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Las 'sombras' en los gastos de campaña de Susana Díaz salpican al Gobierno andaluz

La oposición lleva al Parlamento las primarias del PSOE y acusa a la sevillana de usar “recursos humanos y materiales de la Junta”. El entorno de Díaz le urge a clarificar el coste de sus mítines

Susana Díaz, en el acto en el que ha anunciado su candidatura a liderar el PSOE. EFE

daniel cela

Cuatro días después de presentar oficialmente su candidatura a liderar el PSOE, la presidenta andaluza, Susana Díaz, ha comprobado lo que será una constante en los próximos dos meses: la imposibilidad de separar lo institucional de lo orgánico.

La oposición en bloque le acusa de no haberlo hecho hasta ahora, es más, denuncia que la presidenta se ha servido de los recursos humanos y materiales del Gobierno andaluz para impulsar su campaña en las primarias socialistas.

Las acusaciones de PP, Podemos e IU no se basan, por ahora, en ningún dato contrastable, y aunque el equipo de la presidenta preveía esta línea de ataque, las denuncias de sus rivales en el Parlamento han adquirido más resonancia debido a los claroscuros en la financiación de la campaña de Díaz, y a la reticencia de su equipo a desvelar los ingresos y gastos de los actos de partido que ha protagonizado.

La paradoja es que ha sido la oposición, el pasado jueves, quien metió los asuntos orgánicos del PSOE en la Cámara legislativa, durante la sesión de control al Gobierno, interpelando a Díaz más como candidata socialista que como presidenta de la Junta.

El Ejecutivo andaluz tomó nota en la sesión parlamentaria del jueves del riesgo que le supone que su principal titular compatibilice la presidencia de la Junta con la campaña de elecciones internas para liderar su partido.

La oposición andaluza se dispone a someter a Susana Díaz a un acoso diario, cuestionando cada minuto su compromiso con el Gobierno autonómico. Todos los grupos, incluido Ciudadanos, que sustenta al Gobierno, cuestionan la conveniencia de que la presidenta compagine dos tareas de tanto peso como la jefatura del Ejecutivo andaluz y la del PSOE federal.

El Gobierno cuenta con una mayoría ajustadísima en el Parlamento para sacar adelante sus medidas, después de que una diputada de Ciudadanos se haya pasado a la bancada de no adscritos (el jueves estuvo a punto de perder por un solo voto el decreto ley de guarderías, aprobado sin negociación con la oposición frontal del sector de Infantil).

El partido está debilitado y fracturado por dentro, y necesitará de un esfuerzo ímprobo del futuro líder federal para recomponer su estructura interna, limando tensiones federación a federación. Incluso miembros del propio gabinete de Díaz coinciden con los grupos de la oposición y dudan de que la presidenta pueda mantener ambos responsabilidades por mucho tiempo.

Ahora mismo, en la escena política andaluza se da una extraña coincidencia entre los argumentos de los rivales de Susana Díaz en el Parlamento y los rivales de Susana Díaz en las primarias socialistas, esto es, los seguidores de Pedro Sánchez. Ambos han encontrado en las explicaciones opacas de la sevillana respecto a la financiación de su campaña la línea más dura de oposición.

Fuentes del PSOE andaluz aseguran que tanto el mitin de presentación en Ifema, ante 7.000 personas, como el resto de actos que está protagonizando Díaz durante los fines de semana “lo están costeando los militantes con sus donaciones particulares a través de la cuenta bancaria que ha habilitado el partido”.

Sin embargo, las mismas fuentes admiten que la falta de información sobre el coste real de cada acto de campaña “no se puede alargar mucho más, sobre todo en actos tan grandes como el de Madrid, porque en estos casos el silencio es contraproducente”. 

En las próximas horas podrían hacer público el presupuesto del mitin de presentación, que algunas fuentes socialistas cifran en 60.000 euros.

Oficialmente no hay confirmación del coste real ni del desglose del presupuesto. Hace ya una semana que el entorno de la presidenta elude responder a cuánto costó el multitudinario acto de presentación de la candidatura en Ifema del pasado domingo en Madrid, al que asistieron Felipe González, José Luis Rodríguez Zapatero, Alfredo Pérez Rubalcaba, Alfonso Guerra y todos los barones territoriales socialistas, excepto Francina Armengol.

