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Temor en el PP a que Aznar quiera controlar el partido tras las generales

La ofensiva pública del expresidente contra Rajoy alerta contra una operación para desbancar al candidato si se confirmara un batacazo electoral el 20-D. Los conservadores se defienden y recuerdan que la 'etapa Aznar' "también es la 'etapa Rato".

José María Aznar (i) y Mariano Rajoy, en el Campus FAES de verano. EFE

MADRID.- José María Aznar ha entrado en tromba en la actualidad informativa tras las elecciones catalanas del 27 de septiembre. El expresidente del Gobierno no esperó ni 24 horas tras el bacatazo del PP en Catalunya (perdió 8 escaños, quedando como quinta fuerza política del Parlament) para lanzar un durísimo comunicado en su página web y criticar al PP y a su líder y presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, por los malos resultados.

El texto de Aznar condición la agenda política del PP, pues tanto Rajoy -que dio una entrevista en televisión el jueves- como la rueda de prensa de la secretaria general, Dolores de Cospedal, tras la reunión del Comité Ejecutivo Nacional el lunes 28 (la primera desde enero) se vieron obligados a contestar al expresidente.

No contento con el revuelo interno, sin embargo, Aznar abrió esta semana política con un nuevo ataque al PP-Rajoy: Ciudadanos puede tomar la delantera a su partido por una mejor defensa de los valores constitucionales, vino a decir además de quejarse por los "ataques personales" y la falta de argumentos que recibió de estos 'atacantes'.

Aparte de la ofensiva personal contra Rajoy, en el partido están convencidos de que la actitud de su presidente de Honor va más allá de este intento de desprestigio hacia un sucesor que prescindió del tutelaje de su antecesor, muy a pesar de éste, pues, como todos reconocen con más o menos gravedad en el PP, Aznar puso a Rajoy al frente del PP porque quería seguir empuñando la vara de mando de la formación política y, si se daba -que terminó dándose-, de La Moncloa. Los intereses económicos, empresariales, lobbísticos del exjefe del Ejecutivo lo pedían a gritos. Pero Rajoy lo puso de patitas en la calle política.

"A disposición" del PP

En el PP no ocultan su intranquilidad. El descontento, el enfado de Aznar es tan grande, que se recuerda sin cesar que el expresidente jamás renunció a volver a tomar las riendas del partido. "Estoy a disposición de mi partido", ha dicho siempre que se le ha preguntado públicamente, entre otros sitios, en la misma cadena, Antena 3, donde Rajoy le contestó al comunicado de la semana pasada asegurando que él "las cosas las dice a la cara".

¿Qué pasará si Rajoy y el PP se estrellan en las elecciones generales del próximo 20 de diciembre? Sería el sexto aviso para el PP, según Aznar, y su asomo más peligroso al abismo de la irrelevancia política en pro de Ciudadanos. "Estrellarse" es para el PP no conservar el Gobierno, con lo que Rajoy sería el primer presidente de la Democracia que no repetiría mandato, sin contar al breve y transicional Leopoldo Calvo-Sotelo.

¿Va a Aznar a salir de FAES y postularse como líder del PP? "No tanto", vaticinan los conservadores, aunque sí se muestran convencidos de que movería los hilos de su mermada -"Pero aún potente"- influencia interna y, sobre todo, los de los poderes fácticos para poner a alguien de su cuerda al frente del PP en el Congreso previsto para 2016. ¿Su fiel Cayetana Álvarez de Toledo, que todos los consultados sostienen que no repetirá en la lista de Madrid para el 20-D? "Por ejemplo", aventuran.

Rato, el presidente que quería Aznar

En la cúpula del PP y entre los fieles a Rajoy, hay un enorme enfado con Aznar, que les está empañando la estrategia para las elecciones generales que incluye evitar el tema catalán, aunque sí blandir la unidad de España y, sobre todo, la recuperación económica. De puertas adentro, los conservadores consultados no dudan en recordar lo que representa Aznar y lo mucho que perjudica al PP dándose a valer.

En pleno furor del caso Rato, donde se ha demostrado que, presuntamente, el vicepresidente no sólo ocultó su cuantiosa fortuna para defraudar a Hacienda, sino que empleó todas sus influencias y su poder para amasar los millones. Un auténtico shock para el PP por culpa de quien fuera el responsable del "milagro económico" español, pero sobre todo, el vicepresidente económico, el cerebro ídem de Aznar; y su amigo.

Los más incrédulos ven, de hecho, una huida hacia delante del expresidente del Gobierno haciendo ruido con sus furibundos ataques a Rajoy para tapar las vergüenzas del caso Rato, que, según el propio Aznar, en otra de sus diatribas anti-Rajoy, no fue el sucesor porque no quiso y cuando quiso, el expresidente del PP ya había posado su dedo sobre el gallego. "Ni tutelas, ni tu tía", dijo a Aznar el fundador de AP-PP, Manuel Fraga, en su famoso mitin de elección de quien sería su sucesor. Pero el expresidente debe de haberlo olvidado ya o, al menos, haber optado por la dirección de Fraga: la tutela.

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