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Rivera pedía suprimir las Diputaciones en una reforma constitucional exprés

Era la condición 'sine qua non' para un acuerdo de Gobierno que permita investir a Pedro Sánchez, aunque es consciente de que "es necesario el PP y sus escaños" para ello.

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera, se dirige a la rueda de prensa que ha ofrecido en el Congreso de los Diputados. EFE/Ballesteros

PAULA DÍAZ

MADRID.- Cerrar o no las Diputaciones: ese parece ser el principal escollo de las negociaciones entre PSOE y Ciudadanos. Albert Rivera ha enfriado hoy su acercamiento a Pedro Sánchez, con quien se reunió ayer en secreto, al exigir una "reforma exprés de la Constitución" como condición 'sine qua non' para cerrar su pacto.

Esa reforma incluiría cinco puntos que, como reconoció el propio presidente de C's, no son "fáciles" de asumir por los socialistas. Se trata de suprimir los aforamientos, reducir el número de firmas necesarias para presentar una ILP de 500.000 a 250.000, despolitizar la Justicia, limitar los mandatos del presidente del Gobierno a 8 años y suprimir los citados organismos provinciales.

De todos ellos es éste último en el que Sánchez tendría más reticencias, según insinuó Rivera, "porque el PSOE es un partido con mochilas", es decir, con sus miembros encabezando algunas de ellas. También existen "reticencias" en cuanto a la fórmula para reformar el sistema de elección de cargos del Consejo General del Poder Judicial, por lo que Rivera resumió el estado de la negociación con un "Estamos encallados".

Y eso que las otras cuestiones son apuestas también del programa socialista y, según el líder de C's, ambos equipos negociadores han conseguido "avances" también para acordar abrir una ponencia para la reforma de la ley electoral o en materia fiscal y laboral, ambos, aspectos en los que sólo queda por "concretar" la redacción del acuerdo final.

"Últimas 24 horas"

No obstante, Rivera repitió que queda por ver "si hay acuerdo o se rompe la cuerda" y se levantan de la mesa y aplazó la toma de decisión final a estas "últimas 24 horas".

Además, el líder de Ciudadanos anunció que esta tarde comenzarán las reuniones anunciadas entre su formación y el PP, incluso aunque ya mantenga pocas esperanzas de poder convencer a los conservadores para que se unan a su modelo de 'gran coalición'. "Yo no estoy dispuesto a que éste sea un debate de sillas y apellidos, aunque parece que es en lo que estamos", lamentó Rivera, en respuesta a las declaraciones de Mariano Rajoy, que sigue negando su apoyo a Sánchez y pidiendo ser él el investido.

Los 123 escaños del Partido Popular son "necesarios" no sólo para que el secretario general del PSOE supere el pleno de investidura que comienza el próximo 1 de marzo, sino "para la mayoría de las reformas", especialmente, para la exigida hoy como línea roja (la reforma de la Constitución, para la que son necesarios 2/3 o 3/5 de los votos de la Cámara) y para "tirar adelante la legislatura", asumió Rivera. Aunque asumió el reto de convencer al PP como "difícil" también repitió uno de sus lemas: "nada es imposible".

"Es el PP el que debería sumarse al acuerdo entre PSOE y Ciudadanos"

Además, de seguir los conservadores enrocados en su postura de no querer negociar si no son ellos quienes lideran el Gobierno, Rivera mantendrá su estrategia de culparles -de cara a los votantes- bien de provocar la repetición de elecciones, bien de permitir un Ejecutivo formado por PSOE y Podemos. "Toca mojarse: el PP tendrá que explicar qué es lo que no le gusta de este acuerdo que busca un Gobierno estable, reformista y que garantice la igualdad y unidad de todos los españoles", amenazó.

Asimismo, rechazó también la posibilidad de que el acuerdo final se produzca entre el PSOE y las dos llamadas "fuerzas del cambio". Él no se abstendrá si el pacto es con Podemos. Y no cree que Pablo Iglesias se abstenga si el pacto es con Ciudadanos, ni siquiera aunque estén de acuerdo en materia de regeneración democrática. "Estos cinco puntos son esenciales, pero no serán los únicos que formarán parte del documento que estamos negociando con el PSOE: también hay reformas educativas, económicas, fiscales...", enumeró Rivera, citando el techo de gasto y el referéndum de Catalunya como dos de los puntos clave que le separan de la formación morada. "No queremos hacer reformas de espaldas a Podemos, pero es el PP el que debería sumarse al acuerdo PSOE-C's", concluyó.

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