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Rajoy se vuelca en dar apoyo a sus 'garbanzos negros'

El presidente acudirá con Fabra a un desayuno en Madrid después de que Cospedal desautorizase su candidatura para 2015. Responde a las críticas internas contra Wert con un fuerte respaldo público.

ANA PARDO DE VERA

El presidente del Gobierno tiene desconcertado a su propio partido. Primero, con una potente muestra de apoyo al ministro de Educación, muy cuestionado en el PP y que, en la última crisis de su Departamento, puso al Ejecutivo en un brete frente a Bruselas por la gestión del programa Erasmus y varias rectificaciones posteriores. Ahora, con el anuncio inesperado de que el jefe del Ejecutivo acudirá a presentar al presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra, en un desayuno-coloquio en Madrid.

Los responsables de la organización de este foro (la agencia Europa Press) cancelaron ayer el desayuno previsto desde hace semanas con la ministra de Fomento, Ana Pastor, y lo sustituyeron por el de Fabra con presentación de Rajoy. Este coloquio, además, se celebrará el mismo día (26 de noviembre) y a la misma hora en la que el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero presenta sus memorias políticas 600 días de vértigo (Ed. Planeta) en la Casa de América de Madrid.

Tanto José Ignacio Wert como Alberto Fabra son dos de los grandes quebraderos de cabeza del Gobierno y el Partido Popular en estos momentos, probablemente, junto a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, a la que la cúpula del PP tuvo que salir a defender ayer tras el aluvión de críticas internas por la crisis de la basura en Madrid, cada vez menos contenidas.

Es un secreto a voces -y así lo reconocen ya sin grandes eufemismos muchos de sus propios dirigentes- que al Ejecutivo y al partido les iría mejor con otro ministro de Educación, de perfil menos volcánico que el de Wert, y, por supuesto, con mucha más 'cintura política', concretan en el PP. Sin embargo, el presidente no está de acuerdo con los suyos y así lo constató esta semana en dos ocasiones en sendos días: el martes en Bruselas, declarando que Wert tiene su 'total' apoyo, y ayer en Madrid, acudiendo de forma imprevista y sin avisar a la prensa a un acto en el que el ministro presentaba un libro. Según algunos asistentes, Rajoy no disimuló el afecto que tiene -o que desea que parezca que tiene- por su titular más polémico.

El caso de Fabra es distinto al del ministro, pues no se explica por que el president tenga éste u otro perfil, sino por el descenso generalizado de apoyos al PP, el contexto de su mandato a dedo y sus deseos precipitados de confirmarse como candidato del PP a la Presidencia valenciana en las autonómicas de 2015, explican en su partido. Efectivamente, Fabra anunció hace dos semanas en un importante acto del PP valenciano que él encabezaría la lista electoral de 2015 en la Comunitat.

La noticia de la auto-proclamación apenas trascendió, pero este lunes, la secretaria general del PP envió un mensaje al barón: 'No toca hablar de candidaturas', le advirtió María Dolores de Cospedal dejando en el aire si, finalmente, Fabra sería presidenciable o no. El jefe del Ejecutivo valenciano desea pasar por las urnas para legitimarse en la Generalitat, ya que accedió a ella a dedo en julio de 2011, dos meses después de que Francisco Camps ganase las últimas autonómicas y tuviera que abandonar el Palau por su insostenible situación judicial en relación la trama Gürtel. Sin embargo, a Fabra tampoco le ha beneficiado nada su decisión de cerrar la Radio Televisión Valenciana tras confirmarse que no podría realizar los despidos que quería. Dirigentes de su propia formación regional -una de las más poderosas del partido- han cuestionado la decisión de su líder, apelando a la necesidad del ente público, y estas quejas han llegado a la calle Génova.

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