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Rajoy traza sus dos ejes del mal: el "virus de la desunión" y una coalición del PSOE con Podemos

El presidente advierte a Mas de que no aceptará "un ultimátum de sí o no" y promete seguir gobernando "hasta el final" y "marcar unos cuantos goles" en el tiempo que aún queda de juego.

Mariano Rajoy, acompañado por el presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, saluda a los asistentes al mitin de Soutomaior (Pontevedra). / MIGUEL VIDAL (REUTERS)

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Mariano Rajoy, presidente del Gobierno, ha inaugurado este domingo en la localidad de Soutomaior (Pontevedra) el curso político para el PP con un discurso trufado con los mensajes de siempre —él mismo lo reconoció implícitamente—, poniendo mucho enfásis en las cuestiones económicas y en la recuperación, sólo amenazada, según dijo Rajoy, "por el PSOE y su alianza con los radicales".

Pero entre tanta cifra macroeconómica y tanto autobombo, Rajoy no se olvidó de hablar de otras cuestiones de actualidad, en especial de Catalunya, y mandarle un mensaje claro a Artur Mas, el president de la Generalitat: "No aceptaremos un ultimátum de sí o no".  Sin embargo, no hizo ni una sola mención al reciente registro de la fundación de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), ni a la corrupción, un asunto que al parecer no figura entre las prioridades del Gobierno en este arranque del nuevo curso político "lleno de retos y de desafíos".

"Las próximas elecciones catalanas han sido convocadas por lo que se han embarcado en un delirante huida hacia ninguna parte. Esa convocatoria sólo ha servido para dividir y crear confusión y frustración entre los catalanes", dijo Rajoy en clara alusión a Mas, del que no se olvidó en ningún momento de su intervención.

"Nuestra posición es clara: nosotros vamos a defender la unidad de España porque creemos en ella. La soberanÍa nacional la deciden todos los españoles, no ningún parlamento", dijo Rajoy, repitiendo una vieja idea que lleva ya tiempo pregonando.

Tampoco fue muy original al invocar la antigüedad de la nación española, algo que también ha dicho en varias ocasiones: "España no ha nacido ayer ni hoy. Llevamos muchos siglos juntos, somos la nación más antigua de Europa. No vamos a dejar que los españoles sean extranjeros en su propio país. Cada vez que hemos introducido el virus de la desunión en nuestra convivencia a todos los españoles nos ha ido mal, a todos".

Respecto a la situación económica, Rajoy pintó un país casi idílico en el que "las cosas van mucho mejor". Rajoy volvió a presentarse como el hombre que salvó a España del rescate y de la recesión: "Podemos decir con orgullo que hemos dejado atrás la amenaza del rescate, la recesión, el aumento diario del paro y que también hemos dejado atrás atrás la desesperanza, el miedo al futuro, a la oscuridad y los túneles sin final", enfatizó. 

Rajoy: "Si alguien cree que este no es un gran país que viaje y se documente un poco"

"Si alguien cree que este no es un gran país que viaje y se documente un poco. ¿Quién tiene un sistema de pensiones como el nuestro? ¿Quién tiene una Sanidad, una Educación, unas infrestructuras como las nuestras? ¿Por qué vienen los turistas? ¿Por qué somos el país de Europa al que vienen más estudiantes de Erasmus? Pues porque somos un gran país", presumió el presidente para ilustrar todo lo bueno que ha hecho el PP, olvidándose por completo de los dolorosos recortes que ha aprobado su Gobierno.

Para Rajoy luce el sol en lo económico y lo social, aunque hay, en su opinión, algún nubarrón que puede traer una tormenta: la izquierda. "Lo peor que le puede pasar a este país es la coalición que algunos ya están preparando", ha dicho en clara alusión a una hipotético pacto entre el PSOE y Podemos. En este sentido, el presidente se ha mostrado muy crítico con los socialistas: "El PSOE es la única amenaza en el horizonte de la recuperación económica por su deriva extremista y su alianza con los radicales"

Así que a Rajoy se ha presentado como el único capaz de poder llevar a España a buen puerto. Y ese ha sido su principal argumento para justificar la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado y su afán por sacar adelante nuevos proyectos legislativos. "Los Gobiernos no se paran. Ya vimos lo que ocurrió en 2011. Aquí no hay tiempo de descuento, aquí hay tiempo de juego y aún vamos a marcar unos cuantos goles", dijo elevando el tono de voz. 

En la parte final de su discurso, Rajoy instó al PP a presentarse a las próximas elecciones generales "con humildad para pedir a los españoles su confianza y decirles que tuvimos que pedirles sacrificios y esfuerzos porque había que hacerlo. Pero el camino recorrido ha merecido la pena: las cosas ya van mucho mejor", insistió de nuevo el presidente antes de emplazar a sus seguidores el año que viene en el mismo lugar. 

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