En las lógicas neocoloniales del mundo global actual, los Estados occidentales, como España, se apropian de los derechos sexuales para capitalizar lo que "democracia" quiere decir. La democracia posfranquista, “pionera” en derechos sexuales a escala planetaria, arrastra aún así lastres importantes que debilitan el mito de una extensión progresiva e ilimitada del campo democrático, y hace pensar en usos interesados de esos derechos y de la historia de los sujetos políticos que se benefician de ellos. Partiendo de posibles insatisfacciones actuales en cuanto a tal éxito jurídico en el caso español, la sesión propone contar y discutir otra historia del reconocimiento LGBT+. En vez de partir de su inclusión progresiva en el Estado posfranquista, se la pensará desde la producción de comunes cívicos abortados en la transición, incompatibles con las antropologías dominantes que la democracia heredaba de la dictadura.