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Cómo detectar mobbing o acoso laboral

Abordamos hoy cómo distinguir si tú o alguno de los tuyos está sufriendo acoso laboral y poder tomar las medidas adecuadas para superarlo

En España el acoso laboral es un delito tipificado, y constituye una situación de hostigamiento en el trabajo que se da a todos los niveles, entre los que se encuentran el psicológico y moral. Se estima que en nuestro país lo padecen ya hasta un 15 % de trabajadores.

Ahora bien, ¿sabes realmente en qué consiste? ¿Puedes diferenciarlo con claridad de otro tipo de prácticas o comportamientos en tu entorno empresarial o de trabajo? Para ayudarte a descubrirlo, abordamos hoy cómo detectar mobbing o acoso laboral, para que así no te quede ninguna duda de si tú o alguno de los tuyos lo está sufriendo y pueda tomar las medidas legales pertinentes.

Qué es el acoso laboral

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El acoso laboral, también conocido como mobbing, es aquella condición de abuso y hostigamiento a la que se ve sometida un individuo en su entorno de trabajo de manera frecuente y sistemática, ya sea por sus jefes o por sus propios compañeros, pues no siempre el acoso procede de los cargos directivos. Incluso es  posible que se den casos en los que sean los propios empleados los que ejerzan acoso laboral sobre un superior, así que el mobbing no entiende de jerarquías.

Es obligación de la empresa asegurarse de que este tipo de comportamientos no se produzcan entre sus empleados y colaboradores, tal y como recoge el Estatuto de los Trabajadores. Además, la empresa debe ser la primera interesada en que este tipo de situaciones no sucedan, pues conllevan a una baja productividad que va a disminuir notablemente sus beneficios.

La tensión, presión y comportamientos hostiles del mobbing deriva en problemas psicológicos y profesionales del trabajador, que habitualmente acaban en una baja por depresión o con trastornos de ansiedad. Para detectar si se está produciendo, y no confundirlo con otros problemas como el síndrome del quemado o burn out, hay que fijarse en los hechos que se suceden y en el estado anímico y social del trabajador.

Actitudes repetitivas de acoso laboral

acoso laboral
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No siempre es sencillo detectar si alguien está sufriendo acoso laboral, pues la mayoría de las veces los acosadores suelen ser sutiles, de manera que actúan sin testigos y recurriendo a situaciones que puedan dar lugar a interpretaciones ambiguas. Así que, aunque uno pueda ser consciente de estar sufriendo acoso por parte de su jefe o compañeros de trabajo no siempre es sencillo demostrarlo. Además, lo habitual es que la víctima se sienta culpable y avergonzado, con lo que los acosadores se envalentonan y perseveran en su actitud.

Para ser capaz de distinguir si realmente un trabajador es objeto de acoso y no de un desencuentro, discusión o falta de afinidad puntual o circunstancial con un superior o compañeros de trabajo, hay que tener en cuenta la frecuencia con la que los hechos se producen.

El acoso laboral se realiza de forma continuada, con actitudes repetitivas que tienen como finalidad socavar la dignidad de la persona. Esta puede ser objeto de insultos y desprecios de manera verbal, escrita o gestual, así que es necesario estar pendiente si se producen de forma frecuente. Recuerda que es fundamental mantener el respeto hacia todas las personas con las que trabajamos, al igual que debemos hacer en el resto de facetas de nuestra vida.

Bajo rendimiento laboral del trabajador

Problemas laborales
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Una de las principales consecuencias del acoso laboral es que el trabajador que lo padece se vuelve menos productivo. Acudir al trabajo se convierte en una pesadilla, su autoestima está por los suelos y está en tensión constante, alerta de por dónde le va a venir el siguiente ataque o abuso, de manera que no puede rendir ni concentrarse en su labor. Si esto sucede, hay que averiguar si esa baja productividad está pasando porque sufre acoso laboral o si está relacionada con alguna otra situación personal, como la muerte de un ser querido, la adaptación a un nuevo sistema informático o de maquinaria en la empresa, etc.

Por otro lado, cuando un trabajador sufre acoso laboral, suele estar estresado y tener una sobrecarga de trabajo, por lo que no es capaz de abordar todas las tareas a tiempo, ya que los acosadores descargan sobre él lo que ellos deberían hacer. Esto se produce sobre todo en aquellos casos en que se tiene una posición de poder sobre la víctima.

Aislamiento del trabajador

Otro de los signos de alarma se da cuando el trabajador se ve aislado del resto de sus compañeros de trabajo: está siempre solo, nadie cuenta con él para llevar a cabo los proyectos, no se le comunican los cambios de horarios de una reunión, se le deja fuera de las cenas de Navidad, etc. Además, los acosadores se suelen escudar constantemente en excusas del tipo: se nos olvidó avisarte, no te llegaría el correo electrónico, pensé que ya te lo habrían dicho y similares, que hacen dudar a uno si realmente está siendo objeto de mobbing.

Si alguno de estos incidentes pasa únicamente una vez, seguramente sea verdad lo que te comentan, pero si es algo reiterado, estás sufriendo acoso laboral por parte de tus compañeros, y es responsabilidad de la empresa subsanarlo.


Rumores y difamaciones

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Una de las formas más frecuentes de acoso laboral en la actualidad, propiciada por las redes sociales y aplicaciones como WhatsApp, son los rumores, difamaciones o imágenes comprometidas sobre el trabajador. Además, tales mecanismos permiten difundirlos de forma anónima, aunque luego circulen por toda la oficina o la empresa.

En cualquier caso, los bulos, rumores y demás chismes sobre un superior, subordinado o compañero de trabajo deben ser cortados inmediatamente. Y si te llega alguno de ellos, aunque no seas tú la víctima, jamás lo compartas ni contribuyas a difundirlo. Ponte en el lugar de la otra persona y actúa con empatía. Tal vez el próximo podrías ser tú. Muchas veces este tipo de conductas se produce para dar mala fama a cierta persona que destaca en su trabajo con el fin de eliminarlo como competencia, por lo que son más frecuentes si se compite por un ascenso o por una plaza fija.

Por último, ten en cuenta que si a alguna o todas las circunstancias anteriores se suman síntomas físicos como dolores musculares, de cabeza, insomnio, fallos de memoria, irritación, temblores o nerviosismo, casi con seguridad estás siendo objeto de acoso laboral. En este supuesto te recomendamos que consultes con un abogado cuáles son tus derechos y las pautas legales a seguir para poder solucionarlo.



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