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Un sector de IU se cita en Zamora para organizar su oposición a Garzón en la XI Asamblea de la organización

El documento bautizado como "la declaración de Zamora" critica la "deconstrucción de la marca", la "obsesión de Garzón por Podemos" y su permisividad con los militantes de IU que forman parte del grupo parlamentario de la formación de Pablo Iglesias

El cooordinador general de IU, Cayo Lara, en una foto de archivo.- EFE/Sergio Barrenechea

JAIRO VARGAS

@JairoExtre

A escasos tres meses de que Izquierda Unida celebre su XI Asamblea, la de la "refundación", "renovación" o "superación" del proyecto político, el sector más identitario de la federación de izquierdas ha comenzado a movilizarse para organizar su oposición a Alberto Garzón, diputado y más que posible candidato a suceder al coordinador federal, Cayo Lara.

La cita será este sábado y la ciudad elegida es simbólica: Zamora, la única capital de provincia en la que IU detenta la Alcadía. El alcalde, Francisco Guarido, será el conductor del encuentro que los convocantes definen como "un grito de razonada indignación" ante los pasos de la organización durante el último año y medio. En Zamora estarán miembros de casi todas las federaciones de IU, de las familias que aún quedan en la organización e incluso representantes de la expulsada federación Madrileña, que ha declarado públicamente la guerra a Garzón en el Foro IUCM.

Ese grito indignado tiene, de momento, forma de borrador de un documento titulado "Declaración de Zamora", muy crítico con Garzón y con la deriva hacia la que, dicen, conduce a IU. Según la interpretación de este grupo, el "deslumbramiento" que los resultados de Podemos en las elecciones europeas de 2014 produjo en el diputado malagueño y sus seguidores ha dado lugar a cuatro grandes males que amenazan seriamente la continuidad de un proyecto que, a su juicio, "no ha perdido validez".

"Obsesión por Podemos"

Por un lado, a la "deconstrucción de la marca Izquierda Unida", en clara referencia a la coletilla "Unidad Popular" que ahora acompaña a los dos diputados que tiene la formación en el Congreso. Por otra parte, a una "obsesión" con el partido de Pablo Iglesias que ha desembocado en "medidas de marketing" personal del candidato; en una "parálisis política de los órganos de dirección" y en una concepción de la organización donde "candidato y dirección se confunden", especifica el texto.

El documento también hace referencia a un "silencio político frente a conductas que se traducen en fugas y complicidades con otras organizaciones políticas", en referencia a la presencia de militantes de IU en el grupo parlamentario de Podemos como resultado de las confluencias en Catalunya (En Comú Podem) y en Galicia (En Marea).

Este último punto fue el foco de la disputa que se abrió, ya sin ambages, durante el Consejo Político Federal del pasado sábado, en el que Cayo Lara propuso obligar a estos tres diputados ─ Joan Mena y Félix Alonso de EUiA y Yolanda Díaz de Esquerda Unida de Galicia─ a formar grupo parlamentario con Garzón y Sol Sánchez. El objetivo no era otro que evitar el ajuste económico derivado de la falta de ingresos por no tener grupo propio, que se traduce en un ERE para el 60% de la plantilla, y por otro lado, asegurarse visibilidad en la Cámara. Lara no consiguió los apoyos para esta medida que Garzón tildó de "irresponsabilidad política".

Por ese motivo, uno de los puntos en los que incide la declaración es el de "definir de forma concreta el carácter federal de la organización", algo que actualmente se derrumba por las dos esquinas del norte del Estado y que habría llegado a Valencia si la oferta de Podemos hubiera sido algo mejor.

El texto parece defender a pies juntillas las tesis que Cayo Lara expone en cada informe político desde que Podemos saltó a escena. Sin embargo, el coordinador federal no acudirá al cónclave para salvaguardad la identidad y "el patrimonio político de primera importancia" de IU. Según fuentes internas, a Lara le hubiera gustado acudir, pero ni siquiera ha logrado el apoyo unánime entre su grupo afín.

Tampoco es seguro que acudan representante de Izquierda Abierta, el partido de Gaspar Llamazares, aunque han sido invitados por los promotores y ven con buenos ojos el "respeto a la pluralidad" que la declaración incluye.

Aunque el documento vuelve a escenificar la eterna lucha interna en IU, ahora en uno de sus peores momentos, desde el sector afín a Garzón quitan importancia al cónclave. El diputado, en uno de sus último artículos, hacía referencia a este tipo de comportamientos internos, que calificó de "marxismo fosilizado y fetichista, sin incidencia social e insignificante en apoyo".

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