La tristeza y la depresión son dos conceptos diferentes, aunque tienen algunos factores en común, por lo que resulta relativamente sencillo confundirlos. Además, en la sociedad actual, suele utilizarse muy poco el término de tristeza para indicar el estado de ánimo, lo que todavía genera más confusión al respecto.
Para ser conscientes de la importancia de nuestro estado de ánimo y de la necesidad de acudir a un profesional cuando necesitamos ayuda, te explicamos las diferencias entre la tristeza y la depresión y sus puntos en común.
¿Depresión o tristeza?
La tristeza
La tristeza es una de las emociones humanas más intensas, y forma parte de la vida sentirla. Se trata de una reacción psicológica a determinadas situaciones que vivimos, como puede ser la muerte de un ser querido, una ruptura amorosa, el fallecimiento de una mascota o la pérdida de un empleo. Es decir, la tristeza trae causa de un motivo concreto.
De tal modo, el estado de ánimo que nos provoca la tristeza es pasajero y se circunscribe al tiempo en que pasamos el duelo, lo superamos y queda atrás. No obstante, has de tener presente que cada persona y circunstancia que provoca la tristeza necesita su tiempo, y uno no ha de sentirse culpable por no estar bien en la cantidad de tiempo que los otros demandan ni sentirse mal por estar triste. Es algo natural. Tiempo al tiempo.
La depresión
Sin embargo, la depresión no es sinónimo de tristeza, por más que en algunas ocasiones se usen los términos indistintamente. La depresión no tiene una causa concreta fácilmente reconocible como la tristeza, puesto que se trata de un trastorno multicausal. La persona deprimida siente desesperanza y desmotivación, aunque a su alrededor las circunstancias mejoren, no haya habido cambios significativos en su vida o reciba noticias positivas y tenga todo lo que quiere.
La depresión es pues un trastorno psicológico entre cuyos síntomas se encuentra la apatía, la angustia, la desesperanza y también la tristeza, aunque otras veces, también hay enojo, inseguridad e irritabilidad. Estos síntomas forman un cuadro depresivo que se prolonga durante meses desde que aparece, y que debe ser diagnosticado y tratado por un profesional, quien determinará si es necesario recibir psicoterapia y/o medicación.
La abulia
La abulia es una de las principales características de la depresión, puesto que en el caso de la tristeza solo aparece durante periodos cortos de tiempo. Esto se refleja en la desidia y en una apatía llevada al extremos, por lo que quien padece depresión tiene dificultad para terminar aquello que empieza y para concentrarse.
Las personas deprimidas sufren de tal modo que terminan estando, en todo o en parte, incapacitadas para el día a día, presentan falta de voluntad y carecen de iniciativa a la hora de actuar o ponerse en marcha. Acudir a trabajar, hacer la compra o tomar decisiones les resulta muy difícil y se sienten desmotivadas porque consideran que nada merece la pena. Esta apatía en el caso de la depresión dura meses.
La terapia
La tristeza no requiere de terapia, solo de tiempo, curar las heridas, retomar la rutina y seguir adelante con el apoyo de amigos y familiares. Sin embargo, la depresión siempre necesita ser tratada, y cuanto antes se detecte, mucho mejor. Por ese motivo es tan importante permanecer atento y actuar cuanto antes si percibimos que algo no anda bien, pasan las semanas y las circunstancias no mejoran.
Recuerda que por mucho que deseemos ayudar a un ser querido con depresión, así como con cualquier otro problema psicológico, el amor que le profesemos, por sí solo, no es suficiente. También resulta imprescindible la ayuda profesional para poder curarse y resolver sus problemas. De tal modo, deberá ser atendido por un psicólogo o un psiquiatra y, a partir de ahí, podremos seguir las pautas que se nos indiquen y darle todo nuestro apoyo para superarlo.
Consulta a un especialista
No obstante, también hay que tener en cuenta que, cuando la tristeza no se supera y permanece como una emoción que se enquista o un duelo que no se supera puede convertirse en tristeza patológica y, entonces, derivar en una depresión.
Otra de las circunstancias que, con frecuencia, puede terminar provocando un cuadro depresivo es una situación de estrés sostenida a lo largo del tiempo. Vigila tus hábitos diarios en la medida de lo posible para evitar riesgos.
En todo caso, si tú o alguno de tus seres queridos tiene alguno de estos síntomas y no sabe muy bien qué le sucede o por qué motivo, o si tienes dudas de si su abatimiento es en realidad tristeza o depresión, consulta sin duda a un especialista para ahorrar tiempo y tener mayor seguridad.
El psicólogo o psiquiatra distinguirá perfectamente si estás pasando un estado de tristeza por el que no debes preocuparte o si lo que presentas son síntomas de depresión. En cualquier caso, resolverá tus dudas y te ayudará en todo lo que necesites para cuidar tu salud, tu bienestar y tu calidad de vida.
