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Resultados elecciones 21-D Arrimadas era la antisistema 

La líder de Ciudadanos en Catalunya rompe con la tradición catalanista que había dominado el Parlamento catalán y se reivindica como la mayoría social de una Catalunya partida

Rivera y Arrimadas celebran en Barcelona el resultado de Ciudadanos. REUTERS/Eric Gaillard

JAVIER BORRÀS ARUMÍ

Ha explotado. El consenso catalanista que había dominado Catalunya desde el fin del franquismo ha sido reventado por el hijo no deseado del procés. Los convergentes y los republicanos batallaron –bajo la sonrisa maquiavélica de las alianzas– para ser el Gran Partido de Catalunya. Y una parte de Catalunya que habían ignorado ha salido a votar a, quizás, la primera mujer que podría presidir la Generalitat. Arrimadas trae una espada contra el establishment político -convergente y socialista, el catalanismo de mínimos– que había dominado Catalunya. Una espada que se alimenta de la otra cara del procés, de la otra cara de la propaganda. Nadie esperaba que pudiera ganar Trump, nadie esperaba -hasta hace nada- que pudiera ganar Arrimadas. Los consensos explotan.

Al escenario naranja que han montado ante las Torres Venecianas de la Plaza España no paran de sonar clásicos de Rihanna, Pitbull, J Balvin y otros reggaetoneros. Empieza a llegar gente mayor, algunas parejas, pero sobre todo jóvenes, muchos jóvenes. Aparecen banderas con el triple corazón y un pakistaní vende birras entre las trescientas personas reunidas ante el escenario. Hay bufandas, abrigos y gafas naranjas.

Y, de golpe, empieza sonar una especie de tablao mezclado con música épica, casi de Juego de Tronos. El himno de batalla de Arrimadas. La ganadora de las elecciones sale con una sonrisa absolutamente emocionada, rodeada otras cabezas del partido. Rivera queda totalmente secundario.

 "¡Catalunya, hemos ganado las elecciones!".

Gritos eufóricos: "¡Presidenta! ¡Presidenta! ¡Presidenta! ¡Campeoooones, campeooones, oeee oeee oeee!"

"¡Por primera vez ha ganado las elecciones un partido constitucionalista!".

(Antisistema. Explotar el consenso. CiU y PSC eran parte del enemigo. A estas alturas, si no eres constitucionalista, ¿qué puedes ser sino separatista?).

"¡La mayoría social se siente española, y va a seguir siéndolo! ¡Los partidos nacionalistas no podrán hablar nunca más en nombre de Catalunya!".

De golpe, alguien les avisa de que han subido a los 37 escaños. Euforia total, gente saltando, banderas por los aires: "¡Yo soy españoool, españoool, españoool!" Arrimadas tiene los ojos ligeramente llorosos. Rivera, desde detrás, le da una botella de agua.

"¡Que nadie se quede en casa sin celebrar la victoria del partido naranja!".

Habla Rivera. Gritos de "¡Presidente!", más débiles que los de Arrimadas. Hace campaña: habla de ensanchar el proyecto en toda España.

"¡Sé que hay millones de españoles que viven esta victoria como propia!".

Arrimadas, Rivera, los diputados de Ciudadanos, todos se abrazan. Acaba el mitin. Empiezan a gritar una frase que se escucha poco entre tanto griterío.

Un grupo de amigas han venido con una bandera española a las espaldas:

- "¿Qué dicen?"

- "¡Ahora sí hemos ganado!"

- "¿Cómo?"

- "¡Que ahora sí hemos ganado!"

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