El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, aprovechó este lunes su presencia en el foro económico del diario Cinco Días para esbozar lo que quiere que sea su programa en esta materia de cara a las elecciones generales de 2015. Si bien no adelantó muchas novedades -la mayoría de los temas que trató ya eran conocidos-, sí sirvió el acto para que el nuevo líder socialista fijara posición en muchos aspectos económicos.

Así, Sánchez se declaró contrario a la jornada de 35 horas debido a la devaluación salarial que ya hay. Y también rechazó una reforma laboral que lleve a un contrato único, aunque abogó por simplificar aún más lo que ahora existen.

Ante un nutrido grupo de empresarios que le fue a escuchar en el desayuno informativo, el dirigente socialista anunció que él sí es partidario de rebajar el coste de las cotizaciones a la Seguridad Social. Sánchez abogó por buscar vías alternativas de financiación, por ejemplo, los impuestos, y recordó que en muchos países europeos así se hace.

En cuanto a la reforma fiscal en la que trabaja el PSOE, Sánchez quiere que sea una reforma estructural de los impuestos que arregle el mal endémico de que en España se recauda menos de lo que se gasta. Para ello, el líder socialista explicó que no se trata de crear nuevos tipo dentro del IRPF, 'sino de simplificar el IRPF y nuestra fiscalidad. Soy partidario de ir equiparando los impuestos del trabajo a los impuestos de capital', dijo.

Pero, además, para solucionar esta situación de ingresar menos de los que se gasta, el líder socialista quiere eliminar deducciones que, en su opinión sólo son aprovechadas por los más poderosos. Y añadió: 'No vamos a subir la presión fiscal a las clases medias ni a los trabajadores, pero sí a la grandes forturnas'.

En este aspecto, apuntó también que es partidario de eliminar muchas deducciones del impuesto de Sociedades y buscar una fórmula donde aporten más las grandes corporaciones que actualmente. 'Las grandes empresas del Ibex pagan menos que un pequeño empresario', dijo.

También reseñó que, si gobierna, volverá al sistema de pensiones aprobado bajo el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero; propuso al Gobierno un Pacto de Estado de estabilidad energética, y aseguró que su apuesta política será por las renovables.

Más en clave política, al ser preguntado por el programa económico de Podemos, el líder del PSOE les dio la bienvenida a la socialdemocracia, aunque indicó que tienen que aclarar si ahora ya no son anticapitalistas.

En este aspecto, preguntó a la formación de Pablo Iglesias si ahora reniegan del programa económico que llevaban a las europeas hace sólo unos meses. No obstante, indicó que sigue discrepando de lo que conoce hasta ahora de la propuesta económica de Podemos.

Finalmente, fue preguntado si estaría abierto a un pacto con el Partido Popular. Sánchez esquivó el tema con menos contundencia que en otras ocasiones en las que había renegado de la llamada gran coalición, y se limitó a decir: 'Los anómalo son las mayorías absolutas. El plantear fórmulas de Gobierno con apoyos parlamentarios diversos puede ocurrir y tampoco es malo. Que haya un Gobierno apoyado por varias fuerzas no es una mala noticia, al contrario', afirmó.