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Zaragoza planta huertos ecológicos sobre los restos de la burbuja inmobiliaria

El ayuntamiento de la capital aragonesa promueve la instalación de huertas productivas en suelos residenciales sin edificar, e impulsa una marca alimentaria propia, para crear empleo y recuperar las grandes extensiones de terreno agrícola que quedaron yermas tras estallar la burbuja inmobiliaria

Los concejales de urbanismo y de Medio Ambiente de Zaragoza, Pablo Muñoz, y Teresa Artigas, con el divulgador ambiental Paco Iturbe en una zona de la huerta de Zaragoza que lleva una década abandonada tras comprarla una inmobiliaria. ZARAGOZAENCOMÚN

EDUARDO BAYONA

@e_bayona

ZARAGOZA.- “Aspiramos a disponer de cien hectáreas para huertos a través del banco de tierras al final de la legislatura para crear empleos estables”, explica el concejal de Urbanismo de Zaragoza, Pablo Muñoz, de ZeC (Zaragoza en Común).

El nuevo equipo de gobierno de la capital aragonesa ha impulsado un proyecto, iniciado en la legislatura anterior, para convertir paisajes abandonados de la burbuja inmobiliaria en huertas ecológicas, dentro de una iniciativa relacionada con el fomento de la ocupación, la revitalización de los mercados locales y la promoción del consumo local.

Tres años después de su inicio, el banco de tierras dispone ya de 45 hectáreas, al haber sumado las 36 de una promoción paralizada por problemas financieros en el barrio rural de San Gregorio a las nueve aportadas en los dos primeros años del proyecto, conocido como Huertas Kilómetro Cero y que cuenta con financiación europea a través del programa Life.


“Es un proyecto estratégico de sostenibilidad urbana que consiste en la recuperación medioambiental de espacios periurbanos de Zaragoza mediante la intervención en el ecosistema y a través de la agricultura ecológica”, señaló la concejal de Movilidad y Medio Ambiente, Teresa Artigas. Encaja, por otra parte, con el rechazo de ZeC a los nuevos desarrollos inmobiliarios fuera de lo que se considera “la ciudad consolidada”.
ZeC sostiene que la recuperación para la agricultura de la huerta zaragozana permitiría, mediante actuaciones de intermediación entre agricultores y propietarios de suelos, aumentar en un 15% la soberanía alimentaria de la ciudad, además de favorecer la creación de empleo impulsando la producción ecológica y su comercialización en la ciudad.

Grandes extensiones de terreno yermas tras estallar la burbuja

La capital aragonesa pasó en la primera década de este siglo de 5.711 hectáreas de suelo urbano a 9.475. Sobre el papel, ya que en ese periodo, según un estudio de la Universidad de Barcelona, solo fueron construidas 12.500 de las 75.000 viviendas previstas. La compra de terrenos durante la burbuja inmobiliaria provocó el abandono de grandes extensiones de huerta que ahora permanecen yermas.

La iniciativa Kilómetro Cero consiste en transformar los suelos residenciales en explotaciones de horticultura ecológica gestionadas por nuevos empresarios formados en la escuela agrícola del proyecto Agros –impulsado hace tres legislaturas por Cha y que incluye también huertos sociales en terrenos municipales-, en cuyas dos primeras ediciones 65 personas han finalizado una preparación que incluye conocimientos de gestión y de comercialización, además de agronómicos. Diez han comenzado a cultivar y otras veinte esperan a disponer de tierras para hacerlo.

El ayuntamiento prevé que las parcelas de San Gregorio sean alquiladas por periodos mínimos de cinco años y prorrogables en los que el agricultor pagará una renta a la promotora. La junta de compensación propietaria de los terrenos, de la que forma parte el consistorio como dueño del 60% del suelo, preveía levantar en esas tierras, mayoritariamente de regadío, 1.347 viviendas, algo más de un tercio de ellas -457- de protección oficial. Sin embargo, las malas expectativas financieras y el desplome de la demanda han hecho que la promotora se haya inclinado por aportarlas al proyecto Kilómetro Cero a la espera de tiempos mejores.

Plan de comercialización de productos ecológicos con marca propia

Los productos de esas huertas se distribuirán en Zaragoza dentro de un plan de comercialización que tiene dos patas. Uno tiene que ver con la marca, para el que el ayuntamiento ha aceptado de la entidad Ebrópolis la cesión de la etiqueta “Huerta de Zaragoza”, que compartirá espacio con el sello del Comité Aragonés de Agricultura Ecológica en los alimentos y que figurará también en los establecimientos que los vendan y en los restaurantes que los incluyan en su oferta.

El otro tiene que ver con la comercialización, que quedará circunscrita a la capital aragonesa y en el que tendrán un papel destacado los mercados municipales dentro de la apuesta de ZeC de apoyo al pequeño comercio.

“Tenemos un plan para reactivar los mercados locales como medida de dinamización social, económica y comercial de la ciudad”, anota Muñoz, que destaca ese canal de distribución como un elemento clave del programa Huertas Kilómetro Cero. “Esa iniciativa permitirá crear puestos de trabajo estables en el ámbito de la producción y también en los canales de distribución”, añade.

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