Siempre será suya la última palabra. Pero sobre la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, no deja de acumularse la presión desde que el domingo el PSOE sufriera el domingo su mayor debacle electoral de la historia a nivel estatal. Ella, en cambio, conseguía sacar 10 puntos al PP en su comunidad. Hasta el miércoles, esas presiones de dirigentes y miembros del partido que quieren que ella se convierta en la nueva secretaria general fueron privadas. Ayer, en cambio, la gran mayoría de líderes territoriales le pedían que diera el paso públicamente.

Lo hacían los secretarios generales de las dos federaciones más importantes en número de militantes después de la andaluza: el madrileño Tomás Gómez y el valenciano Ximo Puig. Y también los dirigentes regionales de Castilla-La Mancha, Navarra, Aragón, Cantabria, La Rioja y Canarias. Todos ellos apelaban a su capacidad de instaurar el 'cambio' en las filas socialistas garantizando, a la vez, la estabilidad del partido en un momento de transición. 

Diversos dirigentes y parlamentarios del PSOE consultados por Público añadían, además, que de los nombres que suenan como candidatos al congreso de los días 19 y 20 de julio, sólo el suyo puede 'garantizar' que una vez pasado el cónclave se celebren unas primarias realmente abiertas a la ciudadanía para dar con el próximo candidato socialista a la Presidencia del Gobierno.

A pesar de que el otro aspirante con posibles, Eduardo Madina, también se ha manifestado en todo momento a favor de esas votaciones, muchos dirigentes consideran que su llegada a la Secretaría General —él siempre ha dicho que sólo concurrirá si finalmente se encuentra una fórmula para que voten todos los militanes— complicaría la celebración de las primarias. El argumento es que, de ser así, se correría el riesgo de que su consolidación como líder coartara a otros aspirantes a presentarse al proceso, llegándose incluso a la situación de que no tuviera rival y no se diera, por tanto, la voz a los ciudadanos. 

No sucedería esto si la secretaria general es Díaz, según sostienen distintos dirigentes socialistas. Argumentan que si bien ella podría aceptar la Secretaría General 'como salvadora' del PSOE en uno de sus momentos más deprimidos, en ningún momento aspira a ser la candidata a La Moncloa dada su fuerza en Andalucía. Por tanto, aunque fuera ella quien pilotaría el proceso, su llegada al poder no impediría a los aspirantes a luchar en unas primarias abiertas.

La teoría está ampliamente extendida entre los diputados y miembros del partido afines a una de las socialistas que aspiraría a esas primarias, la exministra de Defensa Carme Chacón. Este sector celebraba ayer el paso dado por los barones antes mencionados a favor de Díaz. Tomaba así parte en la guerra por el poder abierta entre la presidenta de la Junta y la dirección federal aún en manos de Alfredo Pérez Rubalcaba, que ha asumido como suyas las propuestas de Madina para facilitar que la premisa 'un militante, un voto' se pueda aplicar en la elección del nuevo secretario general.

'Si Susana da el paso la gran mayoría estará con ella', apuntaban esas mismas fuentes, que insistían en que la defensa de las primarias abiertas la hicieron Chacón y Díaz antes que el actual líder del PSOE. 'Rubalcaba, que dice ahora que es el impulsor de las primarias, las propuso 24 horas después que Carme en el congreso de Sevilla de 2012', añadían fuentes cercanas a la exministra de Defensa. Según ha podido conocer este diario, Chacón ha mantenido distintas conversaciones con la presidenta de la Junta en las últimas horas.

Preguntado sobre si realmente sería la andaluza la única secretaria general del PSOE capaz de garantizar un proceso abierto a la ciudadanía, un secretario general de una de las federaciones más importantes del partido respondía: 'Sí, ella es la que mejor puede representar ese espíritu'. También se sumaban a esta ola a favor de Díaz dirigentes de otros puntos del Estado. 

Y desde el PSOE de Andalucía volvieron a optar por el silencio respecto a las decisiones que tomará su máxima dirigente en las próximas horas. Fuentes de la dirección de los socialistas andaluces explicaron a este diario que están esperando a que el equipo de Rubalcaba les haga llegar la propuesta para que la elección del secretario general se abra a la militancia. Se trata de un planteamiento que tal y como explicó ayer el aún secretario general de los socialistas, deberá contar con la unanimidad de todos los líderes territoriales. ¿Contará por tanto con el visto bueno de los socialistas andaluces? 'Depende', apuntaban desde la Ejecutiva regional. 

Otros miembros del partido en Andalucía dudaban de la posibilidad de que Díaz dé el paso a Ferraz en un congreso en el que haya una votación previa de toda la militancia a la que puedan concurrir más candidatos. 'Ella puede estar dispuesta a ir si se lo piden porque no hay otra opción', apuntaba uno. 'Tenía que irse a salvar España, pero la situación puede cambiar con una votación', remachaba otra.