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El acusado de matar a un perro a patadas dice que es "amante de los animales"

El presunto culpable sostiene que "en ningún caso" quiso hacer daño al can. Por su parte, el Ministerio Fiscal, y la acusación particular y popularhan solicitado pena de prisión, aunque aceptarían que se conmutara por trabajos en beneficio de la comunidad.

Sergio F.A., de 29 años y vecino de la capital cántabra, durante su declaración en el Juzgado de lo Penal número 3 de Santander. EUROPA PRESS

EUROPA PRESS

SANTANDER.- El acusado de matar a un perro a patadas en la calle Rualsal de Santander hace dos años ha negado los hechos, afirmando que "en ningún caso" quiso hacer daño al can, de casi ocho años de edad. "Soy un amante de los animales", ha remarcado.

Así se ha pronunciado Sergio F.A., de 29 años y vecino de la capital cántabra, en su último turno de intervención en el juicio que se ha celebrado este lunes en el Jugado de lo Penal número 3 de Santander, en el que Ministerio Fiscal, acusación particular y acusación popular (la protectora El Refugio) han solicitado pena de prisión --que aceptarían se convirtiera en trabajos en beneficio de la comunidad-- mientras la defensa ha pedido su libre absolución pues, según su abogado, no ha quedado acreditado la intención de matar al animal por parte de su defendido.

Es más, el letrado de la defensa ha aludido al "calvario" que ha pasado Sergio F.A. por este proceso que también tiene abierta vía civil, puesto que, según ha dicho, durante el juicio no se ha certificado la causa de la muerte del perro, ni la "intención clara" de hacerle daño por parte del acusado, además de que, según ha concluido, no se trataba de un animal "manso", lo que propiciaría la libre absolución de su defendido. "Lamentamos la pérdida del perro pero no se puede ser injusto", ha subrayado.

Sin embargo, las acusaciones han sostenido la teoría contraria, que Sergio F.A. mató al perro a patadas y han pedido para él, como el fiscal y la acusación popular, una "condena ejemplarizante". Han sostenido que el perro muerto, Blas, de raza Pastor Catalán y unos 25 kilos de peso, murió a consecuencia de las patadas que le propinó el joven, quien tiene antecedentes penales por lesiones y daños.

Según la dueña de Blas, Marta Francisca H.S., que ejerce la acusación particular, los hechos sucedieron el 28 de abril de 2014, cuando sobre las 20.00 horas salió de su domicilio a realizar unas compras en un supermercado de calle de Rualasal 21 y dejó a su perro junto a la puerta de entrada del establecimiento, tumbado, sin amarrar pero con un bocal puesto, pues, según ha dicho, era tranquilo y nada agresivo.

Siempre siguiendo su relato, cuando se encontraba esperando en la cola de la caja, escuchó un murmullo procedente de la calle y vio que entraba en la tienda una señora muy asustada y un grupo numeroso de personas mirando hacia el garaje del edificio de Caja Cantabria. Entonces salió y vio que un joven tenía a su perro "acorralado" y lo estaba "pateando". La dueña le vio dar dos patadas "fuertes en el abdomen", en el costado izquierdo. Ella le llamó, el animal consiguió escapar, caminó dos o tres metros y cayó al suelo con convulsiones. Allí murió.

La mujer, ha relatado en el Juzgado, no llamó a la policía porque "no quería ni denunciar" los hechos, solo llevarse a su perro, porque estaba "en estado de shock", según ella misma ha dicho. También ha recordado que el joven le exigió la documentación del perro y dijo que iba a llamar a la Policía. "Eso me decía la gente, que esperara a la policía", ha rememorado la dueña.

La versión del acusado es distinta. Sostiene que cuando, en compañía de su novia, iba pasando con su perro, un Shar Pei llamado Golfo, el otro perro atacó al suyo y le mordió y él les intentó separar con la mano. Cuando lo consiguió, Blas vino hacia él "a morderme" y entonces él puso "el pie" para evitarlo. Sergio F. A. ha afirmado en la sala que sintió "miedo" por él mismo, su familia y su perro porque el otro estaba "muy agresivo" y por eso puso el pie pero no le dio ninguna patada.

Quien finalmente avisó a la policía fue una persona que no ha acudido este lunes a declarar aunque sí lo ha hecho un testigo, que ha asegurado que vio al acusado "pateando" a los dos perros --el suyo y el de la mujer-- que estaban "enzarzados" y que, tras separarse, le vio dar patadas a Blas en la zona del pecho, por lo que le gritó "para, que le vas a matar". Según este testigo, el perro estaba "solo", "indefenso" y "no atacaba" cuando el hombre lo pateó. "No fueron 38 veces pero tampoco una", ha dicho. "¿Quién estaba en peligro, el perro o la persona? El perro, obviamente", ha asegurado a preguntas de la acusación.

Una narración que no coincide con la de la entonces novia del acusado, que ha dicho que Blas estaba "muy enfurecido" y que Sergio F.A. "echó el pie para evitar que le mordiese". A reiteradas preguntas al respecto de la acusación y la magistrada, la joven ha dicho que no sabe si el pie "llegó a impactar" contra el perro, insistiendo en que "patada no le dio ninguna". Una declaración que se contradice con la que hizo tras los hechos, cuando reconoció que el acusado "llegó a golpear" al perro "en una sola ocasión".

No ha sido la única contradicción del juicio, en el que también han testificado los dos policías locales que acudieron al lugar y que no recordaban muy bien los hechos, por lo que se han ratificado en los que figuran en el acta. Sí han coincidido dos veterinarios, uno que ha actuado como perito, y el de Blas, en que patadas en el abdomen pueden causar la muerte de un perro rápidamente y con convulsiones. El veterinario del perro muerto ha asegurado que éste era un animal sano y nunca había acudido por heridas en ninguna pelea además de que "no era un perro agresivo".

El Ministerio Fiscal le pide para el acusado una pena de nueve meses de prisión por estos hechos, que califica de un delito de maltrato animal doméstico, así como una indemnización de 4.500 euros para la propietaria del perro.

Ésta, que ejerce la acusación particular, reclama la misma indemnización pero eleva la petición de pena hasta los 11 meses de prisión y la inhabilitación del imputado para trabajar con animales durante dos años.

Junto a la propietaria del perro, la Asociación para el Bienestar de los Animales El Refugio ha ejercido la acusación particular y pide para el presunto maltratador un año de cárcel y dos años de inhabilitación para tener animales.

El refugio

Previamente a la celebración del juicio, el presidente de El Refugio, Nacho Paunero, junto con otros miembros de esta asociación, ha desplegado una pancarta pidiendo justicia contra el maltrato animal y ha expresado su satisfacción por "sentar ante el juez al presunto autor de la muerte a patadas de un perrillo que lo único que hizo fue estar en el momento menos adecuado".

La protectora cree que se va a producir una "condena ejemplarizante" para que hechos como éste, que "no son frecuentes", no vuelvan a suceder. "Creemos que hay hechos suficientes, pruebas y testigos, para que la condena sea de un año de cárcel y eso hemos pedido".

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