el Senado del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, haya sido la última en una sesión de control parlamentario al Ejecutivo en la actual legislatura; o tal vez la penúltima. En cualquier caso, los debates que ha mantenido el jefe del Ejecutivo con la oposición han sonado a final de ciclo. Sin duda alguna.

Rajoy, de forma premeditada, ha repartido sus tiempos -en esta cámara son bastante más generosos que los que atribuye el reglamento del Congreso de los Diputados para este trámite- entre dos cometidos: primero, para zurrar de lo lindo a sus interpelantes y, luego, para sacar pecho por los logros de su gestión en materia económica. Para el primer cometido no se ha andado por las ramas; en su segundo objetivo se ha limitado a repetir la consabida letanía de datos.

Para responder al portavoz socialista -en esta sesión Óscar López se estrenaba en su cometido sustituyendo a la navarra María Chivite, que se ha quedado en el parlamento autonómico, circunstancia que el castellanoleonés ha acusado en exceso-, Rajoy no ha dudado en colocar al PSOE en la más absoluta de las radicalidades políticas. Poco menos que ha situado al PSOE en el núcleo duro de Podemos.

 

Para ello ha sacado a relucir una colección de frases en las que que, abriendo comillas, el líder socialista, Pedro Sánchez, descalificaba la radicalidad que apuntaba la formación morada. Ha sido el momento estelar en el que la bancada popular, que registraba poco más de media entrada al inicio de la sesión, ha prorrumpido en aplausos, profusos y efusivos. Rajoy ha concluido su diatriba cerrando comillas, como ya es habitual en él.

Por contra, el novato López le ha acusado de gobernar "con dureza para con los pobres y con debilidad para con los ricos", lo cual ha derivado en políticas antisociales que se han traducido en iniciativas para "recortar derechos laborales y sociales, aumentar los impuestos y rebajar los salarios", ha concluido el senador opositor.

En definitiva, ha sentenciado López, "usted ha gobernado contra todos". Según el socialista, el presidente del Gobierno "sufre ahora un ataque de pánico y alimenta el cuento de que viene el lobo feroz, todo por el miedo a perder el sillón del poder", sobre todo después de los resultados de las elecciones municipales y autonómicas, que han provocado una pérdida sustancial de poder para el PP en estos ámbitos.

Con el portavoz de CiU, Josep Lluis Cleries, la cosa ha subido, si cabe, de tono. El nacionalista y, ahora también soberanista, le ha acusado de atacar a Catalunya desde todos los ángulos posibles: la lengua catalana, las instituciones propias de la Generalitat, el autogobierno y, sobre todo, la falta de una financiación justa. "Cada día sale desde Barcelona un AVE hacia Madrid con 41 millones de euros y se vuelve de vacío", ha afirmado de forma gráfica Cleries para plasmar sus quejas.

Este senador ha insistido en sus descalificaciones hacia la gestión de Rajoy para con Catalunya, se mire por donde se mire. "Sus políticas generan un rechazo en toda Catalunya", ha aseverado Cleries, por lo que "vamos a reflejarlo en las elecciones del 27 de septiembre, que nos llevarán la libertad a Catalunya". Y por si no quedaba claro el momento que se vive, el portavoz catalanista ha dicho al final de su segunda intervención: "Que quede claro, Convergència Democrática de Catalunya (CDC) se siente más fuerte que nunca para defender las políticas sociales y el estado del bienestar para los catalanes".

Esa expresión la ha tomado al vuelo Rajoy para concluir que el verdadero anticatalanismo consiste en forzar a elegir entre catalanes y españoles "cuando se puede ser ambas cosas al mismo tiempo. Al parecer para ustedes los buenos catalanes son los de la CUP. Van ustedes muy bien encaminados por la senda de la moderación, rompiendo una coalición de más de 35 años de historia", ha enfatizado Rajoy tras explicar previamente las grandes inversiones de su Gobierno en Catalunya.

En todo momento el presidente del Gobierno ha utilizado profusión de datos económicos en base a la ecuación de cómo estaba España a finales de 2011 y cómo está en estos momentos. Por supuesto, para el presidente del Gobierno no hay color y quien no lo reconozca es que se estrella contra la evidencia. En sus datos macroeconómicos se ha enrocado y de ahí no hay quien lo saque hasta el mitin de cierre de la próxima campaña electoral. Rajoy se ha convertido más previsible que nunca. Lo ha logrado y eso que parecía difícil.

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