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Rivera afirma que el voto indeciso irá a parar a Ciudadanos y Podemos

El líder de Ciudadanos niega haber dicho que pactaría con Pablo Iglesias y Pedro Sánchez e insiste en que no apoyará ni a PP ni a PSOE. Rodeado de una nube continua de periodistas, ha sido el último candidato en marcharse del Congreso, donde saludó a todos sus contrincantes, aunque muy fríamente. A la vicepresidenta le dijo: "Te veo mañana".

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, durante la intervención del presidente del Congreso, Jesus Posada, en la recepción por el aniversario de la Constitución, junto al líder de UPyD, Andres Herzog, y al de Podemos, Pablo Iglesias. REUTERS/Susana Vera

MADRID.- Llegó al Congreso vendiendo la posibilidad de poder convertirse en el 'primer presidente catalán' y, sobre todo, el nuevo Adolfo Suárez que traerá la 'Segunda Transición' tras el 20 de diciembre. Pero Albert Rivera también aprovechó la ocasión para continuar con la campaña electoral y valorar, en los corrillos, las últimas noticias. De hecho, avanzó parte de sus cálculos internos y se mostró convencido de que el voto de los indecisos irá a parar a las formaciones emergentes (Ciudadanos y Podemos) y no a PP y PSOE, como cree el bipartidismo. 

El líder de Ciudadanos celebró este domingo el aniversario de la Carta Magna con un "¡Viva la Constitución, Visca el Día de la Constituciò!" y abogó por reformarla y "dar un nuevo impulso al proyecto común español" para lo que, dijo, estará dispuesto, si gobierna, a "tender la mano a todos". 

Por ello, Rivera volvió a presentarse como el mejor posicionado a la hora de buscar el diálogo, incluso con los actores del catalanismo político que estén dispuestos a volver a la senda constitucional. "La Constitución se hizo entre todos y la Segunda Transición también", concluyó su discurso. "En la Constitución de Cádiz participaron también los catalanes" -recordó- "pero fuera de la Constitución no hay democracia ni diálogo posible", advirtió.

Rivera recordó que también celebrará el Día de la Constitución en Barcelona, "en la calle" (tiene prevista una chocolatada esta tarde en el barrio de Nou Barris), porque "hay que hacer partícipes a todos los españoles" y se mostró convencido de que "en Catalunya hay muchos ciudadanos quieren participar del proyecto común". E, incidiendo en que es necesario reformar no sólo la Carta Magna, sino también las instituciones ("el Congreso tiene que volver a ser la institución donde los españoles se sientan representados", dijo), volvió a posicionarse como posible ganador de las elecciones.

El líder de Ciudadanos y candidato a la Presidencia del Gobierno, Albert Rivera, a su llegada a la recepción celebrada en la Cámara Baja con motivo del XXXVII aniversario de la Constitución. EFE/Ballesteros

"Si queremos cambiar, necesitamos que el bipartidismo se vaya a la oposición", sentenció Rivera, que volvió a citar parte de sus mitines de ayer en lo que a la "operación salvar el soldado Sánchez" se refiere. "Estoy convencido de que Rajoy prefiere que gobierne Sánchez antes que Ciudadanos y que Sánchez prefiere que gobierne Rajoy antes que Ciudadanos", manifestó. 

El líder de C's incidió también en que su partido es "el centro" y vio "normal" que tanto PP como PSOE hagan "eslóganes" para echarle a la izquierda y a la derecha, respectivamente. Y, de nuevo, prometió que no apoyará ninguno de los dos proyectos cuando haya que votar en la sesión de investidura, aunque siguió sin aclarar si se plantearía la abstención. Del mismo modo, rechazó que exista la "operación Menina" bautizada por Podemos sobre un supuesto pacto PP-Ciudadanos que tendría como condición expulsar a Rajoy para que fuera Soraya Sáenz de Santamaría la presidenta del Ejecutivo con el apoyo de los naranjas.

"España necesita reformas y no una mano de pintura roja ni de pintura azul", metaforizó Rivera ante las cámaras arremetiendo contra PP y PSOE. Aunque, no obstante, recordó sus pactos en Andalucía y Madrid (Rivera mantuvo en los pasillos una charla agradable con Cristina Cifuentes) y, en los corrillos, reconoció que él lo tendría más fácil que Podemos a la hora de entenderse con PP o con PSOE de cara a un futuro pacto de Gobierno.

También tras la declaración institucional, el líder de Ciudadanos se mostró enfadado por el titular de su entrevista en La Razón en el que supuestamente decía que estaba dispuesto a pactar la formación de un Ejecutivo liderado por él con Pedro Sánchez y Pablo Iglesias. "Es mentira", mantuvieron también otros miembros de la cúpula del partido en los corrillos de los pasillos de la Cámara baja. 

El último en salir

Rivera fue el último de los candidatos en abandonar la Institución. En su visita, rehusó hacerse una foto en el Hemiciclo ("No,no,yo respeto las instituciones", se excusó) y se esforzó por saludar a sus contrincantes en el Salón de Pasos Perdidos, aunque sin demasiado éxito. El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, rehusó hablar con él -aunque sí hubo apretón de manos- y prefirió departir con Pablo Iglesias; y el líder de los socialistas, Pedro Sánchez, le hizo esperar. El líder de Ciudadanos, que en su campaña de 'buenismo' siempre ha deseado suerte a sus rivales, esperó pacientemente, le estrechó la mano, y cada uno siguió a lo suyo. Unos con más éxito que otros. 

Pero la soledad de Rivera -al menos en cuanto a la parte institucional se refiere-, no fue tanta. Al revés. Estuvo acompañado de un gran séquito de Ciudadanos, entre ellos, otros candidatos por Madrid como Francisco de la Torre, Marta Rivera de la Cruz, Patricia Reyes y Miguel Gutiérrez; por Barcelona, como Elena Faba, y buena parte de su Ejecutiva (Begoña Villacís, Ignacio Aguado, Fernando de Páramo, Fran Hervías y José Manuel Villegas).

Y tampoco todos los políticos le ignoraron. Además de con Cifuentes, Rivera se cruzó con la vicepresidenta a quien le deseó "Feliz Día de la Constitución" e, incluso, entre bromas, le recordó el debate de mañana en Atresmedia. "Te veo mañana", le espetó. 

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