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Twitter y Facebook, el otro campo de batalla por el 20-D

Las redes sociales se convierten en un factor determinante en unas elecciones en las que se estima que más del 20% de los electores no han decidido aún su voto. Los candidatos se afanan en influir a través de la red de los 140 caracteres pero subestiman el poder de Facebook.

Perfiles en Twitter de los líderes de los principales partidos españoles.-

CHRISTIAN GONZÁLEZ

MADRID.- El pasado lunes tuvo lugar uno de los hitos de la campaña electoral para las elecciones del 20-D: el debate a cuatro entre Pedro Sánchez, Pablo Iglesias, Albert Rivera y Soraya Sáenz de Santamaría. Algunos medios de comunicación dieron como vencedor a Pablo Iglesias, y cada partido proclamó el triunfo de su líder. Sin embargo, uno de los ganadores de ese debate no tuvo atril ni voz en el plató donde se celebró. Fue Alberto Garzón.

El líder de IU no fue invitado pese a ser el candidato de la tercera fuerza política en las pasadas elecciones generales. Durante el espacio (el evento televisado más tuiteado del año) cuando todos los tuiteros estaban comentando en directo los lances del debate, publicó este mensaje:

El tuit se hizo viral. Más de 23.000 personas lo compartieron con sus seguidores y registró más de 16.000 favoritos, convirtiéndose en uno de los mensajes políticos con más repercusión en la historia de la red social en nuestro país y llegando a ser el tema más comentado en la red social durante el espacio. Su acción trascendió y se convirtió en noticia en los medios de comunicación. Hoy mismo es uno de los primeros resultados de Google al buscar información sobre el debate del 7-D.

Es un ejemplo de cómo las redes sociales se han convertido en el otro campo de batalla entre los partidos políticos por las elecciones del 20-D, en un tiempo en el que el cartel y el mitin están perdiendo fuerza frente el hashtag y el meme.

Miguel Ángel Acera, profesor de EAE Bussiness School y experto en marketing online considera éste un buen ejemplo de lo que los partidos pueden hacer bien en las redes sociales: "Supo aprovechar el río de mensajes que se genera en internet, sobre todo en Twitter, ante un evento como ese y logró modificar ese curso natural de la información e influir en él".

Pero son muchos más los casos que demuestran cómo las redes sociales se han convertido en terreno de juego de la actividad política. En 2014, ‘Pablo Iglesias’ fue lo segundo más comentado en Facebook, tras la ‘Liga’. En la misma red social, ‘Sanidad’ y ‘Crisis económica’ también se colaron entre los temas más populares el año anterior. Y para qué hablar de los memes y el humor en la red con mensaje político, que cada día resume Tremending Topic.

Twitter, el nexo entre ciudadanos, políticos y periodistas

La red social que ha protagonizado en mayor medida el debate público en estas elecciones ha sido Twitter. La red de los 140 caracteres ha incluido entre sus herramientas iconos de los partidos políticos e incluso organizó un debate (#DebateEn140) con representantes de los principales partidos políticos, en el que participaron más de 25.000 personas y que registró más de 250.000 preguntas, comentarios o menciones.

Según una investigación realizada por Twitter junto con la Universidad Carlos III de Madrid, el 80% de sus usuarios busca información sobre las elecciones generales. Además los tuiteros están un 26% más interesados en política que el resto de internautas. En el caso de los millenials -la generación que tiene entre 18 y 34 años- llega al 33%.

¿Pero las acciones de los partidos en Twitter o Facebook tienen una repercusión real en forma de votos o todo se queda en la pantalla? Acera recuerda que en conjunto los usuarios de internet suponen un 76,2% de la población de 16 a 74 años, por lo que el marketing online de un candidato sí tiene “un impacto potencial relevante”.

"Ante elecciones con posibles resultados ajustados las redes sociales pueden ser determinantes para decidir esos estrechos márgenes de intención de voto”

David Álvarez, analista y consultor de Social Media de la agencia Dog Social Intelligence considera que es muy difícil afirmar que la campaña en las redes sociales tenga una incidencia real y directa en el sentido del voto de los ciudadanos. “Hay varios estudios que lo han intentado pero hasta ahora nadie ha podido demostrar empíricamente esa afirmación", explica. “Lo que sí está claro es que ante elecciones con posibles resultados ajustados como estas [se estima que más del 20% de los electores no han decidido aún su voto] cualquier elemento que forme parte de la dinámica de la campaña electoral, y las redes sociales claramente ya forman parte de esa dinámica, puede ser determinante para decidir”.