Compatibilizar cargos

La última sesión de control a la presidenta de Andalucía se convirtió en una sesión de control a la candidata a la secretaría general del PSOE. Susana Díaz se enfrentó por primera vez a las acusaciones de la oposición dentro del Parlamento -PP, Podemos e IU- que denuncian la financiación opaca de la sevillana y la acusan de estar utilizando “recursos humanos y materiales del Gobierno autonómico en beneficio de su campaña a las primarias del PSOE”. Se trata de una acusación dura que perseguirá a Díaz en su papel institucional mientras duren las primarias socialistas, y que se ha visto agrandada por la reticencia por parte del equipo de Díaz a aclarar cuánto se están gastando en sus actos de campaña y cómo se están financiando dichos eventos.

El Parlamento andaluz es ya un escenario más de las primarias del PSOE, más centrado en las dudas sobre la financiación de la campaña de Susana Díaz, que en la gestión de su Gobierno. Era un riesgo previsible para la presidenta, que ha decidido compatibilizar su cargo institucional con sus aspiraciones a liderar el PSOE. Sin embargo, fue ella misma quien abrió este debate, cuando hace unos días sorprendió incluso a su equipo de campaña al hacer unas declaraciones a los periodistas sobre un miembro de su propia Administración, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, que además es responsable de estrategia y comunicación de la campaña de Pedro Sánchez.

El director general de Puertos de la Junta de Andalucía había hecho una entrevista radiofónica esa mañana, asegurando que Díaz debía quedarse como presidenta y olvidarse de liderar el PSOE, y horas después la presidenta ironizó así ante los medios: “No me creo que haya dicho eso. Seguro que Gómez de Celis está trabajando en la Agencia de Puertos y no dedicado a cuestiones de partido a estas horas”. La sevillana, que no ha vuelto a pronunciar el nombre de Pedro Sánchez desde el convulso comité federal del 1 de octubre, sí mencionó por su nombre a Gómez de Celis, un desconocido para el conjunto de España, al que le une una estrecha enemistad política desde hace 20 años.

Al cuestionar indirectamente que su rival estuviera usando su tiempo de trabajo institucional en cuestiones de partido, Díaz dio armas a la oposición para mirar al dedillo cada acto público de la presidenta que, mucho antes de presentar su candidatura oficial a liderar el PSOE, ya participaba en actos y hacía visitas fuera de Andalucía en las que la línea entre lo institucional y lo orgánico era muy estrecha. Su equipo asegura que jamás ha rebasado esa línea, y sus adversarios no sólo opinan lo contrario, sino que han traído el asunto a la Cámara legislativa, provocando de facto una invasión de los temas socialistas con los asuntos de Gobierno.

Especialmente dura estuvo la líder de Podemos, Teresa Rodríguez, que enumeró una serie de cargos de la Junta que supuestamente han participado activamente en promocionar la candidatura de Díaz “en horario laboral, cuando deberían estar cumpliendo funciones dentro del Ejecutivo andaluz”. “Usted pretende alternar dos tareas tan ingentes que es material y espiritualmente imposible compatibilizarlas. Andalucía necesita un especial esfuerzo, diga claro si no va a empeñarse en cuerpo y alma o al 100%, como dice su lema de campaña en el PSOE”, le advirtió, tras acusarla directamente de usar recursos de la Administración para sus aspiraciones partidistas y le retó a publicar sus cuentas.

Rodríguez acusó explícitamente al viceconsejero de Presidencia de enviar desde su móvil SMS a militantes socialistas para que acudieran al multitudinario acto de presentación de candidatura el pasado domingo en Madrid, ha señalado un acto de las Juventudes Socialistas que tuvo lugar hace unos días en el centro de Sevilla, y al que asistieron “en horario de trabajo” la jefa de gabinete del Instituto Andaluz de la Mujer (IAM), la delegada de Cultura del Gobierno andaluz en Sevilla, varios asesores de distintos departamentos de la Junta y una teniente de alcalde del Ayuntamiento hispalense. La presidenta andaluza reprochó a la líder de Podemos que usara la Cámara para “asuntos de partido”, y le respondió con rotundidad: “Yo trabajo cuatro veces más que usted, compare su agenda y la mía y verá por qué puedo compatibilizar. El PSOE es un proyecto autónomo, y por encima está Andalucía y España. Usted representa a la izquierda inútil”.

Tampoco el presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, dio tregua a Díaz y la volvió a acusar de “utilizar la Junta y sus recursos para su ambición personal”. Los populares animan a la presidenta a forzar su relevo y dejar la Junta si gana las primarias, pero no pedirán adelanto electoral. Podemos e IU sí lo han pedido. Ciudadanos tampoco lo quiere, aunque ha instado a Díaz a favorecer una transición “sosegada”, y ya urge al PSOE a cumplir sus compromisos en el acuerdo de investidura, bajo la presunción de que la legislatura acabará antes de lo previsto.

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