Iñaki Urdangarin ha presentado su último alegato ante el Tribunal Supremo y pide de nuevo su absolución, según informa El Mundo.  Él considera que jamás “presionó” a los funcionarios para que le adjudicaran contratos millonarios. Urdangarin sostiene ante el Alto Tribunal que él se limitó a “invitarles o a "sugerirles" la contratación del Instituto Nóos sin ánimo de lucro que presidía.

Con este alegato, el marido de la infanta responde al último dictamen de la Fiscalía del Tribunal Supremo. En él, el Ministerio Público solicita diez años de prisión para el ex duque de Palma por utilizar su “privilegiada condición familiar” para presionar a Jaume Matas y a quienes podían decidir la contratación del Instituto Nóos.

La defensa de Urdangarin, Mario Pascual Vives, considera que la Fiscalía carece de “legitimación” para acusarlo: "El vocablo influencia como parte integrante del tipo penal debe diferenciarse de aquellas conductas que puedan revestir una cierta sugerencia o invitación y que no suponen ni entrañan una verdadera y real presión psicológica hacia el funcionario".

Delitos fiscales

Respecto a los delitos fiscales, el letrado de Urdangarin insiste en su absolución: "Debería ser absuelto de todos y cada uno de los delitos por los que ha sido inicialmente condenado: prevaricación, falsedad en documento público, malversación de caudales públicos, fraude a la Administración, tráfico de influencias y sendos delitos fiscales" debido a que en ningún ejercicio se habría superado la cuota defraudada de 120.000 euros.

El Tribunal Supremo revisará el 21 de marzo la condena de Urdangarin por el Caso Nóos. Se expondrán los argumentos de las partes y partir de esto, el Tribunal Supremo hará pública la sentencia definitiva en un plazo breve de tiempo.