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Zapatero azuza el temor a un Gobierno de la derecha

El líder del PSOE se presenta como garantía de futuro, promete 'gobernar para todos' y garantiza que 'España va a seguir creciendo'

GONZALO LÓPEZ ALBA

Albergan las paredes del Palacio de Deportes de Riazor, en A Coruña, la memoria de momentos cruciales en la historia del PSOE. Aquí los seguidores de Alfonso Guerra, acaudillados por el entonces alcalde de la ciudad, Francisco Vázquez, castigaron a Felipe González en los años 90 con el cemento visto del recinto lleno de calvas.

Ahora, del guerrismo apenas queda el apellido de quien tomó nombre y su entonces virrey en Galicia, transmutado en embajador en el Vaticano por obra y gracia de José Luis Rodríguez Zapatero, no fue visto por estos pagos.

Ayer, en el territorio de su número dos, José Blanco, el pabellón se quedó pequeño para jalear al líder del PSOE.

Regreso al pasado o ambición de futuro fue, precisamente, el dilema que el candidato socialista planteó a los electores. 'Yo creo en el futuro y Rajoy añora el pasado', enfatizó Zapatero, haciendo hincapié en el compromiso de fortalecer las políticas sociales y promover la igualdad para que 'todos seamos libres y ciudadanos, sin olvidarse de nadie y respetando a todos'.

El líder del PSOE azuzó el temor al regreso de la derecha a la vez que acentuaba el discurso de izquierdas para movilizar a su electorado, y así subrayó que el día 9 se trata de elegir entre 'un Gobierno para creer o un Gobierno para temer'.

'Puede haber un Gobierno para el acuerdo o para la discordia; para todos y que respete a todos o que desprecie a muchos; avanzado o desfasado; que dé pasos hacia adelante o que intente dar pasos hacia atrás', afirmó.
En la misma línea argumental, añadió: 'Estas elecciones las van a ganar quienes no insultan, quienes creen en España, en el futuro y están dispuestos a trabajar unidos a favor de todos los españoles. Yo creo que España está fuerte y Rajoy piensa que está débil; yo sé que España crece y va a seguir creciendo, y Rajoy piensa que estamos en la ruina'.

Defensa de los inmigrantes

En una tierra que sabe bien lo que es la emigración y las razones por las que las personas dejan su país, el candidato socialista dedicó buena parte de su intervención a defender la igualdad de trato para los inmigrantes.

Destacó que el discurso que hace el PP en esta materia, que equiparó con el de las formaciones de la extrema derecha europea, oculta la intención de 'reducir los derechos y reformar la sanidad pública' cuando cuestiona el derecho de una inmigrante a hacerse una mamografía, porque 'ellos no van a la sanidad pública'.

Decía esto Zapatero cuando se escuchó con total claridad a una mujer con acento iberoamericano gritar: '¡Los inmigrantes también somos España!'. Y el candidato aprovechó para recordar su compromiso de aprobar una ley a favor de la igualdad de trato y contra la discriminación si gana las elecciones.

El líder del PSOE, de forma llamativa, se refirió en pocas ocasiones a Rajoy. En su lugar, cargó contra los 'tres mosqueteros' de su antagonista conservador.

De Ángel Acebes y Eduardo Zaplana, desaparecidos en combate, ironizó que 'deben estar cuidando a la niña de Rajoy'.

Pero la mayor andanada la reservó para Manuel Pizarro: 'Lo ficharon como una estrella y la primera vez que fue a jugar se llevó un baño de Solbes y ya no ha vuelto a salir. Si no han prescindido ya de él es porque el finiquito es carísimo'.

El número dos de Rajoy se llevó ración extra porque Zapatero lo utilizó como ariete para descalificar el catastrofismo económico del líder conservador: 'Dicen que la economía no se puede permitir subir el salario mínimo a 800 euros, que a mí me sigue pareciendo poco, pero sí se puede permitir que le den 1.500 millones a Pizarro'.

Tercer día del posdebate

El candidato socialista, como viene haciendo desde el lunes, dedicó la mañana a descansar y a seguir preparando el segundo cara con su grupo de asesores televisivos.

En el tercer día del posdebate, la lucha contra el terrorismo volvió a ser motivo de enfrentamiento con la derecha. 'Nosotros hemos sido leales a España, lo que Rajoy ya nunca podrá decir porque durante estos cuatro años ha utilizado el terrorismo con fines partidistas', afirmó Zapatero.

Y también los creadores, con quienes exhibió como símbolo de complicidad a César Antonio Molina, ministro de Cultura y cabeza de lista por A Coruña, a quien el alcalde de la ciudad, Javier Losada, presentó como 'el ministro del libre pensamiento'.

Por segundo día consecutivo fue noticia la incomparecencia de los funcionarios de Justicia en huelga, por cansancio o porque preparan una reaparición a lo grande para hoy, cuando el presidente del Gobierno y su ministro Mariano Fernández Bermejo compartirán escenario en Murcia.

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