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Urdangarin intenta excluir a su esposa y al rey emérito del conocimiento de sus negocios

En su declaración durante tres días, que ha durado casi 16 horas efectivas, el exduque ha señalado a la casa real y ha reconocido que ha cambiado su declaración respecto a la fase de instrucción, cuando excluyó a Zarzuela de sus negocios ante el juez instructor.

Iñaki Urdangarin, durante la tercera jornada de su interrogatorio en el juicio por el caso Nóos.

JULIA PÉREZ

PALMA/MADRID.- El yerno de Felipe VI Iñaki Urdangarin ha insistido en su declaración que nunca dio un paso sin el conocimiento de la casa real. Es más, nunca hubiera hecho nada sin conocimiento de la Zarzuela y, cuando hubo que "rectificar" lo hizo. "Siempre hemos obedecido", ha apostillado en su tercer día de declaración.

El exduque ha sido tajante en el juicio de la Audiencia de Palma sobre el caso Nóos. En su declaración durante tres días, que ha durado casi 16 horas efectivas, el exduque ha señalado a la casa real y, a preguntas del fiscal, ha reconocido que ha cambiado su declaración respecto a la fase de instrucción, cuando excluyó a Zarzuela de sus negocios ante el juez instructor.

Ahora bien, ha excluido a Juan Carlos I del conocimiento de sus negocios, después de que hubiera reconocido de que informó al rey emérito. Este reconocimiento se ha producido cuando la abogada de la acusación popular le ha interrogado por un correo suyo dirigido al monarca. El tribunal ha interrumpido unos minutos la sesión, para confirmar que era una prueba excluida en la causa y luego ha amonestado a la letrada por su proceder. Pero Urdangarin, para entonces ya había señalado a Juan Carlos I.

Sus respuestas a las suaves preguntas del defensor de su exsocio, Diego Torres, han puesto de manifiesto que la estrategia defensiva de ambos apuntan a un mismo lugar: el Palacio de la Zarzuela, sede de la casa real.

En su interrogatorio, Manuel González Peeters ha conseguido fijar claramente la idea, ya avanzada en la sesión del miércoles por el propio Urdangarin: no movía nada sin la autorización de la casa real.

"Nunca ha habido un reproche sobre lo que hacíamos y siempre hemos hecho caso de lo que nos recomendaba" Carlos García Revenga, el secretario de las infantas Cristina y Elena de Borbón y el interlocutor de la casa real que los exduques de Palma tenían asignado.

Preguntado por qué hubiera hecho si García Revenga le hubiera dicho que no hiciera algo, su respuesta ha sido tajante: "Hacerle caso, como siempre hemos obedecido".

Urdangarin ha reconocido así que no se daba un paso en Nóos "sin su consentimiento o autorización". Para ello, el defensor de Torres ha exhibido ante el tribunal una "interminable" lista de correos y documentos en los que el exduque consultaba a García Revenga las actividades del Instituto.

Por la tarde, ha sido interrogado de nuevo por el fiscal Pedro Horrach ya que en la fase de instrucción había asegurado lo contrario, que la casa real no opinó, asesoró o avaló sus actividades. Antes, ha explicado, no tenía pruebas en las que basarse, pero ahora en el juicio ha podido comprobar que existen documentos que lo prueban y, por ello, lo puede afirmar.

Preguntado por el defensor de Cristina de Borbón, Urdangarin ha añadido que ella no tenía poderes en Aizoon, ni tenía firma en las cuentas de la sociedad. Además, no era informada sobre los empleados que contrataban, ni de la marcha de la sociedad: "aprovechábamos el tiempo para hablar de otras cosas".

La casa real conocía sus actividades

"En los temas jurídicos aparecía el señor [José Manuel] Romero", ha aclarado Urdangarin en relación al abogado de Juan Carlos I y conde de Fontao. "En ningún momento recibimos ningún tipo de reproche", ha añadido al tiempo que ha aclarado que "cuando hemos tenido que rectificar", lo han realizado.