Además el poder de las redes sociales va más allá de sus cifras de audiencia. Algo que Twitter logra con mucha facilidad es llevar comentarios a los medios de comunicación tradicionales (prensa, radio y televisión), dado que se ha convertido en una fuente diaria de información para los periodistas, logrando así multiplicar el público al que llegan. “Twitter vincula muy bien la relación entre política-medios de comunicación-actualidad, y es una plataforma muy buena para vehicular la actualidad del día a día, y establecer vínculos de relación continuos entre candidatos, periodistas y ciudadanos”, apunta Álvarez. Además, en eventos públicos como debates o programas de televisión, protagonizan la conversación pública.

Podemos recordar ejemplos de eventos poco seguidos in situ, que después se popularizaron enormemente gracias a Twitter, como el reciente caso del vídeo viral del número uno de Podemos al Congreso por Almería, David Bravo.

Facebook, la asignatura pendiente

Pese a esas capacidades de Twitter, la red social más utilizada en España es Facebook. Según diferentes estudios es la que tiene un mayor nivel de penetración en todas las capas sociales e ideológicas y cuenta con unos 20 millones de usuarios en nuestro país. Y su capacidad de influir en elecciones ya tiene precedentes.

En EEUU el paradigma son las presidenciales de Barack Obama. Primero en las elecciones de 2008, donde fue uno de los primeros candidatos en hacerse un perfil en las principales redes sociales, y después en 2012, en las que se considera que Facebook jugó un papel determinante. Su espectacular acción logró revertir las encuestas y lograr un récord histórico de donaciones.

Álvarez pone de relieve que, por diferentes motivos, los partidos políticos españoles han trabajado mucho más Twitter que Facebook y recuerda que, si se analizan los perfiles en las redes sociales de los cabezas de lista al Congreso por cada circunscripción, veremos esa diferencia. Así el PP tiene 37 perfiles en Twitter frente a sólo 16 en Facebook; el PSOE, 37 en Twitter y 8 en Facebook; Ciudadanos, 41 en Twitter y 8 en Facebook; y Podemos, 43 en Twitter y 22 en Facebook. En el mejor de los casos, la mitad.

Acciones de campaña de PP y de Podemos en Facebook.

Acciones de campaña de PP y de Podemos en Facebook.

"Es en Facebook donde se  debería dar la relación más profunda con los llamados activistas políticos, ese ejército de simpatizantes dispuestos a colaborar"

Según Álvarez estamos ante una asignatura pendiente de la comunicación política española. “Es en Facebook donde se da, o debería dar, la relación más profunda con los llamados activistas políticos, ese ejército de personas simpatizantes de un partido o candidato que están dispuestas a colaborar de modo más intenso con la campaña. El problema está en que esos trabajos de gestionar las comunidades de activistas en Facebook se deben hacer con un amplio margen de tiempo, y es inviable afrontarlo pocos meses antes de que se dé una campaña electoral”, considera.

Marea Granate: los ciudadanos hacen política en la red

También los ciudadanos están llevando a cabo iniciativas de corte político gracias al poder de influencia de las redes sociales. Un caso interesante en estas elecciones es el que recuerda Miguel Ángel Acera: la iniciativa de Marea Granate.

Marea Granate se describe como un colectivo apartidista formado por emigrantes españoles expatriados por falta de oportunidades laborales en su tierra. A través de su web y gracias a un intenso uso de las redes sociales, muy especialmente de Facebook, realizan diversas acciones, entre las más llamativas la denominada #RescataMiVoto.

Denuncian que el voto rogado “deja sin poder participar en las elecciones al 95% de los emigrantes” y que el 20-D miles de españoles volverán a ser “abstencionistas forzados”. En su web ponen en contacto a emigrantes que no pueden votar con personas que sí pueden pero no quieren, para que lo hagan por el primero.

Al margen de las abstenciones que puedan convertir en votos (aseguran que ya son más de 1.300), gracias a su acción dan visibilidad a una reivindicación política mediante el poder de las redes sociales.

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