El gobierno venezolano responsabiliza a la oposición de la sangre derramada en las calles

  • Agencia Atlas - 21/04/2017 09:50
A cuerpo descubierto, un hombre trata de poner fin a la explosión de violencia en la segunda jornada de protestas en Venezuela. Armado con una biblia en la mano, desafía a las fuerzas chavistas subiéndose a uno de sus blindados. Pero la única respuesta que obtiene es un disparo. La misma que se ha repetido desde que empezó la llamada madre de todas las marchas. Mientras los gases lacrimógenos del Ejército inundan las calles, desde las motos, los guardias del gobierno disparan a quemarropa a la población que huye aterrorizada. Quieren evitar a toda costa que se unan a las manifestaciones contra Maduro que hay en Caracas y las principales ciudades del país y ni la gente que se queda en sus casas está a salvo. El gobierno responsabiliza a la oposición de la sangre derramada en las calles. De momento, han sido tres los muertos, entre ellos, una joven que corre y a la que finalmente disparan. Maduro va a demandar al líder opositor Henrique Capriles por responsabilizar de este asesinato al Ejército. "La basura de Capriles, si tiene que ir a la cárcel que vaya y pague por su difamación", ha señalado. La respuesta de los opositores es la movilización permanente en la calle. Hoy van a mantener vivo el pulso como el de la mujer que ha hecho retroceder a una tanqueta y se ha convertido en el símbolo del pueblo contra el chavismo. -Redacción-