De esta manera, abandonó formalmente el Instituto Nóos en el año 2006, aunque en la jornada del miércoles matizó que la exigencia del abandono realizada por encargo de Juan Carlos I era de los cargos de presidente de la empresa, pero no de sus actividades en ella.

De lo asuntos fiscales de los exduques se encargaba un alto cargo de Hacienda -Federico Rubio Carvajal- les hacía las declaraciones, incluso a él mismo hasta que fijó su residencia en Estados Unidos. A preguntas de González-Peeters, Urdangarin ha reconocido que Rubio recibía documentación de Nóos y de Aizoon para realizar las declaraciones.

En los asuntos de seguridad se encargaba el responsable de seguridad de la casa real. Hasta tal punto que el equipo de seguridad de la casa real hacía barridos en los teléfonos y ordenadores del Instituto Nóos, "sobre todo cuando nos mudábamos de una oficina a otra".

A preguntas de la acusación popular de Manos Limpias, que ejerce Virginia López-Negrete, Urdangarin ha asegurado no conocer al especialista en informática Matías Bevilacqua, quien colaboró en el CNI hasta 2008. El abogado del exduque, Mario Pascual Vives, admitió en su día que solicitó los servicios de una empresa "para que pusiera en orden los mails" relacionados con Nóos, aunque negó que contratara a Bevilacqua para ello.

El abogado respondió así al ser cuestionado por las informaciones que afirmaban que un agente del CNI 'hackeó' 30.000 emails del disco duro del despacho que llevaba las cuentas y fiscalidad del Instituto Nóos, poco después de que el exsocio Diego Torres amenazara con revelar los correos de Nóos.

El exduque de Palma, Iñaki Urdangarin, ha intentado exculpar a Cristina de Borbón, de toda responsabilidad en el caso Nóos. La infanta está procesada por dos delitos fiscales cometidos en los años 2007 y 2008 por la sociedad que ambos comparten al 50%, Aizoon.

La infanta prestará declaración, bien esta tarde o mañana, una vez finalice el interrogatorio a Salvador Trinxet, abogado y supuesto creador de la red internacional de desvío de dinero captado en Nóos.

Urdangarin ha asegurado él le daba a firmar las actas de las juntas de Aizoon, que nunca se celebraron físicamente, y que la tarjeta Visa que el banco envió a la infanta Cristina por ser copropietaria de la sociedad la custodiaba él y ella nunca tuvo las claves.

López-Negrete se ha centrado en la mañana de este jueves en una serie de tíquets de compras realizadas supuestamente con la tarjeta Visa de Aizoon.

Mango, Carrefour, Llongueras, Caprabo, la compra de un libro de la saga de Harry Potter, un safari, una factura de coaching para la infanta por cerca de 7.000 euros...son algunos de los gastos destacados por la acusación popular.

Ya por la tarde, a preguntas de su defensa, el exduque ha aclarado que las facturas se habían cargado en la cuenta personal que ambos tienen y no en la de Aizoon.

Cuando se le ha exhibido los tiquets, ha entendido que eran gastos cargados a Aizoon, tal y como sostenía la letrada de Manos Limpias. En los recesos ha podido estudiarlos y ha concluido que no eran gastos de la sociedad.

Urdangarin se había escudado en que él daba los tickets a su secretaria y que ella, junto al "departamento de contabilidad", decidían lo que era personal o imputable a Aizoon. Pero que su esposa jamás intervino en estos gastos.

Incluso, el exduque había llegado a asegurar que pudo ser su secretaria quien usó la tarjeta para pagar un cargo de la peluquería Llongueras. En otras ocasiones podrían ser compras electrónicas o pagos realizados por personas de su confianza.
Pero está dispuesto a subsanar el "error administrativo" ante Hacienda si así se acredita.

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