Unidas Podemos asume que los contactos para sacar adelante la investidura de Pedro Sánchez están en manos de los socialistas. Los dirigentes del grupo confederal esperan que se consigan los apoyos suficientes con tantas ganas como tienen los propios dirigentes del PSOE, o como ya tuvieron de que se aprobaran los Presupuestos Generales del Estado de 2019. Sin embargo, esta vez ni Pablo Iglesias ni Jaume Asens intervendrán de forma directa para intentar conseguir que los partidos independentistas catalanes se abstengan y permitan la investidura. 

El líder de En Comú Podem, Jaume Asens, es una de las personas del grupo confederal que más contactos mantiene con los dirigentes de ERC en Madrid y en Catalunya. Su trayectoria laboral como asesor de Carles Puigdemont y su perfil soberanista hizo que se ganara la confianza de buena parte del independentismo catalán. 

De hecho, Quim Torra dijo hace unos días en una entrevista en Ara que confiaba en que "amigos" como Jaume Asens o Gerardo Pisarello facilitaran un "cambio" político del presidente en funciones. El portavoz de los 'comuns', además, estaba llamado a cumplir esta función desde que puso un pie en el Congreso y ya fue interlocutor en otras ocasiones entre el líder de Podemos y Puigdemont o los presos catalanes. Aunque su nombre casi que no sonó entonces, fue una de las personas que facilitó y acompañó a Iglesias en su visita a Oriol Junqueras. También estuvo en medio de las conversaciones para los PGE. 

Sin embargo, y según pudo confirmar Público con fuentes de Unidas Podemos, esta vez el PSOE no quiere que se intervenga en nada. Además, como ya publicó este medio, hace tiempo que los republicanos catalanes — ERC es el partido necesario para pasar la investidura — no ven ni a Asens ni a Iglesias como intermediarios y reclaman un diálogo directo con el Gobierno en funciones. Por lo que, como reconocen desde el partido morado, están al margen de cualquier conversación para la investidura. 

Pese a estas fuentes del partido morado, desde En Comú Podem no quieren confirmar que ahora no van a intervenir, aunque fue algo que incluso afirmó la portavoz de la ejecutiva de Podemos, Noelia Vera, cuando aseguró que en Unidas Podemos están "a la espera" y "respetando" el liderazgo de Pedro Sánchez y el proceso de los socialistas. "El PSOE está manteniendo reuniones y nosotros quedamos a la espera", insistió la diputada gaditana ante las preguntas de los periodistas sobre el papel del partido morado ante estas conversaciones. 

Eso sí, desde Unidas Podemos estarían dispuestos a intentar dialogar para conseguir un acuerdo siempre que Sánchez quisiera.

El peso de las conversaciones recae en Adriana Lastra

Así, todo el peso de las conversaciones recae ahora mismo en Adriana Lastra, portavoz parlamentaria y vicesecretaria general de los socialistas. Anteriormente fue Carmen Calvo quien intentó negociar con ERC y PDeCAT para los Presupuestos, hablando directamente con la consellera de Presidencia, Elsa Artadi; y el vicepresidente de la Generalitat, de ERC, Pere Aragonès. Pero las conversaciones no llegaron a buen puerto cuando se torcieron por la figura del "relator". 

Ahora fue Lastra la socialista que mantuvo el primer contacto con los catalanes ya que se reunió la semana pasada con Gabriel Rufián. Ambos mantienen buena relación y tanto desde los partidos catalanes como desde Unidas Podemos han resaltado en varias ocasiones la buena actitud de Lastra para llegar a acuerdos. También fue la responsable de cerrar con Irene Montero el preacuerdo que firmaron la semana pasada Iglesias y Sánchez sobre el Gobierno de coalición. 

Pero no parece fácil a día de hoy que el PSOE consiga el apoyo de ERC. Los socialistas tienen que alcanzar 169 votos a favor: 120 del PSOE, 35 de Unidas Podemos, 6 del PNV, 3 de Más País, 1 de PRC, 1 de Teruel Existe, 1 de BNG y 2 de Coalición Canaria-Nueva Canarias, y el apoyo de Ciudadanos o la abstención de ERC. Sin embargo, tras el rechazo del partido naranja, la abstención de los catalanes parece la única fórmula. Los republicanos a día de hoy también se mantienen en el 'no', aunque hay voces importantes que quieren facilitar la investidura. Los catalanes insisten algún "movimiento" de los socialistas para cambiar el voto, pero de momento Sánchez se niega a negociar con ellos.