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La salida de Mesquida abre la puerta a más cambios en Interior

Rubalcaba sopesa poner toda la lucha antiterrorista bajo el mando directo de su ‘número 2’

ÓSCAR LÓPEZ-FONSECA

Alfredo Pérez Rubalcaba lo lleva diciendo desde hace meses. “Si repito, pienso cambiar la estructura del Ministerio del Interior de arriba a abajo”. Confirmado desde la semana pasada por José Luis Rodríguez Zapatero, el político cántabro ha empezado a estudiar cómo poner en marcha su pequeña revolución en la actual cadena de mando de su departamento, que considera “desfasada”. Una pequeña revolución que no se va a ver afectada por la recién anunciada salida de Joan Mesquida de la Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil.

Así lo ha podido confirmar Público en varias fuentes del departamento con las que el propio Rubalcaba ha comentado en las últimas semanas detalles de estos planes. Planes con los que, aseguran, el ministro busca “conseguir, de una vez por todas, la coordinación policial en la lucha contra ETA”, uno de los deberes que le puso el presidente cuando le nombró para el cargo en 2006.

Para ello, el ministro y su equipo sopesan sacar la Comisaría General de Información de la Policía y la Jefatura de los Servicios de Información de la Guardia Civil –los dos órganos que llevan el peso del combate contra el terrorismo– de la estructura de la actual Dirección General conjunta, y dejar su gestión en manos del número 2 de departamento, el secretario de Estado de Seguridad, cargo que ahora ocupa en funciones Antonio Camacho, y a quien todas las quinielas le mantienen en el puesto. Un cambio de calado que supondría un ascenso para los dos mandos policiales que los dirigen, que pasarán a tener categoría de subdirectores.

Con ello, Rubalcaba pretende poner punto final a las “disfunciones” entre los agentes de ambos cuerpos, con las que no pudo acabar del todo el Centro Nacional de Coordinación Antiterrorista (CNCA) creado con tal fin la pasada Legislatura. El propio ministro es consciente, señalan las fuentes policiales consultadas, que parte de estos problemas surgía de la duplicidad de funciones entre el secretario de Estado y el director general. “Algunos mandos puenteaban a Mesquida y hablaban directamente con Camacho”, reconoce a este diario un alto cargo policial.

Cambios en Policía Científica

La Dirección General de la Policía y la Guardia Civil también podría perder el mando, si se llevan finalmente a cabo los planes de Rubalcaba, sobre las unidades de Policía Científica de ambos Cuerpos. Serían el paso final de una unificación de ambos servicios que ya comenzó la legislatura pasada, cuando Interior centró parte de sus esfuerzos en este área en crear bases comunes de datos entre Policía y Guardia Civil, entre ellos los de huellas digitales y perfiles genéticos.

Los cambios tampoco se frenarán ahí. Siempre según los planes que ha comentado Rubalcaba en privado, las actuales Direcciones Adjuntas Operativas –una en la Policía y otra en la Guardia Civil– se podrían desdoblar cada una en tres. Además, se baraja el relevo de varios jefes Superiores de Policía –las fuentes consultadas hablan de hasta media docena–, un movimiento que planificó para el pasado verano, pero que el propio Rubalcaba frenó hasta que no pasasen las elecciones de marzo.

Portavoces oficiales del propio Ministerio niegan, sin embargo, que Rubalcaba esté “en estos momentos” enfrascado en acometer cambios de este calado en la estructura del departamento. “Él apuesta por la continuidad y no es partidario, a priori, de realizar grandes cambios”, añaden.

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