Jubilarse a lo grande. Ese parecía ser el objetivo del expresidente Ignacio González, según las informaciones que El Español ha hecho públicas este lunes. Tras el alias de 'Jaime Liberal' se parapetaba el que fuera presidente de la Comunidad de Madrid, un sobrenombre que le permitía llevar a cabo todo tipo de operaciones secretas a través de las cuales trataba de sacar una tajada millonaria.

Según estas informaciones, la red de negocios en la que participaba junto a otros compañeros de partido como Gustavo de Arístegui y Pedro Gómez de la Serna, González echó mano de sus contactos para servir de intermediario en una cartera de inversiones internacionales cuyo volumen superaba los 270 millones de euros en solo dos años.

Unos intereses comerciales cuyas pruebas han quedado registradas en el sumario de la Operación Lezo. Y muy especialmente en la documentación enviada a la Audiencia Nacional por el abogado uruguayo Fernando Belhot; más de un centenar de correos y mensaje cruzados que evidencian el interés de González por llamar a las puertas de las principales empresas del país (firmas como OHL, Sacyr o Pescanova) y utilizar el favor de diplomáticos como el cónsul de España en Jamaica.

González trató de expandir sus tentáculos por medio mundo. Seis meses después de dejar la política, 'Liberal Jaime' se interesó en un proyecto que trataba de situar a una empresa española de telefonía en Irak. En Chile, por su parte, trató de intermediar para "un fondo grande" cuyo nombre se desconoce pero que busca hoteles y otras inversiones en el país.