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Víctimas y ex presos de ETA ponen voz al proceso de paz

La plataforma Lokarri lanza una iniciativa para potenciar la participación ciudadana frente a la postura inmovilista del gobierno de Rajoy

DANILO ALBIN

El futuro de los presos de ETA, las reivindicaciones de las víctimas y el fin de todas las conculcaciones a los derechos humanos figuran entre los principales puntos del proceso de paz en Euskadi. Estas cuestiones han comenzado a ser abordadas por sus propios protagonistas en una serie de foros impulsados por la red ciudadana Lokarri. De aquí a junio, sus promotores intentarán sumar todas las voces posibles. 'Ante las dificultades con las que se encuentra el proceso de paz, la implicación de la ciudadanía es el camino para superar los obstáculos', sostienen.

El primer testimonio de 'Hitzorduak' -nombre dado a esta iniciativa- ha sido el del periodista vasco Gorka Landaburu, quien en mayo de 2001 sufrió graves heridas al estallar un paquete-bomba que ETA había enviado a su domicilio en Zarautz. 'A las víctimas no les corresponde dirigir la política del gobierno', afirmó este miércoles durante el coloquio celebrado en Vitoria bajo el título de 'verdad y reconocimiento de las víctimas'. Un día después, el ex preso Juan Karlos Yoldi -uno de los responsables de 'Harrera', la organización que presta asistencia a los reclusos de la organización armada cuando recuperan la libertad- habló en Donostia sobre la 'reintegración social' de los encarcelados.

'Ambas conferencias han superado ampliamente nuestras expectativas. El nivel de confianza y sinceridad que se genera lo he visto en muy pocas ocasiones, y eso es un signo de que muchas cosas están cambiando', señala a Público Paul Ríos, portavoz de Lokarri. A la hora de confeccionar la agenda, esta organización ha tenido muy en cuenta las experiencias similares que se desarrollaron en Irlanda del Norte. En el caso de Euskadi, las charlas tendrán un aforo máximo de 30 personas. Tras escuchar al ponente, el público podrá aportar su opinión mediante 'una dinámica de participación, escucha y respeto', detallan los organizadores en la nota de presentación.

El próximo miércoles 29, el obispo emérito de San Sebastián, Juan Mari Uriarte, disertará en la sede bilbaína de Lokarri sobre 'la reconciliación'. Al día siguiente, el profesor universitario Iñaki García Arrizabalaga, hijo del delegado de Telefónica en Gipuzkoa que murió en un atentado de los Comandos Autónomos Anticapitalistas en 1980, se acercará al hotel Tres Reyes de Pamplona para reflexionar sobre 'la verdad y el reconocimiento de las víctimas', la misma cuestión sobre la que habló Gorka Landaburu en Vitoria.

El programa de 'Hitzorduak' también incluye una conferencia del ex presidente de Amnistía Internacional en España y actual representante de la ONG Argituz, Andrés Krakenberger. 'Los derechos humanos: garantías', es el lema escogido para su charla, que se celebrará el 5 de febrero en las oficinas de Lokarri. Tanto este debate como el que ofrecerá monseñor Uriarte ya tienen el aforo completo, mientras que aún continúan las inscripciones abiertas - a través de una página web - para escuchar a García Arrizabalaga.

'Estamos ante una muy buena oportunidad para recoger puntos de vista distintos que nos ayuden a pensar en nuevas ideas para avanzar en el proceso de paz', afirma Paul Ríos. No en vano, su organización tiene previsto 'sintetizar' todas las aportaciones que se realicen durante las conferencias, que se prolongarían hasta el mes de junio e incluirían a diferentes ponentes que, de una manera u otra, han estado implicados en el conflicto. 'Queremos que haya pluralidad de visiones, por lo que vamos a invitar a personas que quizás hace algunos años no hubiesen aceptado participar', adelanta el portavoz de Lokarri.

De esta manera, la organización pacifista -en cuyo currículum figura la organización de la Conferencia Internacional que motivó la declaración del 'cese definitivo de la actividad armada' por parte de ETA, hace ya dos años y tres meses- pretende transmitir un mensaje muy claro a Madrid: si no hay avances por parte del gobierno de Rajoy, será la sociedad vasca quien se encargará de blindar y custodiar el proceso de paz. En tal sentido, Ríos cree que 'desde aquí se pueden resolver, con imaginación e innovación, todos los problemas, excepto uno, que requiere indispensablemente la participación del gobierno: la reintegración de las personas que están en prisión'.

Precisamente, ahí radica una de las cuestiones inconclusas del fin de la violencia en Euskadi: la suerte que correrán los presos. A excepción de PP y UPyD, prácticamente todos los partidos políticos con representación parlamentaria -tanto en Madrid como en Vitoria- han reclamado en reiteradas ocasiones que se produzcan cambios en la política penitenciaria, algo que el gobierno no está dispuesto a conceder mientras que ETA, aunque sea testimonialmente, exista.

En cualquier caso, el responsable de Lokarri está convencido de que ya nada romperá las expectativas abiertas. 'Este proceso de paz es totalmente inusual e innovador. Prácticamente no ha habido ningún sitio en el que se desarrolle así, sin la intervención del gobierno, pero es la realidad que nos ha tocado vivir', señala a Público poco antes de partir hacia un acto de COVITE, el Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco.

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