MADRID.- Pedro Sánchez marcó este martes muy claramente la posición política en la que quiere situar al PSOE de cara a las elecciones que se avecinan en 2015. Citando a Adolfo Suárez y el espíritu de la Transición, el líder socialista indicó que los socialistas deben representar “el cambio seguro” en España, manteniéndose equidistante frente al Partido Popular y Podemos.

El secretario general de los socialistas —ante toda su Ejecutiva, el Grupo Socialista en el Congreso y el Senado, los eurodiputados y todos los portavoces autonómicos—, se mostró convencido de que la posición del PSOE se abrirá paso y no paró de repetir que serán el partido más votado en los próximos comicios, porque la actual situación de España “sólo el PSOE la puede liderar”.

Sánchez se mantuvo equidistante ante las posiciones tanto del PP como de Podemos y vertió duras críticas contra ambas formación, calificando a los populares como “el frente del miedo” y al partido de Pablo Iglesias como “el frente del rechazo”.

Explicó que se visualiza perfectamente estas posiciones en sus posturas frente a la reforma constitucional que plantea el PSOE, “unos quieren petrificar la Carta Magna y otros romper el espíritu de la Transición”. Y en medio de estas dos posturas, colocó al PSOE, “que quiere recuperar el patriotismo constitucional para renovar nuestro pacto con la Carta Magna”, afirmó.

Para el líder socialista, Rajoy planteará la campaña con el mensaje de “yo, o el caos”, mientras que Podemos seguirá utilizando el “oportunismo ideológico” y dividirá el voto de izquierdas.
Ante ello, Sánchez indicó que los socialistas deben configurar un nuevo contrato con los ciudadanos de cara a los programas electorales de los próximos comicios y a eso se van a dedicar los próximos meses, aunque fijó los tres ejes fundamentales del mismo: creación de buen empleo, igualdad y rearme moral de la democracia.

Y, sobre estos tres ejes, desgranó las propuestas ya conocidas: subir en dos legislaturas la inversión en educación al 7%, elevar el Salario Mínimo Interprofesional, pactar un nuevo Estatuto de los Trabajadores, hacer una ley de igualdad salarial, etcétera.

Además, aseguró, que si llega al Gobierno derogará gran parte de lo hecho por el Ejecutivo de Mariano Rajoy, y citó en otras muchas cosas, la reforma laboral, la LOMCE o la subida del IVA a la cultura un 21%. Fue uno de los pocos mensajes que suscitaron un aplauso al líder socialista.

Sánchez terminó pidiendo a sus compañeros que hicieran un esfuerzo porque, en su opinión, el PSOE está en condiciones de volver a ser el partido más votado, y aseguró que él personalmente se va a dejar la piel para lograrlo en las municipales y autonómicas de mayo.

No entusiasmó precisamente el discurso del líder del PSOE y la reunión continuó a puerta cerrada en el Congreso, donde se pidieron varios turnos de palabra.